La ubicación para la base del retén de incendios enfrenta a Orea y la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha

Orea es un pueblo de la comarca del Alto Tajo, en la provincia de Guadalajara, a los pies de la sierra del Tremedal, entre la sierra de Albarracín y la serranía de Cuenca. Hace unos meses iba a ser, junto con Orihuela del Tremedal, el centro de las celebraciones en España por el Día Internacional de los Bosques. El coronavirus pospuso la celebración hasta que llegue un momento mejor. Hoy es noticia porque la base del retén contra incendios “de toda la vida”, se desplaza 8 km al norte, al municipio de Alcoroches y el pueblo entero de Orea lo considera poco menos que “una puñalada”. La Junta de Castilla-La Mancha alega razones técnicas para decidir la mejor ubicación en un proceso de modernización del INFOCAM. En Orea se considera que es una decisión política que no tiene justificación técnica y han presentado dos denuncias ante la Fiscalía en contra de la decisión de la Junta.

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Paisaje de Orea

“Son 15 puestos de trabajo que se pierden en Orea para llevarlos a una ubicación peor, más alejada de la zona forestal que más peligro corre en caso de incendio forestal, a una base de incendios que deben construir y gastarse 300.000 € cuando ya tienen una base en Orea, desde la que operan desde hace sesenta años, construida, pagada, reformada y mantenida por el ayuntamiento, que no le ha costado un euro al resto de los castellano-manchegos. ¿Quién entiende esta gestión de los fondos públicos y más en unos momentos como en los que estamos?”. Quien se hace esta pregunta retórica es Marta Corella, alcaldesa de Orea, recientemente reconocida con el premio Orgullo Rural por su lucha contra el despoblamiento.

La primera inexactitud es decir que nos llevamos la base de Orea. No es cierto, la base está en el término municipal de Alcoroches, en Orea no hay una base del INFOCAM. Y los trabajadores del retén viven en diferentes municipios de la comarca, no solo en Orea. Son criterios técnicos de eficiencia en el servicio y la necesidad de cumplir con unas exigencias legales de seguridad e higiene en el trabajo lo que nos lleva a crear una nueva base y a ubicarla en el lugar que consideramos técnicamente más idóneo, que es Alcoroches”, comenta Félix Romero, director general del Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

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Marta Corella

La decisión de la Junta de ubicar la base del retén contra incendios en Alcoroches viene de unos años atrás. De hecho, la base oficial del retén está en el monte, entre ambos pueblos, pero en el término municipal de Alcoroches, desde el año 97, según la Consejería de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, son las instalaciones de Orea el lugar de encuentro y llegada del retén en ocasiones. Allí aparcan los coches, permanecen en sus instalaciones cuando no es posible estar en el monte por mal tiempo o reciben formación en su aula, en la instalación del ayuntamiento de Orea.

En 2020, la Junta de Castilla-La Mancha recupera el proyecto de crear una base nueva en Alcoroches y el 28 de octubre se publica en el Boletín Oficial de la Comunidad la licitación de las obras de la nueva base por 319.921,22 euros.
El presupuesto de este contrato será financiado al 75% de su coste, por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), el 7,5% será financiado con fondos de la Administración General del Estado (AGE) y el 17,5% restante del coste, será a cargo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM).

Alguno se piensa que el dinero que viene de Europa cae del cielo, que no sale de los impuestos de todos nosotros y que podemos gastarlo de cualquier manera porque nos lo regalan. No es así, es dinero público que debe emplearse de la mejor manera posible por obligación legal y por principios”, señala Marta.

Principios que también comparte Félix Romero, “precisamente porque es nuestra responsabilidad ganar eficiencia y disponer de los mejores medios para el dispositivo de prevención y extinción, tenemos que elegir la mejor opción pensando en el beneficio de toda la región, no solo en los intereses locales o criterios de cada uno de los alcaldes. Quien debe decidir es el INFOCAM en función de criterios técnicos, nunca políticos, desde una visión de conjunto, no local, por muy lógico que sea que todos los alcaldes quieran solo lo mejor para su municipio”.

Y añade que las instalaciones de Orea “tampoco cumplen con las exigencias de seguridad e higiene en el trabajo. Reformarlas podría ser tan costoso como hacer unas nuevas, además de un largo proceso administrativo para disponer de ellas porque son propiedad del ayuntamiento y nosotros debemos disponer de unas instalaciones propias”, señala Romero.

Riesgo de incendio y tiempo de respuesta

La decisión de hacer una nueva base y de ubicarla en Alcoroches se justifica en un informe del año 2017 elaborado por los técnicos de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo. En función de dos parámetros: el riesgo de incendios y el tiempo de llegada desde los distintos puntos posibles de salida, entiende el informe que la mejor ubicación es Checa, ni siquiera Alcoroches. Señala el informe que la ubicación óptima es la que permite el menor tiempo de llegada, “con independencia de que el riesgo de incendios sea mayor o menor, o bien a aquellas zonas el riesgo de incendios es mayor. La ubicación óptima es la que minimiza estos tiempos de llegada”.

La comarca 465 a la que da servicio de forma automática este retén está formada por ocho municipios: Checa, Orea, Alustante, Traid, Tordesilos, Alcoroche, Adobes y Piqueras. En total son 53.809 hectáreas.

Este informe indica que el índice de riesgo depende de dos factores: la peligrosidad y la vulnerabilidad. La peligrosidad se establece en función de tres variables: la estadística de incendios y el peligro que se deriva del combustible y del medio fisiográfico. Mientras que la vulnerabilidad se obtiene de la conjugación de la eficacia de la defensa, el valor ambiental y la presencia humana.

De acuerdo con estos conceptos, el informe evalúa el índice de riesgo de incendios de la zona 465 y la divide en cinco niveles:

nivel nulo o despreciable, no identificado en esta zona;
nivel bajo de riesgo identificado en el 15,8 % del territorio;
riesgo medio localizado en el 51,3 % de la comarca (buena parte de los términos municipales de Orea, Checa y Alcoroches más la casi totalidad del resto de términos municipales;
riesgo alto en el 25,6 % del territorio, la mayor parte del TM de Checa, un tercio del TM de Alcoroche y la parte norte de Orea;
riesgo extremo en el 7,3 % de la comarca, localizado principalmente entre los TM de Checa y Orea.

En cuanto al análisis de los tiempos de llegada, se toman tiempos desde cada núcleo urbano de los ocho municipios hasta diversos puntos de la red viaria formada por carreteras y pistas forestales. Se divide así la comarca en polígonos. Una cuestión importante es que no solo se tiene en cuenta la comarca 465 sino la zona oriental de la provincia de Guadalajara. “Se contemplan estos dos ámbitos territoriales porque interesa que la ubicación que se elija minimice tiempos de llegada no solo dentro de la zona de despacho automático, sino además a posibles incendios que se produzcan en las zonas adyacentes”, se puede leer en el informe.

Los autores del informen superponen ambos mapas, los del riesgo de incendios y el de tiempos de llegada. Concluyen que para un tiempo de llegada menor de 30 minutos y un riesgo mayor o igual al nivel 2 (es decir medio), los dos pueblos que tiene mejor ratio son Alcoroche y Checa.

Si tienen en cuenta la zona oriental adyacente de la provincia de Guadalajara, su conclusión es que el pueblo mejor ubicado para ofrecer una llegada más rápida también para esta zona en caso de necesidad es el de Checa.

Félix Romero

“Se trata de modernizar el INFOCAM, que es un dispositivo regional, debe responder a criterios de eficiencia regional. El retén primero debe atender a la comarca, después a la provincia y más tarde a la región, si fuera necesario. No tenemos medios en todos los municipios. Pasamos de tener a la gente en el monte, en casas o instalaciones forestales, a tenerlas en entornos urbanos o proximidades por cuestiones de higiene y seguridad en el trabajo”, insiste Félix Romero.

La alcaldesa de Orea no da la misma importancia que la Consejería de Desarrollo Sostenible a la variable de dar servicio a la comarca adyacente, en caso de que fuese necesario, ella piensa en la necesidad de dar servicio a la extensa zona de pinares que hay en los términos de Checa y Orea. “Es cierto que Checa tiene más masa forestal que Orea pero el lugar para llegar antes a esa masa es desde Orea, el pueblo más al sur de la comarca. La ubicación de la base aquí tiene sentido desde finales del siglo XIX cuando se establecieron servicios forestales allí por su cercanía a todo el cono sur de la comarca, el Alto Tajo y los Montes Universales. Además, estas dos variables que utilizan para decidir en el informe no son suficientes, no tiene en cuenta por ejemplo el gran valor forestal de la zona sur y tiene en cuenta solo los conatos de las zonas agrícolas del norte”, insiste Marta Corella.

En términos parecidos se manifiesta el catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha (área de conocimiento: Producción Vegetal), José María Herranz Sanz, natural de Orea y conocedor de la fisiografía y vegetación de la zona al elaborar numerosos informes sobre vegetación, Red Natura 2000 y aprobación del parque natural del Alto Tajo. Considera “un error el traslado -de la base de Orea- ya que lo lógico es que la base de lucha contra incendios forestales se halle ubicada en el núcleo central de la masa forestal más importante de la zona, para poder sofocar rápidamente y en el menor tiempo posible un conato de incendio, y no en una localidad más distante”.

Para Félix Romerolos medios y formas de lucha contra incendios han cambiado con los años. Los incendios son iguales en zona agrícola que en forestal, el dispositivo sale a atender cualquiera de ellos porque el conato en la zona agrícola acaba afectando a la forestal. De hecho, el 80 % de los incendios que tenemos en la región se producen en zonas que no son bosques. En aquella comarca, en concreto, tenemos los siniestros en las zonas agrícolas y no en la zona más forestal del sur, donde podemos llegar de forma más rápida incluso con un helicóptero”.

Un informe técnico que contradice al de la JCCLM

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La alcaldesa de Orea denuncia que la torre de vigilancia está cerrada

El ayuntamiento de Orea encargó un informe a una consultora técnica de la Comunidad Valenciana. El informe, realizado por un ingeniero forestal y del medio natural, concluye que “no se considera idóneo el traslado del retén de Orea a una nueva ubicación en Checa, y menos todavía a Alcoroches, ya que incrementaría los tiempos de respuesta del retén a las zonas protegidas del Parque Natural del Alto Tajo, a la vez que dejaría más desprotegidos todos los enclavados de campings y albergues, y por tanto a las personas que en ellos pudieran encontrarse en el momento que se declarase un incendio”.

“En Orea hay 400 camas de alojamiento, tres rutas de geoparque, cinco áreas recreativas, un centro de interpretación del Alto Tajo y una buena cantidad de recursos turísticos. No tener en cuenta que uno de los factores de riesgo ante incendios forestales es el turismo, y la necesidad de gestionar su presencia en caso de emergencia, es una temeridad”, afirma Marta Corella.

Este informe señala que los dos únicos municipios de la comarca 465 ubicados dentro del Parque Natural del Alto Tajo son Checa y Orea. Recuerda que los incendios forestales “son uno de los principales factores de amenaza sobre este espacio de la Red Natura 2000”, no solo por la alta incidencia de rayos sino por la mayor importancia de los incendios de carácter antrópico debido a negligencias. Recuerda que Orea es el municipio con más instalaciones recreativas de todos los pueblos de la comarca, con capacidad para 560 personas.

En su análisis discute las conclusiones de peligrosidad y vulnerabilidad con las que el informe de la Junta define el TM de Orea. En cuanto a la peligrosidad, señala este informe, que se debería reflexionar si se contabilizan los conatos o los incendios mayores de 1 hectárea para determinar la peligrosidad estadística. Indica, además, que debería tenerse en cuenta lo que afirma el Plan de Gestión del Alto Tajo: “el alto riesgo de incendio por rayos para toda la superficie del sistema Ibérico”.

dia-internacional-bosques-oreaEn cuanto a la peligrosidad por combustible recuerda este informe la caída de árboles por la tormenta de 2018; compara el territorio de Orea con la estructura y fisiografía muy similar a la del monte de Poyatos (Cuenca), que sufrió un incendio en 2019 y concluye que “la zona alberga una alta peligrosidad propia del modelo de combustible existente” y por la fisiografía del territorio, “ con zonas quebradas o con fuertes pendientes que se corresponden con las hoces del Tajo o vertientes a éstas tal y como ocurre a lo largo de todo el límite con Teruel y Cuenca”.

En cuanto a la vulnerabilidad, entiende este informe que el valor ambiental es máximo “teniendo en cuenta las diferentes figuras de protección que se dan en su término, como son los LIC, ZEPA o formar parte del Parque Natural del Alto Tajo, figura que sólo comparte con Checa”.

En cuanto a la presencia humana entiende el informe que ha quedado demostrada que es el término municipal con mayor presencia humana e instalaciones recreativas en los terrenos forestales. “Esto ya implica una gran amenaza en caso de incendio para bienes de naturaleza no forestal y sobre todo para personas que pudieran estar alojadas en estas instalaciones”.

Y destaca un punto especialmente peligroso en caso de incendio, la Hoz Seca, “una zona sin cobertura de telefonía móvil y en una zona de sombra para los puntos de detección fijos de incendios del servicio INFOCAM, por el cierre de la torre de vigilancia de San Cristóbal”.

Teniendo en cuenta la nueva catalogación del término forestal de Orea como de alto riesgo de incendio, la mayor presencia de turismo en el territorio, el valor ambiental del espacio natural del Alto Tajo en los términos de Checa y Orea, la disponibilidad de vías rápidas de acceso que pasan por la población de Orea y la disponibilidad de una base ya construida en Orea, el informe concluye que este es el municipio más adecuado para ubicar el retén de incendios.

“La Consejería dispone de técnicos cualificados con experiencia en muchos incendios, que conocen el dispositivo y sus posibilidades y, siempre según sus criterios técnicos, deciden dónde deben ubicarse los efectivos para ganar eficiencia a nivel regional. Es nuestra responsabilidad, esto no lo decide cada alcalde en función de sus intereses. No podemos decidir solo en función de criterios locales o comarcales, por eso Alcoroches es la mejor ubicación para el retén de la zona 465”, concluye Romero.

La base del retén de incendios en Orea desde hace 60 años

orea-paisaje-osboLa base de Orea cuenta con sala de formación para un centenar de personas, sala de estar-comedor para 40 personas, con cocina, dos aseos con ducha, uno de ellos adaptado, sala de ordenadores y taquillas. También dos cocheras municipales, (en una de ellas se invirtió hace apenas un año más de 3.000 €). La inversión en los último diez años, realizada siempre por el municipio, supera los 30.000 euros.

“Llevamos sesenta años manteniendo con nuestros riñones la base del retén de incendios en Orea. Ningún municipio, ni la Junta de Castilla-La Mancha ha preguntado nunca cuánto tenían que poner por mantener un servicio esencial para todos. Insisto, instalaciones que están en perfecto estado y que se utilizan por el retén a diario”, recuerda Marta Corella.

Félix Romero indica que el retén “está en la actual base de Alcoroches durante la campaña de riesgo de incendios. El resto del año, cuando no está trabajando en el monte, los días de lluvia o nieve, puede encontrarse en Orea utilizando el aula de formación”.

Marta Corella se queja amargamente de la falta de gestión forestal en los montes que un día fueron el principal medio de vida de los pueblos de la zona. “Son Montes de Utilidad Pública, responsabilidad de la Junta de Castilla-La Mancha. No hay dinero nunca para gestionar estos montes y aparecen 300.000 € para hacer una obra que no es necesaria”. La tormenta de 2018 tiró miles de árboles “y aún tenemos algunos caminos cortados por madera caída”, asegura Corella.

Presentación de denuncia frente a Fiscalía

El ayuntamiento de Orea ha presentado dos denuncias ante la Fiscalía. Una de ellas alega «indefensión y quebranto de los derechos fundamentales de los ciudadanos» al no disponer de la oportunidad de presentar alegaciones a esta decisión. La segunda denuncia es por “imprudencia temeraria” del gobierno regional.

La licitación de la nueva base se publicó el 28 de octubre y hoy 18 de noviembre está previsto que se abran las ofertas. “Se ha hecho de espaldas a nosotros sin posibilidad de presentar unas alegaciones, solo el mensaje de que esto ya está decidido y la licitación lo demuestra: no hay vuelta atrás. Pues vamos a la Fiscalía y donde haga falta para defender a los pueblos pequeños. El problema es que se hace enfrentando a dos pueblos pequeños por un servicio público y esto es perverso”.

Desde la consejería se afirma que han sido varias las reuniones en las que se comunicó al ayuntamiento de Orea la decisión de hacer una nueva base en Alcoroches, “la ultima en el mes de marzo”.

A Félix Romero, por su parte, le parece “triste que se judicialice una decisión técnica de la administración, nos hace perder mucho tiempo y energía”, para preguntarse “¿Cada vez que un alcalde no esté de acuerdo con una decisión de la Junta se va a llevar a los tribunales?” Y advierte del “peligro que supone crear un clima de aparente confrontación cuando se trata de incendios forestales. ¿Acabaremos en los tribunales por que se nos quemen equis hectáreas cada año?, o ¿tendremos que medir nuestra eficacia por las hectáreas que salvamos que quemarse cada temporada?”.

A no ser que entienda la Justicia que hay razones para detener el proceso de construcción de la nueva base, la decisión es firme y el retén de incendios de la comarca 465 tendrá en diez meses su nueva base en Alcoroches.