Historia de la fuerza aérea del 43 Grupo contra los incendios forestales (de 1971 a 2008)
La utilización del medio aéreo en tareas de protección contra incendios forestales comenzó a principios del siglo XX; teniendo como misión la detección de incendios forestales en la costa Oeste de los Estados Unidos. En la década de los treinta, se comenzó a trabajar con aviones en misiones puramente de extinción, siendo Estados Unidos, Canadá y Australia los países pioneros en este tipo de vuelos.

Beaver de la Fuerza Aérea de Estados Unidos USAF. La primera «descarga» con éxito la realizó un Beaver, en Canadá, 1950, lanzando sobre un incendio bolsas de agua de 14lts.
Tras la Segunda Guerra Mundial, aprovechando los avances tecnológicos en el mundo de la aviación y los excedentes de aeronaves militares, se comienzan a utilizar los aviones en misiones propiamente de extinción de incendios forestales y se empiezan a configurar las técnicas, los procedimientos y la doctrina de empleo de este tipo de aeronaves.
Uno de los países más castigados por los incendios forestales era Canadá. Tenía, además, el problema añadido de la inaccesibilidad por tierra de la mayoría de las zonas boscosas. En 1963, la empresa Canadair comenzó a estudiar el diseño de un avión específico para este tipo de misiones, el CL-204, un avión anfibio de 17.000 Kg. de peso que no llegó a pasar de la fase de estudio, pero que sirvió para el posterior desarrollo del CL-215, cuyo primer vuelo se efectuó el 23 de octubre de 1967.

Fotografía de Toni Sastre, del archivo de Francisco Andreu
En España, el Ministerio de Agricultura, no era ajeno al grave problema de los incendios forestales, y decidió adquirir los dos primeros CL-215, que fueron recepcionados el 8 de febrero de 1971 en la Base Aérea de Getafe procedentes de Montreal, encuadrándose en el 803 Escuadrón de Fuerzas Aéreas.
El día 4 de marzo del mismo año, fueron presentados al entonces Príncipe de España, y apadrinados por su hijo, el hoy Príncipe de Asturias, S.A.R. D. Felipe de Borbón y Grecia.
La primera misión del CL-215 fue una búsqueda SAR, al oeste del cabo Finisterre el 11 de marzo, y la primera misión de extinción se realizó el 9 de julio de 1971, en la provincia de La Coruña, siendo el lugar de carga la ría de Noya y la tripulación mixta (canadiense-española). La primera extinción con tripulación española se realizó el 23 de marzo de 1972, en la provincia de Santander, tomando agua en el Pantano del Ebro.
En enero de 1973, estos dos aviones junto con 4 avionetas L-9 (Dornier 27), con depósito de 400 litros de agua, forman el 404 Escuadrón de Fuerzas Aéreas. Tras los satisfactorios resultados en la operación de los CL-215, se decidió la compra de ocho nuevos aviones y la Unidad pasó, en diciembre de 1973, a ubicarse en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
La primera misión del CL-215 fue una búsqueda SAR, al oeste del cabo Finisterre el 11 de marzo, y la primera misión de extinción se realizó el 9 de julio de 1971, en la provincia de La Coruña, siendo el lugar de carga la ría de Noya y la tripulación mixta (canadiense-española). La primera extinción con tripulación española se realizó el 23 de marzo de 1972, en la provincia de Santander, tomando agua en el Pantano del Ebro.
Comienzan a ser fundamentales en la lucha contra los incendios
En junio de 1978, con la presidencia de S.M. la Reina Doña Sofía y S.A.R. el Príncipe de Asturias, se conmemoraron las 10.000 horas de vuelo de la Unidad y, ese mismo mes, se le concedió a la Unidad la primera Placa de Oro al Mérito Agrícola.
El año 1979 fue especialmente intenso en actividad, se volaron 3.000 horas de vuelo en extinción, y se efectuaron más de 8.000 lanzamientos de agua sobre el fuego, adquiriéndose siete aviones más.
El 8 de mayo de 1980, el 404 Escuadrón pasó a denominarse 43 Grupo de Fuerzas Aéreas.
En 1984, para subsanar las bajas de material sufridas en varios accidentes, se adquirieron dos nuevos aviones.
En septiembre de 1986, se alcanzaron las 50.000 horas de vuelo, consagrándose el 43 Grupo como una de las Unidades más operativas del Ejército del Aire.
A mediados de los 80 y debido a la dificultad en el mantenimiento de los motores, Canadair inicia el estudio de una nueva versión del CL-215, equipado con motores turbohélices, siendo el 16 de enero de 1987 cuando el nuevo propietario de Canadair, Bombardier, anuncia el lanzamiento del Programa CL-215T. En 2016 la empresa canadiense Viking Air compra a Bombardier los derechos de ambos modelos, siendo la actual responsable de las nuevas propuestas de aviones apagafuegos como el CL-415EAF.
El 3 de agosto de 1989, el Ministerio de Agricultura, firmó el contrato de remotorización, para transformar los aviones CL-215 (motor convencional) en CL-215T (motor turbohélice).
El primer avión remotorizado se recibió en agosto de 1990, consiguiéndose su definitiva certificación en el año 1993. Fecha en la que ya asumieron más de la mitad de los despliegues de la «campaña» de verano.
EI 5 de noviembre de 1993, se celebraron las 75.000 horas de vuelo de la Unidad.
El año 1994 fue especialmente intenso, se volaron en extinción 3.118 horas, todas ellas en material CL-215T, siendo la prueba de fuego de los nuevos aviones. A partir de 1995, la Unidad sólo opera con los CL-215T.
En agosto de 1999, el 43 Grupo alcanzó las 100.000 horas de vuelo, siendo casi el 50% de ellas en misiones de extinción.
Misiones internacionales en el siglo XXI

Cabina de Canadair del 43 Grupo en la base de Torrejón. Foto I. Muñoz
En el año 2001, con ocasión de la celebración del 75 aniversario del vuelo del «Plus Ultra», un avión de la Unidad realizó el mismo trayecto, la travesía del Atlántico Sur, entre Torrejón y Buenos Aires, volando un total de 68:45 horas.
En diciembre de 2002, debido al naufragio del petrolero «Prestige» frente a las costas gallegas, la Unidad colaboró en el dispositivo de vigilancia montado al efecto, hasta mayo del 2003, para controlar la aparición de manchas de petróleo en el mar.
Desde la creación de la Unidad se ha venido colaborando puntualmente en la extinción de incendios fuera de España, tanto con Marruecos como con Portugal, debido a la existencia de acuerdos bilaterales con dichos países. Pero es desde el año 2003, cuando se incrementa la participación de la Unidad en misiones de extinción internacionales, como la de Israel en 2010.
Estas participaciones, pusieron de manifiesto la necesidad de realizar intercambios con otras unidades aéreas de lucha contra incendios, al objeto de compartir experiencias y unificar procedimientos y tácticas de actuación. Así desde el año 2004, se han realizado intercambios con Francia, Italia, Croacia y Grecia y desde 2019 forma parte del Sistema rescUE de Protección Civil de la Unión Europea.
Durante la campaña de 2005, participaron con gran efectividad en multitud de incendios, destacando por su virulencia, extensión y por las pérdidas humanas ocasionadas, el de Riba de Saélices (Guadalajara). Hay que destacar en la historia de la Unidad el mes de agosto de ese año en el que se volaron 1.056 horas en misión de extinción, todo un récord si tenemos en cuenta que esa cifra ha sido en más de una ocasión el total de toda una campaña de extinción de incendios.
Ese mismo año, por Acuerdo del Consejo de Ministros del 7 de octubre de 2005, se creó la Unidad Militar de Emergencias (UME), con el fin de dar una mejor respuesta a los grandes incendios y para reforzar los dispositivos de emergencias en general. También se autorizó la adquisición de 10 aviones nuevos de lucha contra incendios forestales por parte del Ministerio de Defensa.
En el mes de julio de 2006 se recepcionó el primer CL-415, versión modernizada del CL-215T, incorporándose el segundo y el tercero en abril y septiembre de 2008.
Hasta octubre de 2008, el Gobierno español, bien a través del Ministerio de Agricultura (posteriormente el Ministerio de Medioambiente), bien a través del Ministerio de Defensa, había comprado un total de 33 aviones, de los cuales permanecían en servicio 17. En 2020 son 18 los aviones del 43 Grupo los que permanecen en activo: 14 CL-215T y 4 CL-415.
La campaña del 2006 en Galicia marcó otro de los hitos de esta Unidad, cuando llegaron a estar destacados en el aeropuerto de Santiago 7 aviones del 43 Grupo, 2 aviones franceses y 2 italianos en un intento de controlar la oleada de incendios de los 11 días más duros que se recuerdan en el Grupo.
Desde su constitución en el año 1971 esta Unidad del Ejército del Aire ha trabajado en estrecha colaboración con el Ministerio de Medioambiente y Medio Rural y Marino, pasando a depender operativamente de la UME con carácter permanente en el mes de junio de 2007.
A lo largo de su historia, esta Unidad ha sufrido cinco accidentes graves en los que han perdido la vida quince de sus miembros y las horas de vuelo han llegado ya a la cifra de 175.000.
Samuel Piñón