Los bosques en Europa son sistemas ecológicos y sociales
La Sociedad Española de Ciencias Forestales fija su posición ante la propuesta de una Estrategia Forestal Europea
En mayo de 2020, se ha lanzado la nueva Estrategia de la Unión Europea sobre la biodiversidad hasta 2030 “Reintegrar la naturaleza en nuestras vidas”, enmarcada en los grandes retos del Pacto Verde Europeo y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.

Foto I. Muñoz
La aprobación de esta nueva Estrategia de Biodiversidad es un acontecimiento muy satisfactorio, como lo es el anuncio en la misma de una próxima Estrategia Forestal. Los principios de ambas estrategias deben emanar del conocimiento científico y contemplar la dinámica de los bosques a largo plazo.
La transformación de ecosistemas por la acción humana es profunda, y la historia del uso de los bosques europeos es milenaria. Pero la normativa de protección de los mismos durante las últimas décadas ha supuesto una recuperación de la vegetación forestal sin precedentes. El aprovechamiento sostenible de nuestros sistemas forestales es capital no sólo por los bienes materiales que nos aporta, sino porque constituye una garantía de su pervivencia y del mantenimiento de sus múltiples servicios ecosistémicos, y entre ellos la conservación de la biodiversidad.
La selvicultura es una actividad intrínsecamente sostenible, pues es la que puede actuar con un menor grado de afectación global sobre el medio y que permite maximizar las utilidades del bosque que cada sociedad decida conservándolo. Pero ello debe hacerse dentro de un marco que considere diversas escalas espaciales y temporales, que recoja las diferencias ecológicas de distintos tipos de bosques y que no olvide que los bosques no dejan de ser sistemas ecológicos a la vez que sociales lo que también incluye a las sociedades humanas que han tenido un papel determinante sobre su composición, estructura y dinámica y no pueden sustraerse sin poner en cuestión el sistema, como muestran los grandes incendios agravados por el abandono rural.

Foto I. Muñoz
Los ecosistemas forestales y el aprovechamiento ordenado de su potencial productivo pueden mitigar la crisis climática y los daños económicos asociados mediante la fijación de carbono en monte o en productos de larga duración, el suministro de materiales ambientalmente amigables y energías limpias que alimentan la bioeconomía circular y ayuden a combatir el reto demográfico rural al vincular la población local con los montes y el potencial de desarrollo económico que implican. La gestión forestal también ayuda a evitar catástrofes como los incendios forestales que suponen un grave problema ambiental y social. Los fondos públicos para la prevención de los incendios, planes de gestión e incremento de la superficie forestal gestionada son igualmente necesarios. Obviamente deben ser compatibles con la preservación de la biodiversidad que se sustente en una gestión forestal de base ecológica que se extienda al conjunto de la superficie forestal, y no sólo en la exclusión del aprovechamiento en áreas protegidas o reservas de los escasos ejemplos de ecosistemas forestales con elevados grados de madurez.
La discusión no se puede plantear en términos de aprovechamientos forestales locales sí o no (en cuyo caso habría que sustituir estos recursos con importaciones desde terceros países o materiales no renovables): la cuestión es aplicar una selvicultura multifuncional que en cada contexto concreto optimice los servicios ecosistémicos que demandan tanto la sociedad en su conjunto como los propietarios y población vinculada a estos sistemas.
Como conclusión queremos resaltar nuestra petición de que no se deje de lado el valor de las ciencias forestales y que no se menosprecie el conocimiento atesorado durante siglos de aplicación junto con los grandes avances habidos en las últimas décadas sobre el funcionamiento ecosistémico de los bosques y su relación con las prácticas humanas. Esta mejora del conocimiento y de la capacidad de monitorizar, predecir y dirigir activamente los procesos y dinámicas de los ecosistemas forestales para su mejor gestión permite garantizar los servicios que los ecosistemas prestan a la sociedad al tiempo que su sostenibilidad a largo plazo.
Entendemos que este es el marco que debe inspirar la elaboración de la anunciada Estrategia Forestal desde una perspectiva integradora.
Sociedad Española de Ciencias Forestales