Prevención para facilitar la extinción: gestión y bioeconomía forestal
Parece algo obvio y, sin embargo, es una de las principales conclusiones a las que ha llegado los participantes en el III Congreso Forestal de la Comunidad Valenciana, organizado por la Plataforma Forestal Valenciana y que se ha desarrollado en Calp el 15 y el 16 de noviembre. No por obvio deja de ser necesario recordarlo y más en un contexto en el que la interfaz urbano forestal ha tomado el protagonismo en los trabajos de extinción, en el que el abandono de las actividades forestales tradicionales coloca en una difícil situación al bosque mediterráneo y en el que los efectos del cambio climático agravan aún más una situación de peligro que se alarga más allá de la época estival.
Los más de 400 participantes en este congreso han podido participar en 19 conferencias agrupadas en cinco temáticas:
1. Incendios Forestales y Cambio Climático
2. Gestión de Incendios Forestales
3. Nuevas Tecnologías Aplicadas
4. Interfaz Urbano-Forestal
5. Perspectiva de una bioeconomía forestal en el mediterráneo
Dos intensas jornadas de trabajo han dado para extraer algunas conclusiones en cada una de estas temáticas.
Escenarios de Incendios Forestales en el contexto de Cambio Climático

La gestión del monte se presenta como una oportunidad para la bioeconomía y la mejor forma de prevenir incendios forestales y facilitar su extinción en caso de producirse. Foto Ismael Muñoz.
Los grandes incendios forestales (GIF) representan una parte muy pequeña del numero total de incendios pero alcanzan más de tres cuartas partes de la superficie quemada.
Los asistentes al congreso constataron que en la Comunidad Valenciana se producen grandes incendios prácticamente todos los años, en ocasiones incuso algún megaincendio. A pesar de esta recurrencia la superficie arbolada sigue creciendo. “No es cierto que nos estemos quedando sin bosques, la realidad es bien distinta. En este escenario de expansión de las masas forestales, la vulnerabilidad del territorio ha crecido debido al contacto de las masas forestales con las zonas habitadas, urbanizaciones y pueblos”, resumen las conclusiones de la Plataforma Forestal Valenciana (PFV).
Ante este paisaje hacen una previsión muy preocupante para la sociedad en general y para los equipos de extinción en particular. “Los operativos de extinción no serán capaces de controlar los incendios forestales sin tener preparado el territorio para el paso del fuego. Las labores de prevención debe estar basada en las necesidades extinción, fundamentadas en lecciones aprendidas y proyectadas sobre escenarios climáticos futuros”.
Gestión de Incendios Forestales
La variedad de ponencias y temas que se trataron convirtieron esta parte del congreso en una de las más interesantes.
Diversas ponencias pusieron de manifiesto la importancia de la selvicultura como técnica para “generar comunidades vegetales resistentes y resilientes a los incendios forestales”. Varios ponentes coincidieron en que es necesario “tener en cuenta tanto la severidad del impacto del fuego como la vulnerabilidad del territorio a dicho impacto y gestionar los ecosistemas forestales buscando una mayor resistencia al fuego y una mayor resiliencia tras la perturbación”.
Los cambios que se observan a nivel global en la intensidad de los incendios obligan a “tomar decisiones consensuadas con la ciudadanía y a repartir la responsabilidad en la toma de decisiones sobre qué priorizaremos en la extinción del monte”, apuntaba Marc Castellnou. En este sentido, las conclusiones del congreso señalan cómo “el estado de bienestar moderno responsabiliza únicamente a los servicios de extinción de incendios forestales (rol pasivo social). Es necesario un cambio de paradigma en el que existan iniciativas ciudadanas de apoyo a la gestión del riesgo”.
Algunos de los ponentes señalaron, en este sentido, “la necesidad de evitar el colapso de los medios de extinción centrados sólo en la protección de vidas y propiedades, mientras no se aborda el problema que es el incendio”.
Y, por último, Alvaro Escrig apuntaba que “la prevención y la extinción de incendios forestales son dos disciplinas indisolubles que en ocasiones han estado reñidas. Las brigadas forestales pueden contribuir, como servicio público, a superar esa problemática y a mejorar la protección y conservación del medio natural”.
Nuevas Tecnologías Aplicadas
Las tecnologías de la información y comunicación TIC han tomado una enorme importancia tanto para conocer las causas, consecuencias, origen y evolución de los incendios forestales como para ayudar a su extinción.
Los múltiples proyectos de investigación están generando una gran cantidad de datos pero, sin embargo, los participantes quieren advertir “sobre el ruido que en ocasiones genera la abundancia de datos”. Desde el congreso se ha hecho un llamamiento a “compartir todos los datos obtenidos con fondos públicos”, así como a establecer “colaboración entre sectores para poder aplicar todo el conocimiento generado en estos proyectos para mayor beneficio de la sociedad”.
Interfaz Urbano-Forestal
Sin duda es una de las preocupaciones estrella de todos los profesionales que trabajan en la extinción de incendios. Los participantes han insistido en que se trata de una cuestión compleja que requiere de “conocimiento, que lo tenemos, y tecnología y cuya solución no podrá alcanzarse sin una información y concienciación de la ciudadanía”.
Y señala una de las conclusiones principales del congreso: “los profesionales del sector forestal somos muy conscientes del peligro que representa el estado actual del monte, aunque también nos queda un reto muy importante por delante en cuanto a la comunicación efectiva de este riesgo hacia la ciudadanía y sus responsables públicos”.
Perspectiva de una bioeconomía forestal en el mediterráneo

Distintos usos son posibles en el monte si no es abandonado por falta de gestión. Foto Ismael Muñoz
“El abandono de la actividad forestal en las zonas mediterráneas ha llevado a estructuras forestales muy poco resilientes a la actividad del fuego. Ejemplos en diferentes regiones también del sur de Europa demuestran que en cuanto el aprovechamiento sostenible de los productos forestales revierte en beneficios socioeconómicos en la sociedad, éstos montes se queman mucho menos”, apuntaba Inazio Martínez de Arano en su ponencia.
En este sentido, desde la PFV siempre han defendido la bioeconomía forestal, “no solo desde el enfoque de la sustitución del petróleo y derivados por materiales y productos de base biológica para biocombustibles, bioplásticos y componentes químicos para industrias de alto valor añadido (alimentaria, perfumero-cosmética o farmacéutica), sino también en la oportunidad de poner en valor la madera para usos bioenergéticos y construcción”.
En las conclusiones señalan que “la bioeconomía de base forestal en el Mediterráneo debe integrar todo tipo de productos y servicios que el monte mediterráneo ofrece, con el fin de crear estructuras de valor en base a proyectos empresariales a nivel local”. En este sentido Eduardo Rojas Briales, decano del Colegio de Ingenieros de Montes, hablaba de bioeconomía y desarrollo rural recientemente en la revista Desarrollo Rural y Sostenible de la Red Rural Nacional: “hay que ir transformando los modelos concentrados que representan el cemento y el hierro por modelos desconcentrados capaces de generar riqueza en las áreas rurales, que generen alimentos sanos y materias primas renovables y, además, anclado en empresas pequeñas y medianas muy repartidas por el territorio. Se trata de apostar por la diversificación del mundo rural, que no dependa solo de un producto”.
Ismael Muñoz
@Ismaelnatura