Buscando a la «nigra»

Es un servicio ordinario, no creáis que no, buscar pájaros por el campo en tu jornada de trabajo. Aunque se trate de una cigüeña negra, no deja de ser un servicio… ordinario, siempre y cuando tengas el lujo de trabajar en Sierra de San Pedro.

Fue a finales de verano del 2007. Entre incendio e incendio, a veces nos relajamos buscando pajaritos (en este caso una cigüeña negra).

El centro de recuperación de fauna silvestre Los Hornos (dependiente de la Dirección General del Medio Natural, de la Junta de Extremadura), había puesto en libertad una cigüeña negra recuperada y radiotraqueada (¿se puede decir así?; es, después de todo, una castellanización de la palabra radiotracking, en todo caso os comento que suelo inventarme “palabros”, así que me tendréis que permitir la licencia).

Las últimas emisiones sobre la localización del ave indicaban que se encontraba en Sierra de San Pedro, acompañando a algunos semejantes en su concentración post-nupcial, y que habitualmente, a finales de verano, elegían para hacerlo la cola de un pantano de Alburquerque como zona de paso, hasta que decidían volar hacia el Estrecho.

Aquí veis “al” Maxi con el aparato intentando coger “onda” del pájaro. Foto Oakgreen

Así que, allá me puse en marcha, acompañado por Maxi, el compañero de Villar del Rey y Rafa, (“el de los conejos”, como le llamamos afectuosamente, pues es el encargado de recorrerse los “Carrefours” para las imperiales en Sierra de San Pedro, es decir, de los vivares de conejos que incrementan la población de estos lagomorfos en la sierra), y que pertenece a la Fundación CBD hábitats (Fundación para la Conservación de la biodiversidad y su hábitat), a quien tanto tenemos que agradecer el incremento de la “adalberti” en Extremadura.

Habíamos observado días anteriores que el bando de cigüeñas negras que “post-nupciaban” en el embalse, ya no se encontraba allí, así que intentamos localizar a nuestro “cicónido negro” por la zona, por si no se había ido todavía del lugar.

Aquí el compañero Maxi intentando abarcar al árbol ¿o era un abrazo cariñoso que daba al “subérido” (dícese del alcornoque en terminología “oakgriniana”) como signo de amistad?. Foto Oakgreen

El volátil negro, reacio a mostrarse, no nos daba señal alguna. Así que decidimos, entre radiotracking y radiotracking, hacer algunas cosas que teníamos pendientes en la zona donde nos encontrábamos, por ejemplo, mejorar las condiciones del nido para el próximo año. Un nido de cigüeña negra donde había criado este año una pareja que le gustaba adornar su “casa” con cuerdas de paca, en este caso, azules. Ya sabéis que estas cuerdas son muy peligrosas, sobre todo, para los pollos, pues se enredan en ellas y, a veces, se estrangulan. Así que decidimos subir al nido y quitarlas.

En una prospección alrededor del «quercus» observamos que un “ladronzuelo” seguramente había hecho su agosto este año con algún pollo o huevo de la cigüeña. No teníamos suficientes datos para denunciar al intruso gato montés, pues de tal se trataba seguramente, así que, este día, la “flaca” (como denomino al boletín de oficios de denuncias, por lo rápido que se queda sin hojas) no se iba a estrenar.

Tras de nuestra buena acción del día, Maxi me tenía que enseñar un nido de calzada que había descubierto este año. Así que allá me llevó. Éste es:

Y de paso, como los “agentes forestales debemos tener la vista repartida como los pobres”, descubrimos uno de milano negro en el viaje de vuelta al coche.

Nido de águila calzada. Foto Oakgreen

No logramos localizar a la “nigra” en todo el día, seguramente ya se había marchado al sur con sus compañeras, pero, a pesar de ello, no fue un día en vano.
A disfrutar de él, a oxigenarnos suficientemente, que, al día siguiente, más de uno nos teníamos que poner el EPI y a “goler” a humo todo el día.
Un saludo para Rafa y al resto de los compis de CBD hábitats, que sabéis que os aprecio, a pesar de las caminatas que alguno me hacéis dar ¿Eh, Roberto?

Oakgreen