Mismo número de incendios, más probabilidad de grandes incendios y campañas más largas
Las conclusiones del III Taller Lecciones Aprendidas, organizado por la Sociedad Española de Ciencias Forestales y la Universidad de Córdoba, no dejan lugar a dudas, estamos ante un cambio en el panorama de la lucha contra los incendios forestales. Las características a partir de ahora serán: tendremos el mismo número de incendios forestales, aumentará la probabilidad de grandes incendios y las campañas serán cada vez más largas y menos estacionales.
La segunda de las conclusiones de este taller en el que participaron expertos de toda España es que “la gestión del paisaje debe priorizarse sobre el simple manejo de las emergencias”, que es tanto como reclamar más inversión en gestión. En esta idea redunda directamente la tercera de las conclusiones cuando dice que “el fortalecimiento continuo de los medios de extinción se está haciendo a expensas de la fuerte disminución de los recursos para la prevención«. Y denuncia que «este desequilibrio no consigue aumentar la eficiencia del sistema frente a grandes incendios”.
Señala que es necesario redefinir la máxima según la cual hay que reducir los daños cueste lo que cueste. En opinión de los expertos, hay que establecer previamente qué es lo que debe protegerse a toda costa, sabiendo que habrá “áreas en las que se deje al fuego actuar, previo estudio de las zonas a proteger”.
Aunque los expertos reconocen el esfuerzo entre las distintas administraciones públicas para coordinarse, señalan que “son necesarios intercambios de expertos durante los incendios y después, simulacros conjuntos y un lenguaje común. Todo ello dentro de un Sistema Común de Mando de Incidentes que debe extenderse a todos los que participan en la extinción, que precisa implementación general”.
La protección de la interfaz urbano-forestal en caso de incendios es sin duda uno de los problemas mayores a los que tienen que enfrentarse los profesionales de la extinción. De ahí que se le preste una especial atención en estas conclusiones en varios puntos.
“La potencia expansiva de los incendios forestales registrados en los últimos años, sitúan a los mismos fuera de capacidad de extinción durante periodos variables de tiempo y, por lo tanto, suponen un elevado riesgo para las infraestructuras y la población civil cercanas a terrenos forestales”. El mensaje no puede ser más claro. Y ante esta situación de aumento de la gravedad los expertos concluyen “resulta perentoria la implantación de una verdadera cultura de autoprotección de las comunidades locales vulnerables, a través de una estrategia nacional para la creación de comunidades resilientes frente a los incendios forestales, liderada y coordinada por las administraciones competentes”.
En este sentido, promueven la elaboración de instrumentos técnicos de planificación y formación para los propietarios y para las administraciones públicas de protección civil y forestales. Recuerdan las conclusiones la responsabilidad de los propietarios “que deben realizar la autoprotección de sus casas e instalaciones”.
Otras conclusiones hacen alusión a cuestiones laborales, como son la necesidad en los trabajos de extinción de “equipos compactos, que actúen verdaderamente en equipos formados por personal con horarios comunes, establecidos al negociar las condiciones de trabajo en los convenios correspondientes”. Recuerdan las conclusiones la mayor eficacia de la extinción en horario nocturno y al amanecer por lo que proponen “se tenga en cuenta en los planes de extinción, con las limitaciones de seguridad imprescindibles”.
Atención especial merece también la cuestión de la comunicación a la sociedad como forma de “lograr su colaboración en el momento del incendio y de prevenir incluso futuros incendios”. Los expertos en protección civil saben que una población informada correctamente se comporta de manera adecuada, sigue las indicaciones de los responsables de la emergencia con mayor facilidad y facilita las labores de extinción y evacuación en caso de necesidad. En este sentido, señalan a las redes sociales como una herramienta que “ha abierto nuevas posibilidades en el manejo de la información sobre incendios para ponerla a disposición de la sociedad”.
Ismael Muñoz
@Ismaelnatura