El cambio climático hace más frágiles a los bosques españoles

Sequías prolongadas, plagas y enfermedades y el riesgo de incendios de mayor tamaño y más difíciles de controlar es el escenario que pinta el cambio climático para los bosques mediterráneos en los próximos años. En el Día Mundial del Medioambiente el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales COITF recuerda la importancia de los bosques como sumideros de carbono y su utilidad como herramienta de mitigación del cambio climático. Pero también llama la atención sobre la necesidad desarrollar políticas de gestión forestal adaptativas. Solo en la Región de Murcia, el último periodo de sequía extrema y prolongada, 2013-2016, murieron 1 millón de árboles, según Esteban Jordán decano del COITF en Murcia.

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Sierra de filabres en Almería. Foto Life Forest CO2

Durante los tres años reseñados 2013-2016 se produjo el mayor periodo de sequía prolongada de los últimos cincuenta años en la región mediterránea desde Almería hasta Castellón, con pírricas precipitaciones anuales en algunos puntos de 65 litros por metro cuadrado. Solo en la Región de Murcia “la sequía y el ataque de perforadores de la madera causaron la muerte de 1 millón de árboles, pero es que en Almería, Alicante, Valencia y Castellón las condiciones fueron muy similares así que la mortandad, aunque no evaluada como en Murcia, fue mucho mayor”, comenta Jordán.

La pérdida de ese millón de árboles supone la pérdida de capacidad para fijar carbono, es decir para mitigar el cambio climático, pero también la pérdida de superficie forestal arbórea que “por las nuevas condiciones climáticas difícilmente podrá ser sustituida en muchos casos por nuevos árboles. Las repoblaciones de los años 50 y 60 del siglo pasado difícilmente se podrán realizar ahora”, comenta Esteban Jordán que hoy miércoles ha participado en la jornada “Selvicultura del carbono y gestión forestal para la mitigación del cambio climático. Life Forest CO2”.

En este nuevo escenario con temperaturas más altas y periodos prolongados de sequías numerosos estudios están demostrando que se resiente la fructificación, la germinación y la regeneración natural, “lo que es tanto como decir que está en peligro la estabilidad y persistencia de las masas”, según Jordán, “porque lleva asociadas nuevas dinámicas de especies, unas irán desapareciendo y aparecerán otras, pero puede que no sean arbóreas”.

Prevé Jordán que “habrá que ir hacia un escenario de cambio de especies con mayor resilencia o sustituirlas directamente por matorral”.

Para mantener la estabilidad y persistencia de las masas Jordán aporta dos soluciones: “la selvicultura de carbono que permita fijar más carbono y mantenerlo secuestrado por el bosque en sus distintos almacenes y productos, y una gestión adaptativa que busca una mayor resilencia a las nuevas condiciones que tenemos”.

La selvicultura del carbono tiene un segundo beneficio, la retirada de combustible de los bosques lo cual ayuda a reducir la probabilidad de grandes incendios. “Una masa más vulnerable está más expuesta a los incendios forestales y en este escenario de calor y sequía un GIF no hay quien lo apague”, afirma Esteban.

Pero la inversión en gestión forestal lleva años bajo mínimos, con notables diferencias entre las Comunidades Autónomas que han sabido o querido apostar por la inversión a través de los Planes de Desarrollo Rural y las que no lo han hecho o no han ejecutado lo presupuestado en esos planes. En su opinión, la solución pasa por “planificar muy bien la gestión forestal. Debemos decidir qué queremos hacer, elegir bien las prioridades para desarrollar planes de adaptación al cambio climático con inversión asignada y con comprobación de que se ejecuta”.

¿Cómo hemos llegado a esto si todos los estudios del IPCC llevan años avisando? Los terrenos forestales tienen poco peso en la PAC y “los Planes de Desarrollo Rural fijan más su atención en un sector mucho más activo y demandante como es el agrícola. El monte no se queja porque no muestra los efectos inmediatos, pero los sufre”, concluye Esteban Jordán.

Ismael Muñoz
@Ismaelnatura