Calculadora de riesgo de incendios en interfaz urbano forestal: «Mas vale prevenir que apagar»
Sufrir un incendio forestal es una experiencia muy traumática. No solo se calcinan los árboles, plantas y animales, también está en juego, muchas veces, la vida de las personas y sus propiedades. Para complicar las cosas, cada vez son más frecuentes las viviendas construidas en zonas arboladas, por lo que se arriesgan a sufrir grandes daños si se produjese un incendio forestal de grandes dimensiones. Debido a que las personas propietarias no suelen percibir el riesgo, la organización Greenpeace ha elaborado una calculadora con el fin de identificar las posibles amenazas y actuar en consecuencia.

Se debe responder a las preguntas que aparecen en cada pantalla para conocer el riesgo de incendio que tiene su propiedad
Se trata de un test que incluye 15 preguntas agrupadas en tres bloques. El primero, evalúa el entorno de la casa; el segundo, examina los exteriores de la propiedad; y el tercero analiza las condiciones de la vivienda. Una vez que el test calcula el porcentaje de riesgo al que se expone la casa en el supuesto de que el fuego se propagase por los alrededores, se ofrece una serie de recomendaciones para asegurar un plan en caso de incendio y crear espacios destinados al acceso de los bomberos.
Los incendios de grandes dimensiones se han convertido en un problema ambiental y social. Varias son las razones por las que el monte arde con más virulencia en la actualidad. Entre ellas, destaca el éxodo rural a las ciudades, lo que conlleva un abandono de los cultivos y la acumulación de residuos forestales por falta de aprovechamiento, con el peligro de arder en cualquier descuido.
En contraste, mientras los pueblos se vacían, aumentan las residencias en áreas que los expertos denominan la “interfaz urbano forestal”, es decir, casas construidas en zonas arboladas y silvestres. Tanto si se trata de una segunda vivienda o de la residencia habitual, disfrutar de una casa en contacto con la naturaleza es una tendencia en alza. La dificultad se encuentra en que la gente propietaria desconoce el riesgo potencial de incendio que supone ubicar una vivienda en terrenos de abundante vegetación.
Mónica Parrilla, técnica forestal y responsable de la campaña de incendios de Greenpeace, recuerda que la Ley de Montes obliga, por un lado, a los municipios en zonas de alto riesgo de incendio a tener un plan preventivo. Por otro lado, la Directriz Básica de Protección Civil exige a los municipios en zonas de riesgo a que diseñen un plan de emergencias y, además, a las personas propietarias de las viviendas a que dispongan de planes de autoprotección. Pero Parrilla se pregunta si de verdad se cumple esta normativa… En este sentido, nos recuerda que el 80 % de los municipios españoles en áreas de alto riesgo carecen de planes de emergencia. Por otro lado, el 51,57 % del total de incendios anuales se producen

¿Tiene la vivienda tomas de agua, salidas de emergencia, acceso amplio…?
en las comunidades autónomas de Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco, junto a las provincias de León y Zamora, zonas donde es muy frecuente la construcción de viviendas en entornos forestales. Sin embargo, según Greenpeace, “sus planificaciones destacan por ser deficientes o muy deficientes”.
“La gestión urbanística no ha tenido ni tiene en cuenta el riesgo de incendio forestal, encontrándose urbanizaciones, viviendas e infraestructuras en zonas de alto riesgo que son indefendibles”, asegura Parrilla. Además, resalta que “se prioriza salvar casas e infraestructuras por encima del bosque, incluso cuando los propietarios de estos bienes no se han responsabilizado de elaborar planes de autoprotección”.
El problema, por tanto, asegura la experta de Greenpeace, es que la gente que vive en el medio natural no tiene percepción de riesgo y desconoce sus deberes y responsabilidades en materia de prevención y autoprotección de sus bienes. De ahí la importancia de la calculadora de riesgos ambientales que la organización ecologista pone a disposición de estas personas.
Una vez contestadas las 15 preguntas del test, se ofrecen recomendaciones como esta: “El acceso a tu vivienda es fundamental para que puedan llegar vehículos grandes para la extinción de incendios y para la evacuación. También que las rutas de evacuación estén señalizadas para facilitar la ayuda a los operativos. Se recomienda construir un camino perimetral a la vivienda de un metro de anchura libre de vegetación, mejor si está pavimentado”. De igual modo, se incluyen una serie de recomendaciones generales, como la importancia de conocer el grado de exposición de una vivienda frente a un incendio forestal, un conocimiento que ayudará a tomar las medidas de prevención adecuadas.
Nereida Cuenca