Por qué sí sigue siendo necesario un gran plan de repoblación forestal a gran escala en España. ¿Sabemos hacerlo?
Por Andrés López-Cotarelo García de Diego. Ingeniero de Montes.
El pasado 14 de julio, el presidente de REPSOL, Antonio Brufau, en un artículo publicado en el Financial Times propuso destinar el 15% del Impuesto sobre Hidrocarburos a la, introduciendo así los bosques de forma potente en el debate sobre la transición energética y el cambio climático.
El Colegio de Ingenieros de Montes emitió un comunicado el 1 de agosto, del que se hizo eco la prensa española con el titular generalizado «Ingenieros de Montes rechazan dedicar el 15% del impuesto sobre hidrocarburos a reforestación a gran escala en España».

Titulares de la información publicada en COPE (1) y en La Vanguardia (2)
Dicho comunicado no fue sometido a ningún debate o discusión dentro del colegio ni de la profesión. Y concretamente no ha sido tratado en ninguna Junta General del Colegio de Ingenieros de Montes. O cuanto menos, yo como colegiado no he sido informado de ello. Pese a lo cual, el comunicado se ha presentado a la prensa como la postura del conjunto de toda la profesión.
No discuto la capacidad legal del Colegio y del Decano para hablar y comunicar en nombre de la profesión, ni la conveniencia de que esto sea así de manera ordinaria. Pero considero que esta cuestión es de tal importancia que en este caso es precisamente el propio Colegio quien debería propiciar y canalizar un debate interno entre toda la profesión.
El Decano del Colegio de Ingenieros de Montes explicó más extensamente su postura en un artículo publicado el 3 de agosto en el periódico osbodigital.es, del Observatorio Social El Batefuegos de Oro (OSBO) (3). En este artículo el Decano justifica su postura contraria a realizar repoblaciones en las afirmaciones que se exponen y analizan a continuación:
1. Se afirma que «[…] los países desarrollados venimos recuperando los bosques desde el Siglo XIX, con especial intensidad en el caso del Sur de Europa en los pasados 50 años. […] en España, con una superficie forestal del 55% y boscosa del 36%, que ha aumentado un 50% desde 1970, ampliar los bosques no es el primer reto que tenemos planteado ni mucho menos.».
Es de resaltar la dificultad para encontrar la información oficial sobre superficie forestal y superficie forestal arbolada de España. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio para la Transición Ecológica —la administración pública del Estado competente en materia forestal— no tienen accesibles dichos datos en su web, a pesar de la obligación establecida en las Directivas 2003/4/CE y 2003/35/CE y la Ley 27/2006.
Por ello se consultaron los informes titulados «La Situación de los Bosques y el Sector Forestal en España» de la Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF). En su web (4) consta que el informe más reciente es del año 2017 (ISFE 2017); sin embargo, únicamente está accesible para su descarga y consulta el informe anterior del año 2013 (5), cuyos datos más recientes corresponden al año 2010. Es decir, de hace ya unos 10 años.
El ISFE 2013 (5) incluye los datos de superficie forestal y superficie forestal arbolada de los países de la UE en 1990, 2000 y 2010. A partir de estos datos se ha calculado el porcentaje de la superficie forestal que estaba arbolada en cada país en 1990 y en 2010 (tabla 1 y figura 3). Se han excluido aquellos países que no disponen de datos del año 1990, ya que no es posible determinar las variaciones para el periodo estudiado.

Tabla 1.- Porcentaje de superficie forestal arbolada por países. Fuente: calculado a partir de datos de ISFE 2013 (3)
En la tabla anterior y la gráfica de la derecha se aprecia que:

Figura 2.- Porcentaje de superficie forestal arbolada por países. Fuente: calculado a partir de datos de ISFE 2013 (3)
• El porcentaje de la superficie forestal que está arbolada es superior al 90% en todos los países nórdicos y centroeropeos que disponen de datos disponibles para el periodo estudiado. Destacan Alemania y Polonia con el 100% de su superficie forestal arbolada. Y Reino Unido, Austria, Finlandia y Rumanía con más del 95%.
Se debe tener en cuenta que en ocasiones no toda la superficie forestal es susceptible de estar arbolada por la existencia de roquedos, canchales, turberas, lagunas, terrenos por encima de la timber line… por lo que valores altos pero inferiores al 100% pueden corresponder con que todo el terreno forestal posible ya esté arbolado.
• Los países del sur de Europa no presentan situaciones uniformes:
– Portugal e Italia tienen porcentajes elevados de superficie forestal arbolada (96% y 84% respectivamente). En Italia el porcentaje de superficie forestal arbolada se mantuvo casi igual (un ligero aumento del 82% al 84%) y en Portugal disminuyó desde el 100% hasta el 96%.
– España y Grecia presentan los peores datos de toda la UE. España pasó de tener un 53% de su superficie forestal arbolada en 1990 a un 65% en 2010. Este dato del 65% en 2010 es el segundo peor de toda la UE después de Grecia.
En base a ello, se puede concluir:
• Es una afirmación errónea generalizar que en todo el sur de Europa ha aumentado de forma importante la superficie forestal arbolada. Esto es así únicamente en España y Grecia. En Portugal e Italia no ha sido así.
• En España y Grecia ha aumentado más el porcentaje de superficie forestal arbolada que en el resto de los países europeos porque en ellos ya se ha alcanzado prácticamente la máxima superficie forestal arbolada posible y no tienen ya margen para aumentarla.
• El porcentaje del 65 % de la superficie forestal que está arbolada en España en 2010 es una cifra lamentable tomando como referencia el 84% y el 96% de países mediterráneos de nuestro entorno como Portugal e Italia.

Sierras de Villuercas Ibores en Extremadura. Foto I. Muñoz
Pero no hace falta recurrir a ninguna estadística ni tener conocimientos técnicos y forestales. Cualquiera que recorra las sierras y terrenos forestales de nuestro país puede comprobar a simple vista que nuestros montes están deforestados y sometidos a fenómenos erosivos y pérdidas de suelo en una proporción muy importante, y muy superior a lo deseable y a lo admisible para un país con nuestro nivel de desarrollo económico.
Los forestales españoles no podemos sentirnos orgullosos, satisfechos ni autocomplacientes. Y no podemos —al menos de forma responsable—renunciar al objetivo de aumentar el porcentaje de nuestra superficie forestal que está arbolada.
2. Afirma nuestro Decano que «Tampoco debemos olvidar que el secuestro de carbono por parte de repoblaciones es muy lento en las primeras dos décadas, a lo que se suman los riesgos de fracaso de las repoblaciones, algo bastante frecuente.».
Los forestales nunca hemos sido cortoplacistas y el cambio climático es un problema a medio y largo plazo. El secuestro de carbono no se puede evaluar únicamente en las dos primeras décadas de las repoblaciones, sino durante todo su el ciclo de vida. Esto debería incluir al menos el primer turno de corta para aquellas masas regulares en las que se vayan a realizar aprovechamientos madereros. O la consecución de un estado maduro y estable en aquellas masas que vayan a ser naturalizadas para ser destinadas exclusivamente a la conservación de la naturaleza.
Por otra parte, si no se hubieran dejado de realizar repoblaciones en los años 80 tras la cesión de las competencias forestales a las comunidades autónomas, hoy tendríamos una mayor cantidad de repoblaciones de más de 20 años fijando grandes cantidades de carbono.

Sierra de Cameros desde Santa Inés, en la sierra de Urbión. Foto I. Muñoz
3. A continuación, se afirma que «Por el contrario, disponemos de grandes extensiones de masas de mediana edad, fruto de las repoblaciones de los 50 y 60, más la expansión espontánea por el intenso abandono rural, de masas que se encuentran estancadas, con graves riesgos de incendios y plagas y sin generación de riqueza alguna».
Efectivamente, diversos estudios técnicos y científicos muestran que la aplicación de clareos y claras para reducir la densidad en masas regulares conduce a un importante aumento de la cantidad de carbono fijado. Además de aumentar el vigor de la masa y su resistencia a la sequía y el estrés térmico estivales, y por tanto su adaptación al cambio climático.
Sin embargo, la necesidad de realizar claras y clareos en las masas existentes no reduce la de realizar nuevas repoblaciones.
4. Afirma nuestro Decano también que «También hemos de ser cuidadosos con el otro uso del suelo: la agricultura. Si hemos de alimentar en 2100 a 10.000 millones de seres humanos no podemos perder prácticamente nada de superficie agrícola productiva».
El sector agrícola español es excedentario en producción. Y las previsiones demográficas en España y la UE son de descenso poblacional debido al envejecimiento de la población y a la falta de natalidad en los últimos 25 años.

Pastos de montaña en Asturias en las inmediaciones del parque nacional Picos de Europa. Foto I. Muñoz
La agricultura española y europea no es competitiva económicamente y mantiene su actividad gracias a una carísima política proteccionista con cuantiosas subvenciones del FEAGA a la producción, aranceles a la importación y la compra y destrucción del excedente de producción para inflar artificialmente los precios de mercado por la ley de la oferta y la demanda. Es inviable dirigir la producción agrícola española y europea hacia la exportación para abastecer las necesidades mundiales.
Por otra parte, no es sostenible ni deseable adaptar la capacidad productiva agrícola de ningún país o región del mundo a las necesidades de todo el planeta. Las demandas de cada país deben satisfacerse en primer lugar con su propia producción local, para desarrollar socioeconómicamente a sus comunidades rurales locales y para evitar emisiones innecesarias de GEI y contaminación y el consumo de combustibles fósiles en el transporte.
Los forestales siempre hemos luchado contra la dificultad de repercutir los costes de la gestión forestal a los agentes económicos y sociales que se benefician de las externalidades positivas derivadas de la existencia de los bosques y su gestión forestal. Y ahora que la cuestión se plantea en un importante medio internacional con gran repercusión, la respuesta del Colegio y Asociación de Ingenieros de Montes es rechazar categóricamente la idea sin siquiera propiciar el debate dentro de la profesión.
El mensaje que se ha lanzado es demoledor contra el monte y contra la profesión forestal. En todo caso debería haberse intentado buscar el siguiente titular:
«Ingenieros de Montes apoyan dedicar el 15% del impuesto sobre hidrocarburos a reforestación a gran escala y piden incrementarlo hasta el 30% para aumentar la fijación de carbono y la adaptación al cambio climático de los bosques ya existentes»
Bibliografía y fuentes:
(1) COPE
https://www.cope.es/actualidad/sociedad/noticias/ingenieros-montes-rechazan-dedicar-del-impuesto-sobre-hidrocarburos-reforestacion-gran-escala-espana-20190801_472100.
Fecha de la consulta 2 de diciembre de 2019.
(2) La Vanguardia.
https://www.lavanguardia.com/vida/20190801/463806852665/ingenieros-de-montes-rechazan-dedicar-el-15-del-impuesto-sobre-hidrocarburos-a-reforestacion-a-gran-escala-en-espana.html.
Fecha de la consulta 2 de diciembre de 2019.
(3) ROJAS BRIALES, EDUARDO. 2019. «Por qué dedicar el 15% del impuesto sobre hidrocarburos a programas de reforestación a gran escala no es buena idea en España». Artículo publicado el 3 de agosto de 2019 en la web del a asociación Observatorio Social El Batefuegos de Oro (OSBO).
Fecha de la consulta 2 de diciembre de 2019.
(4) Informe ISFA. Sociedad Española de Ciencias Forestales (SECF).
http://secforestales.org/content/informe-isfe
Fecha de la consulta 2 de diciembre de 2019.
(5) MONTERO, G. y SERRADA, R.; 2013. «La situación de los bosques y el sector forestal en España – ISFE 2013». Edit. Sociedad Española de Ciencias Forestales. Lourizán (Pontevedra).
Lo primero es ver de cuanto terreno público dispone el Estado, recordar que en el S XIX, mientras otros paises como Alemania compraba terrenos para agrandar los montes públicos, aquí los liberales se dedicaron a mal vender con las desamortizaciones mucho suelo público y si no es por la cabezoneria quijotesca de aquellos primeros Ingenieros de Montes, no habría quedado nada… Una vez visto lo que se tiene por parte del Estado, CCAA, Aytos etc…repoblar aquello, otra medida dar por parte de las administraciones públicas plantones a los propietarios privados que son la mayoría de los poseedores de suelo, para que en aquellos perdidos improductivos se fomente su repoblación.
Llenemos todo de eucaliptus como Italia o Portugal. ¿Eso es lo que vendes? Yo no lo compro
No. Repoblaciones forestales con especies autóctonas.
Estimado Didi: Italia no está llena de eucaliptos.
Por favor, documéntese para no poner estas chorradas.
y repoblar con que? actualmente un simple vistazo uno llega a la conclusion que los ecosistemas están llenos de especies no autóctonas
A pesar del eucalipto en Galicia, la cornisa cantábrica y algunas zonas de Huelva y Extremadura, creo que no se puede generalizar en absoluto que los ecosistemas españoles estén llenos de especies alóctonas.
Por sus características ecológicas como especies robustas, rústicas y pioneras, los pinos ibéricos autóctonos son imprescindibles para reforestar en la Península Ibérica. En la Cordillera Cantábrica y Los Pirineos, también se puede utilizar abedul y en menor medida serval. En mi opinión se deben evitar las masas monoespecíficas, y se deben usar también otras especies acompañantes.
También podría sería interesante realizar aclareos en algunas repoblaciones existentes y plantar o sembrar encinas o robles u otras frondosas para acelerar la sucesión ecológica.
Aunque es un tema importante, creo que esto es otro debate.