Entrevista a Eduardo Rojas Briales, candidato a decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes
“Queremos recuperar el liderazgo social que tuvo la profesión durante su primer siglo”
Eduardo Rojas ha sido el decano del COIM durante los últimos cuatro años. Se presenta ahora a la reelección con el ánimo de completar los cambios para el Colegio y la profesión que iniciaron entonces.
Es ingeniero de montes por la Universidad de Freiburg y Dr. Ingeniero de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid. Ha sido profesor de la Universidad de Lleida y lo es ahora de la U. Politécnica de Valencia. El ejercicio de la profesión lo ha desarrollado como gerente del Consorci Forestal de Catalunya y responsable del Área de Política Forestal del CTFC. Su bagaje internacional se lo da su trabajo de seis años como subdirector general y responsable del Departamento Forestal de la FAO.
Usted ha sido decano del COIM durante los últimos cuatro años ¿por qué se presenta a la reelección?

Eduardo Rojas Briales
Sabiamente, los Estatutos del Colegio prevén un máximo de dos mandatos (ocho años) para los decanos, sean a escala española o autonómica. Es un plazo razonable para llevar a cabo un proyecto que llegue a dar sus frutos a la vez que se ofrece a los colegiados la posibilidad de evaluar a los cuatro años la capacidad y acierto de la Junta, limitando el riesgo de eternizarse en los cargos. Considero que se ha conseguido un equipo cohesionado y motivado que ha alcanzado importantes logros que pretendemos reforzar y ampliar. No se trata de un programa personal sino del equipo que ha venido formando la Junta saliente y que se presenta ahora a su reválida.
Considero que se ha conseguido un equipo cohesionado y motivado que ha alcanzado importantes logros que pretendemos reforzar y ampliar. No se trata de un programa personal sino del equipo que ha venido formando la Junta saliente y que se presenta ahora a su reválida
En su programa electoral consideran al COIM como una de las entidades clave del sector forestal y le atribuye la responsabilidad de desarrollar “una función que vaya más allá de los intereses de la profesión y de sus miembros”. ¿Cree que el colectivo de ingenieros de montes tiene la misma visión de su colegio profesional, que valora como necesaria y positiva esa actividad colegial?
En múltiples ocasiones nos han trasladado los compañeros su reconocimiento por impulsar Juntos por los Bosques. Idénticamente se han expresado los dos Ministros de Agricultura con los que hemos trabajado intensamente (Isabel García-Tejerina y Luis Planas) o los representantes de los partidos políticos. Éste era el elemento central de nuestro programa en 2016. El tiempo forestal no hace recomendables actuaciones a corto plazo sino requiere de visión de largo plazo y las máximas complicidades posibles. Cabe también recordar que la Asociación de Ingenieros de Montes, además de editora de la Revista Montes, es la entidad forestal ininterrumpida más veterana de España. El Colegio es una de las entidades forestales de nuestro país con mayores recursos y sus intereses no se restringen a cuestiones concretas, sino que defiende al sector en su conjunto, lo que a la larga revertirá en más oportunidades profesionales. Todo ello otorgaba al Colegio una posición ideal para impulsar este proyecto.
Una de las actuaciones más destacadas del COIM en estos cuatro años ha sido la creación de la plataforma Juntos por los Bosques, que ha conseguido aunar intereses y presentar a un sector forestal con una voz en foros nacionales. ¿Considera que otros colectivos profesionales forestales aprecian esa misma función de liderazgo?
En general y, si cabe aún más en Juntos por los Bosques, la coincidencia con el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, PROFOR o la Sociedad Española de Ciencias Forestales ha sido muy alta y agradezco a todos ellos su apoyo, lealtad y contribución desinteresada.
El Colegio es una de las entidades forestales de nuestro país con mayores recursos y sus intereses no se restringen a cuestiones concretas, sino que defiende al sector en su conjunto, lo que a la larga revertirá en más oportunidades profesionales. Todo ello otorgaba al Colegio una posición ideal para impulsar este proyecto.
¿Qué papel debe jugar esta plataforma en los próximos años?
Perseverar en trasladar al Gobierno y grupos parlamentarios nuestras propuestas aprovechando las oportunidades que en cada momento se brinden. Una de nuestras principales oportunidades es precisamente vincular y pivotar lo forestal sobre la lucha contra la despoblación interior y el cambio climático, la transición energética, asegurar suficientes recursos hídricos de calidad o prevenir riesgos catastróficos como incendios, desprendimientos o inundaciones. Muchos discursos siguen tratando cada aspecto y subaspectos segregadamente perdiéndose muchos recursos y oportunidades por fricciones y actuaciones descoordinadas. Y para ello, resulta clave una presencia social y mediática importante con el objetivo de contrarrestar la demagogia recurrente al uso sobre la gestión sostenible de los recursos renovables cuando es, paradójicamente, la fuente de inspiración necesaria para resolver muchos de los problemas de la Humanidad.
Perseverar en trasladar al Gobierno y grupos parlamentarios nuestras propuestas aprovechando las oportunidades que en cada momento se brinden. Una de nuestras principales oportunidades es vincular y pivotar lo forestal sobre la lucha contra la despoblación interior y el cambio climático, la transición energética, asegurar suficientes recursos hídricos de calidad o prevenir riesgos catastróficos como incendios, desprendimientos o inundaciones.
¿Cómo debe ser el colegio profesional del siglo XXI?
Es obvio que la normativa que regula a los colegios profesionales de 1974 se encuentra fuertemente desfasada por el tiempo transcurrido, lo que comporta una fuerte litigiosidad ante los tribunales para interpretar las mutaciones implícitas que han comportado cambios legales posteriores como la Constitución, el Estado de las Autonomías o la pertenencia a la Unión Europea. La disparidad de actitudes hacia los colegios profesionales van desde pretender su eliminación, en aras a una plena competencia, hasta quienes prefieren mantener el statu quo, pasando por el desinterés de los sucesivos gobiernos. Nuestro sistema jurídico, pero también el sanitario, colapsaría si eliminásemos los colegios profesionales. Pero también ganar tiempo en la actual indefinición perjudica a los colegios. Sin una misión compartida de lo que como sociedad queremos de los colegios profesionales resultará muy difícil avanzar en esta cuestión.
La certificación profesional se irá imponiendo y lo más eficiente es vincularla a los propios colegios profesionales. Por excelente que sea la formación universitaria, el avance constante de las tecnologías y el conocimiento hacen ineludible la formación permanente de los ingenieros, siendo necesario ofertar cursos para adaptar o ampliar conocimientos a lo largo de toda la vida profesional (life long learning). Tanto en este último campo, como en el de la información o en el de la prestación de servicios profesionales en mejores condiciones y adaptados a cada perfil profesional, tienen los colegios profesionales un importante campo a desarrollar gracias a su proximidad y economías de escala.
Nuestro sistema jurídico, pero también el sanitario, colapsaría si eliminásemos los colegios profesionales. Pero también ganar tiempo en la actual indefinición perjudica a los colegios. Sin una misión compartida de lo que como sociedad queremos de los colegios profesionales resultará muy difícil avanzar en esta cuestión
¿Qué características profesionales debe tener el ingeniero de montes del siglo XXI, qué conocimientos y capacidades?
La combinación del dominio de ciencias naturales básicas y de las tecnologías que las integran, y todo ello enmarcado en conocimientos de las ciencias sociales, dotan a los ingenieros de montes de un bagaje excepcional que se ve reforzado por la capacidad de trabajo en amplias y diferentes escalas temporales y espaciales. También el acervo acumulado en cuestiones de relevancia ambiental, mucho antes del nacimiento de la correspondiente rama científica, identificando no solo los efectos directos y de mercado sino también las externalidades positivas o negativas, constituye una estratégica ventaja competitiva.
La mayoría de los temas emergentes actuales tienen que ver con nuestra profesión y esta puede hacer importantes aportaciones: cambio climático y energético, bioeconomía, prevención de riesgos, aguas, suelo, biodiversidad, espacios protegidos, paisaje, infraestructuras verdes, capital natural. Pero todo el potencial de estas premisas solo servirá si somos capaces de comunicarlo y que el mensaje cale. Por ejemplo, se habla ahora mucho de infraestructura verde especialmente en el ámbito metropolitano citando el ejemplo del Anillo Verde de Vitoria, pero pocos saben que ha sido diseñado e impulsado por un ingeniero de montes. En la capacidad de comunicar eficientemente mensajes, necesariamente matizados y complejos, de forma inteligible frente a los tópicos fáciles, nos jugamos el futuro como profesión.
La combinación del dominio de ciencias naturales básicas y de las tecnologías que las integran, y todo ello enmarcado en conocimientos de las ciencias sociales, dotan a los Ingenieros de Montes de un bagaje excepcional que se ve reforzado por la capacidad de trabajo en amplias y diferentes escalas temporales y espaciales
En los últimos años se ha apreciado un descenso en el número de nuevos alumnos inscritos en el título de Grado y en el Máster habilitante de ingeniero de montes ¿puede llegar el momento en el que no exista la suficiente masa crítica para mantener el Colegio de Ingenieros de Montes con capacidad de actuación e influencia social?
La preocupación primaria por la fuerte bajada de vocaciones durante los pasados diez años no es por el Colegio, que no constituye un fin en sí mismo, pero sí respecto a la profesión, dada nuestra plena convicción de su utilidad social irremplazable. La apertura de nuevos ámbitos profesionales puede verse fuertemente comprometida si no disponemos de efectivos humanos de calidad para cubrirlos. Las Escuelas y los Colegios debemos hacer un esfuerzo conjunto de comunicación a los potenciales estudiantes del futuro, en la franja de edad de 16-18 años, para trasladarles la amplitud, actualidad y atractivo de nuestra profesión.
La preocupación primaria por la fuerte bajada de vocaciones durante los pasados diez años no es por el Colegio, que no constituye un fin en sí mismo, pero sí respecto a la profesión, dada nuestra plena convicción de su utilidad social irremplazable
¿Cómo piensa incentivar la colegiación de los nuevos titulados?
Los pasados diez años han comportado importantes pérdidas de colegiados en prácticamente todas las profesiones, incluidas las ingenierías, salvo aquellas donde el requisito de colegiación se requiera inexorablemente para ejercer (disciplinas jurídicas y sanitarias). Pero es cierto que ha habido algunas excepciones como la ingeniería industrial, o incluso en nuestro caso, donde el descenso se ha ido frenando hasta equilibrarse altas y bajas el pasado año. Para motivar al aproximadamente 50% de compañeros que no se encuentran colegiados, hemos reducido al mínimo los costes de la recolegiación y primera colegiación, informado sobre las ventajas de estar colegiados, comunicado la importancia de nuestra profesión y, finalmente, hemos recordado la obligación legal de estar colegiado mientras se ejerza la profesión, o se haya accedido al puesto de trabajo gracias a disponer de ésta.
Una de sus propuestas en las anteriores elecciones era estudiar la fusión con el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales. ¿Es partidario de esta fusión? ¿por qué?
La relación con el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales y con la profesión hermana que representan siempre ha sido muy cordial y familiar a todas las escalas. No obstante, conviene clarificar que no se propuso en 2016 una fusión formal dado que en este momento no sería legalmente posible al tratarse de dos profesiones diferenciadas. Pero ese hecho no debe tampoco inducir a la inacción. Podemos integrarnos de hecho en múltiples ámbitos sin afectar a la gobernanza formal: desde la revista, cursos, servicios, oficinas, etc. Para poder avanzar, hay que ser pragmáticos y reconocer que existen puntualmente intereses contrapuestos, debido a las considerables inconsistencias del marco jurídico de las titulaciones y competencias en las ingenierías, especialmente en el acceso a la función pública que actualmente solo se pueden dirimir en el ámbito contencioso-administrativo. Confiamos que, una vez pasadas las elecciones, podamos retomar las conversaciones para ir avanzando en todo aquello que implique unos mejores servicios a los colegiados a la vez que se generan complicidades y, en el supuesto que el Gobierno abordase las mencionadas inconsistencias, para presentar propuestas conjuntas como ya ocurriera antes de Bolonia.
Podemos integrarnos de hecho en múltiples ámbitos sin afectar a la gobernanza formal: desde la revista, cursos, servicios, oficinas, etc. Para poder avanzar, hay que ser pragmáticos y reconocer que existen puntualmente intereses contrapuestos, debido a las considerables inconsistencias del marco jurídico de las titulaciones y competencias en las ingenierías, especialmente en el acceso a la función pública que actualmente solo se pueden dirimir en el ámbito contencioso-administrativo
Los planes de estudio de las universidades son otro de los focos a los que deben prestar atención los colegios profesionales. ¿Cómo afectan a la profesión de ingeniero de montes y al colegio las nuevas titulaciones de doble grado que se imparten en las universidades, como por ejemplo la de ingeniero forestal y licenciado en Ciencias Ambientales?
Actualmente hay varios dobles Grados con otras titulaciones y también títulos integrados en curso o en proceso. Si ello comporta un mayor atractivo para movilizar más y mejores estudiantes bienvenido sea, pero nunca a costa de perder contenido específico de nuestras titulaciones, ni generando reconocimientos de materias troncales como hidrología forestal, repoblaciones, caza y pesca continental, incendios o proyectos por otras asignaturas que puedan parecer próximas, pero carezcan del componente forestal y de ingeniería requerido. En futuros procesos litigiosos con titulados de la otra titulación del doble título, podría generar considerables perjuicios a largo plazo entender la equivalencia de asignaturas donde concurran las circunstancias antes descritas.
Si ello comporta un mayor atractivo para movilizar más y mejores estudiantes bienvenido sea, pero nunca a costa de perder contenido específico de nuestras titulaciones, ni generando reconocimientos de materias troncales como hidrología forestal, repoblaciones, caza y pesca continental, incendios o proyectos por otras asignaturas que puedan parecer próximas, pero carezcan del componente forestal y de ingeniería requerido
¿Le parece adecuada la actual organización de los títulos universitarios en título de Grado de cuatro años con competencias más máster habilitante o doctorado? ¿Cree necesaria otra reforma de los planes de estudio?
Dadas las debilidades de nuestro sistema educativo necesitamos títulos de Grado de 4 años. Nuestras titulaciones de Ingeniería son muy amplias. La regulación tradicional fosilizada con Bolonia de adscribir la totalidad de las competencias profesionales de cada rama de la ingeniería a los ingenieros Máster y a los Graduados solo la especialidad cursada tiene considerables inconsistencias incluida la competencia completa desde el día en que se consigue el título. Siendo más compleja, quizás deba considerarse que las competencias se vinculen a las especialidades efectivamente cursadas, mientras que la complejidad de los proyectos y cometidos se relacione al nivel cursado (Grado o Máster) y la experiencia profesional acreditada. La homologación de nuestros profesionales y el futuro de nuestras universidades requieren del reconocimiento del rol clave de la formación de nivel Máster, tanto para aquellos cometidos más complejos (planificación estratégica) como para las posiciones clave en la función pública.
Dadas las debilidades de nuestro sistema educativo necesitamos títulos de Grado de 4 años. Nuestras titulaciones de Ingeniería son muy amplias. La homologación de nuestros profesionales y el futuro de nuestras universidades requieren del reconocimiento del rol clave de la formación de nivel Máster, tanto para aquellos cometidos más complejos (planificación estratégica) como para las posiciones clave en la función pública
¿Por qué deben votar los colegiados a su candidatura?
Los colegiados deben valorar qué candidatura tiene una mayor solvencia para dirigir el Colegio tanto por la trayectoria de su equipo, los logros alcanzados durante los pasados cuatro años y la utilidad y viabilidad de sus propuestas. Por nuestra parte, recordamos lo realizado durante los pasados cuatro años para que los compañeros lo puedan contrastar. Consideramos que hemos sido capaces de integrar una visión de conjunto a escala española, a la vez de entender la diversidad territorial, forestal, cultural o lingüística de nuestro territorio en un colectivo donde coinciden compañeros formados en diferentes universidades de nuestro país y el exterior. Consideramos clave mejorar los servicios a los colegiados, difundir nuestra profesión, cohesionar al sector forestal e internacionalizar la profesión. Precisamente porque somos muy conscientes de nuestro pasado, queremos recuperar el liderazgo social que tuvo la profesión durante su primer siglo para activar y contribuir, con todo su potencial, en la resolución de los presentes retos sociales.