El buen apagafuegos

Cuando leí el libro “En Pasada” (www.amazinante.com), escrito por mis amigos Manolo Durá (@manuslinux) y Javi Ramos (enemigo acérrimo de las redes sociales), lo disfruté de una forma muy íntima y personal: consiguieron hacerme sentir que nunca había dejado el 43 Grupo de FF.AA.

Samuel-Piñón-hidroavión

Samuel el día de su primer amerizaje en El Atazar

Reconocí a todos los personajes y muchas de las aventuras descritas entre sus líneas las había escuchado y disfrutado de primera mano, narradas con esa sazón extra de pasión que solo sus intrépidos protagonistas son capaces de impregnar en una historia.

Una frase del libro, en especial, se quedó grabada en mi retina:

Un piloto de hidroavión jamás olvida su primer amerizaje(1). Bueno, aceptable o mediocre, siempre queda grabado a fuego en tu memoria, como el primer beso de tu primer amor”.

Corría el año 2008, era el 20 de noviembre, cuando americé por primera vez. El avión, un CL215T; el embalse, El Atazar, al norte de Madrid; el “Proto”(2) , el gran Carlos Gijón. Era una de los primeros vuelos de familiarización con el sistema de armas y, por lo tanto, no tocaba agua… pero mi súplica surgió el efecto deseado y, tras una toma y despegue por la pista 23 de Torrejón de Ardoz, viramos derecha y abandonamos por Daganzo, para pasillo norte en curso al Atazar.
Sería la primera de las miles de veces que realizaría el procedimiento de preamerizaje (¡me quedan por hacer muchísimos aterrizajes en tierra para alcanzar el número de tomas que hice en pantanos, ríos y en el mar!)

Cinco en verde; descargado; desarmado; probes arriba; guarda puesta; hidráulico y eléctrico ON;
selector BOTH; autofeather ON; hidráulica comprobar; LAND/SEA, SEA; tren ARRIBA Y BLOCADO…

Me acuerdo como si me acabara de bajar de un Foca. Qué recuerdos tan buenos…

Fui piloto de “hidroavión”(3) durante seis maravillosos años. Aunque tengo la esperanza de volver a serlo algún día, lo único que sé seguro es que llevo cuatro años, cinco meses, dieciocho días y unas cuantas horas (más cuatro, porque escribo desde Chile) sin volar uno.

Volar hidroaviones es especial. No tengo la capacidad técnica ni estilística para reflejar por escrito lo que sentía pilotándolos. Me queda la pequeña esperanza de que mi subconsciente, supliendo mis carencias, haya impreso en este texto, entre palabra y palabra, la suficiente información para que consigáis ver, aunque sea de forma borrosa, una ínfima imagen, como de un sueño olvidado, de lo que sentía pilotando hidros.

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Señor director, estas frases a continuación cuentan como epílogo (no le gusta que me pase de 600 palabras), pero debe comprender que, habiendo mencionando a GiJoe, ¡cómo no voy a recordar sus Premisas del Buen Apagafuegos!

Las Premisas del Buen Apagafuegos, por Carlos Gijón:

1. Sé humilde,
2. No toda maniobra es posible,
3. Cuanto más difícil sea una maniobra , más fácil tiene que ser el tráfico precedente,
4. La maniobra más sencilla es normalmente la más segura y efectiva,
5. La posición de morro en el agua es invariable en el espacio y en el tiempo (mi favorita),
6. Conocerás a un gran piloto por sus pequeños detalles,
7. Una misión de extinción es como una carrera de fondo, no te puedes dejar todo en los cien primeros metros,
8. Ni tu mecánico ni tu segundo son capaces de leer tu pensamiento,
9. Al tomar en un embalse, toda agua que dejas detrás no sirve para nada,
10. Considera que toda maniobra acaba con el avión en emergencia,
11. La tripulación mínima en incendio es de cuatro personas: piloto, copiloto, mecánico de vuelo y Murphy,
12. El cementerio está lleno de valientes.samuel-piñón-escudo-corsarios-43grupo

Y ya que me he emocionado recordando mi paso por el 43 Grupo, me despido invitándoos a todos, una vez más, que no la última, a gritar conmigo:

Donde pongo el ojo, ¡mojo!
Donde pongo el ojo, ¡mojo!
Donde pongo el ojo, ¡mojo!
Apaga y… ¡vámonos!

Samuel Piñón. @samupinon
Bulnes, provincia de Diguillín, Región de Ñuble, Chile,

20 de febrero de 2019


1. Aterrizar en una superficie de agua. 
2. En la Academia General del Aire, a un profesor de vuelo se le llama “Proto”. No conozco la razón, intentaré buscarlo y, si alguno lo sabe, agradecería que nos iluminara.
3. En realidad, el CL215T y el CL415 son aviones anfibios y no hidroaviones, porque pueden aterrizar tanto en agua como en tierra. Un hidroavión sólo permite aterrizajes en agua.