¿Comunicar o no comunicar?, esta es la cuestión

A nadie se le escapa el enorme poder informativo, de formación de opinión pública, de convocatoria, de alarma, de convicción y concienciación social que tienen los medios de comunicación. Ante semejante poder es lógico que los grupos de interés social, político y económico quieran verse reflejados en ellos de la mejor manera posible. A todos nos interesa, también a los profesionales que trabajan en la extinción y prevención de incendios forestales. Todos queremos que nuestras acciones, esfuerzos, opiniones e intereses se reflejen de la mejor manera posible en los medios de comunicación. Nos va en ello algo más que un premio al ego, que también. Nos va que nuestro trabajo sea valorado por la mayoría de la sociedad y, con ello, que nuestra opinión, conocimientos, experiencia y necesidades tengan el valor que deben cuando se tomen decisiones que nos afecten profesional y socialmente.

Una correcta formación de los periodistas ayudaría a dimensionar de forma adecuada la gravedad de los sucesos.

Si estamos de acuerdo en toda esta extensa premisa la primera pregunta que podemos hacernos es ¿está reflejado en los medios de comunicación de manera adecuada el trabajo de los profesionales que luchan contra los incendios forestales?

Si la respuesta es sí, enhorabuena, no todo el mundo puede darse por satisfecho. De hecho, casi ningún grupo social o profesional cree que los medios se fijan en sus necesidades e intereses de forma correcta.

Si la respuesta es no la pregunta siguiente es ¿por qué?. Parece una pregunta obvia, que lo es, pero solo si somos capaces de analizar críticamente por qué no aparece reflejada adecuadamente en los medios de comunicación la aportación social, económica y ambiental de los profesionales de la extinción de incendios podremos poner los medios para subsanarlo. Con un poco de autocrítica seguro que cada uno de ustedes puede dar una o varias razones que expliquen ese desencuentro desde el punto de vista del profesional de la extinción.

Pero quizás también podamos analizar ese posible desencuentro desde la otra orilla, la de los medios de comunicación. Conocer cómo son, cómo funcionan, qué les motiva a poner en marcha su maquinaria informativa, o cuáles son los resortes que hay que tocar para conseguir centrar su atención pueda ayudarnos a tender los puentes necesarios para que cambie esa situación.

Podemos seguir esperando en nuestra orilla a que los medios crucen el río o ser nosotros, si nos interesa, quienes lo hagamos. También podemos tender puentes para encontrarnos a medio camino, allí donde siempre se encuentran las necesidades de unos y otros.

Es decir, podemos desarrollar una comunicación proactiva y salir a facilitar información, sobre todo cuando no hay incendios, o podemos tener una comunicación a la defensiva, que es el modelo de atender a los medios de comunicación cuando nos reclaman urgentemente porque hay un incendio de grandes dimensiones con peligro para las personas y sus propiedades. Si elegimos esta última iremos siempre por detrás de la noticia. Pero esta es una cuestión sobre la que hablar más detenidamente en otra oportunidad.

Ismael Muñoz
Periodista. Director de Osbodigital.es

 

Próximo artículo:
Medios de comunicación y profesionales de la extinción se necesitan