María Llanos García López, Técnica de Operaciones Analista del INFOCA

“Nunca me he sentido distinta al resto de mis compañeros por ser mujer”

La sencillez, naturalidad y prudencia que muestra Llanos cuando la conoces hace presagiar una buena comunicación y relación. Llanos habla de sus comienzos y del papel de la mujer en los incendios forestales sin victimismos, sin esperar compensación solo por el hecho de ser mujer en un mundo muy masculino, “he sido y soy una más del dispositivo”. Reivindica su papel, como el de cualquier otro compañero, aunque reconoce que la maternidad sí ha sido un hándicap para progresar profesionalmente.
María Llanos es ingeniera técnica forestal y Graduada en Ingeniería Forestal y protagoniza la segunda entrega de nuestra sección Mujer e Incendios Forestales.

Llanos-incendio-mujer-infoca

María Llanos durante las jornadas Trex en Andalucía en noviembre de 2019. Foto I. Muñoz

Comenzó en 1998 como formadora en el Centro de Defensa Forestal de Algodonares (Cádiz). “Los ambientes familiares paternos no eran muy favorables a que me dedicara a esto, pero a mi me dio igual”. En 1999 hizo su primer trabajo como técnico de brigada al hacer una sustitución de un compañero.

En el año 2000 es técnico de la helitransportada de Madroñalejos (Sevilla), “fue la primera vez que me subí a un helicóptero”. A mitad de la campaña fue destinada a la base de Pedroso, en la Sierra Norte de Sevilla, donde les dieron sus primeros uniformes: “contratamos a la costurera del pueblo para que nos arreglase la ropa a otra compañera y a mi. Nos sobraba ropa por todos los lados -se ríe-. Imagínate, 27 añitos y 50 kilos de peso”.

Poco después se quedó embarazada de su primer hijo y para la campaña de 2001 la empresa no la contrató. Lo cuenta como un hecho objetivo, sin valoraciones, pero intuyo que es una espina que tuvo clavada algún tiempo. “En 2002 me llamaron para trabajar pero no me interesó la oferta. La maternidad condiciona mucho tu desarrollo profesional y es algo que sigue aún sin solución. Me ha encantado ser madre, pero me ha supuesto un hándicap respecto a mis compañeros, pierdes una progresión, aunque, por otro lado, se te desarrolla un instinto de protección enorme. Lo he tenido complicado para seguir trabajando, aunque no he dejado de hacerlo, he llegado incluso a tener a personas viviendo en casa, haciendo el mismo turno que yo, para quedarse con mis hijos”.

Los niños bien, gracias, “lo han llevado con total normalidad porque han visto desde muy pequeños que su madre estaba apagando incendios o su padre de misión. Los que se sorprenden son sus compañeros de clase cuando se enteran a qué se dedica su madre”.

La maternidad condiciona mucho tu desarrollo profesional y es algo que sigue aún sin solución. Me ha encantado ser madre, pero me ha supuesto un hándicap respecto a mis compañeros, pierdes una progresión, aunque, por otro lado, se te desarrolla un instinto de protección enorme

La maternidad parece ser el elemento más diferenciador entre los hombres y las mujeres en un trabajo de estas características: los turnos, las emergencias y la falta de horarios fijos cuando comienza la campaña chocan con las necesidades de los hijos. “Conciliar la vida laboral y familiar se hace muy difícil y quizás sea una de las razones por las que no hay más mujeres en este trabajo. He compartido la responsabilidad de los hijos con mi marido, si no hubiera sido así habría sido imposible”.

Aún recuerda cómo en el año 98, ante una oferta de trabajo fuera de Andalucía le preguntaron a su marido qué le parecía, si tenía inconveniente. “Pregúntaselo a ella, es la que tiene que hacer el trabajo”, contestó él. “Nos reímos los dos. Fue un comentario entre ciento veinte, lo consideramos anecdótico. No me parecería bien que me hiciesen esa pregunta ahora”.

Estará de vuelta de su primera maternidad en 2003, de nuevo como técnico en un CDF. En 2004, vuelve a Algodonales, le tocó vivir el incendio de Río Tinto en el que se perdieron más de 34.000 hectáreas, un incendio que marcaría a la comarca durante muchos años.
En 2005 tiene a su segundo hijo “y no pude trabajar”. Se reincorpora en 2006 y compagina la campaña de incendios con la redacción de planes de ordenación, trabajos preventivos y otros trabajos de ingeniería forestal.

En el año 98, ante una oferta de trabajo fuera de Andalucía, le preguntaron a su marido qué le parecía, si tenía inconveniente. “Pregúntaselo a ella, es la que tiene que hacer el trabajo”, contestó él. “Nos reímos los dos. Fue un comentario entre ciento veinte, lo consideramos anecdótico. No me parecería bien que me hiciesen esa pregunta ahora”

En el año 2008 consigue ser fija en el trabajo y se centra definitivamente en la lucha contra los incendios forestales. Se suceden campañas y momentos que ahora sirven para recordarlos y esbozar una sonrisa. Como aquel en Casarabonela, en el año 2009, cuando después de una dura jornada de trabajo todo su equipo llega cansado al hotel de noche para dormir y el encargado buscaba con la vista al jefe del mismo y al no identificarla preguntó “¿pero, dónde está el jefe? Y todos le señalaron con el dedo: es ella ¿es que no la ve? Aún recuerdo la cara de sorpresa que se le puso”.

Desde 2019 es Técnico de Operaciones Analista del INFOCA en Sevilla.

¿Hay machismo en el mundo de la extinción de incendios forestales?

Llanos-helitransportada-INFOCAEs una cuestión de actitud personal, nunca me he sentido distinta al resto de mis compañeros por ser mujer, ni discriminada. Siempre he intentado aprender y absorber el conocimiento y la experiencia de los que llevaban más tiempo. Aprendí muchísimo de la gente del campo que, al principio, se sorprende cuando ve a una mujer joven al frente de una cuadrilla de incendios”.

Esa prudencia femenina le ayudó desde el primer momento a saber moverse en un ambiente hasta entonces muy masculinizado, a relacionarse con los compañeros, más experimentados en muchos casos. “Hay que tener mucha mano izquierda cuando eres joven y tienes tan poca experiencia. Debes preguntar y aprender, no dar órdenes. En aquella época fui una esponja, con los ojos bien abiertos y los sentidos alerta”.

Una mujer, de repente, en un grupo que solo ha sido de hombres invita a reajustar las relaciones porque los hombres suelen sentirse obligados a cambiar comportamientos, comentarios, actitudes o códigos claramente masculinos que no se mantienen cuando hay mujeres delante. “Eso dura los tres primeros días, una vez que cogen confianza oyes los mismos chistes, los mismos comentarios, los mismos tacos o actitudes que pueda tener cada uno a nivel individual cuando no hay condicionantes sociales. Eres un miembro más para todo”.

Llanos no cree que su profesión sea más machista que cualquier otra, al menos ella no ha vivido situaciones que claramente identificase como tales. “Yo hablaría de actitudes de personas, a nivel individual, que no por protagonizarlas hombres se pueden considerar automáticamente machistas. No he cobrado menos que mis compañeros, ni me han acosado, ni me he sentido distinta, siempre me he sentido uno más. A veces, surgen problemas puntuales en el trabajo, como en cualquier sitio, pero no lo han sido por una cuestión de género”.

Llanos no cree que su profesión sea más machista que cualquier otra, al menos ella no ha vivido situaciones que claramente identificase como tales. “Yo hablaría de actitudes de personas, a nivel individual, que no por protagonizarlas hombres se pueden considerar automáticamente machistas. No he cobrado menos que mis compañeros, ni me han acosado, ni me he sentido distinta, siempre me he sentido uno más.

Cualidades distintas y complementarias

llanos-incendio-infocaEl trabajo en primera línea de fuego es físicamente exigente, muy exigente en ocasiones. Hay que manejar herramientas que requieren fuerza, en pendientes muy elevadas, con altas temperaturas, después de realizar, en ocasiones, un gran esfuerzo físico para llegar hasta el fuego, y hacerlo en un ambiente cargado por el humo, cualquiera puede imaginar que se requiere de unas buenas condiciones físicas o, al menos, cierta costumbre en labores de campo que requieren fortaleza. De hecho, distintos estudios demuestran que, en ocasiones, el esfuerzo de apagar incendios es similar al que realiza un ciclista de élite en una etapa del Tour de Francia. Así que la pregunta que se hacen muchas personas es si una mujer puede realizar el mismo trabajo físico que un hombre en una cuadrilla o brigada de incendios.

Ya no es una regla que los hombres sean más fuertes físicamente que las mujeres, hay de todo, y cada uno compensa sus posibles limitaciones con otras habilidades. Formas equipo con distintos compañeros y no todos tienen las mismas cualidades, sean hombres o mujeres, cada uno aporta algo distinto y desarrolla distintas responsabilidades. No hay que mirar si es hombre o mujer, los unos entrenan más unas capacidades y las mujeres otras. Por otra parte, como técnico de una helitransportada, tu trabajo es mucho más intelectual, de organización y de prevención de riesgos que físico. Tienes que tener capacidad de pensar a más largo plazo y de cuidar las relaciones del grupo para que sea un equipo”.

Si no te gusta lo que haces, no es este un trabajo fácil y Llanos lo cuenta con tal naturalidad que parece sencillo. “Me encanta mi trabajo: sobrevolar, planificar, coordinar al equipo, trabajar duro muchas horas para ver cómo has salvado bosques y casas, todo esto es muy gratificante. Cuando te llaman y dicen “vamos”, ese momento es un subidón de adrenalina”.

¿Hasta cuándo? “Me encantaría jubilarme en incendios, ojalá tenga esa suerte. No sé si haciendo esto o aquello, he evolucionado y ya he pasado por muchos puestos, pero sí sé que no se deja nunca de querer salir a trabajar, te acuerdas hasta cuando estás de vacaciones”.