Castilla y León: una región forestal que no aprovecha todo su potencial

Un informe del Centro Económico y Social (CES) de Castilla y León reconoce el potencial forestal de la región como motor de empleo y bioeconomía y su capacidad para fijar población en zonas de montaña, a la que considera “única e insustituible”. Indica debilidades y fortalezas públicas y privadas en el sector; hace una serie de propuestas para mejorar la coordinación entre administraciones públicas y el sector privado, y señala las oportunidades de aumentar el aprovechamiento de los recursos naturales, como la madera, que se aprovecha el 39 % de su crecimiento anual, el ecoturismo, la industria agroalimentaria basada en el bosque, la construcción con madera y el desarrollo de la biorrefinería. Su principal conclusión es que CyL dispone de “una gran cantidad de recursos forestales sin aprovechar que suponen un enorme potencial para su desarrollo económico e industrial”.

informe-sector-forestal-castilla-león-osboEn un análisis DAFO, el informe “El sector forestal en Castilla y León” señala las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que tiene el sector forestal castellano leonés. Entre sus fortalezas está precisamente esta última, la disponibilidad de recursos forestales que pueden aprovecharse y convertirse en un motor de desarrollo de la región. A esta debe unirse el buen nivel de conservación de los ecosistemas; la disponibilidad de especies forestales de alto valor económico; que la actividad forestal y maderera cuenta con tradición en la comunidad; la implantación industrial en las zonas más forestales y una “buena oferta formativa a nivel profesional y disponibilidad de buena capacidad técnica local”.

Sin embargo, a tenor de los resultados que recoge el informe, las debilidades pesan más o, al menos, lo suficiente como para que el sector no desarrolle todo su potencial. Castilla y León aprovecha el 39 % del crecimiento anual de sus bosques, cuando la media nacional está en el 41 % y la europea en el 75 %, aunque “este dato europeo sólo considera la madera de especies industrialmente valiosas y disponibles”, mientras que en España se contabilizan todas las cortas de madera.

Recientemente, el análisis del estado de los bosques en la Unión Europea reconocía la sostenibilidad de la gestión de sus bosques, al aumentar todos los años la superficie arbolada, a pesar a pesar de cortar el 75 % del crecimiento anual y de los problemas crecientes de plagas, enfermedades e incendios forestales.

Para el informe del CES, este porcentaje de aprovechamiento “pone de manifiesto que los bosques en Castilla y León operan como reservas de madera que es explotada industrialmente por debajo de su potencial”.

Debilidades y soluciones

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Foto I. Muñoz

Entre las debilidades, señala el informe del CES: bajas densidades de población, elevados índices de masculinidad y alto grado de envejecimiento de sus habitantes. Detecta escasez de emprendimiento y falta de un modelo atractivo para el trabajador forestal, “unido a una actividad escasamente profesionalizada, de baja cualificación y formación”.

Indica también que “hay carencias de visión estratégica en el desarrollo industrial” del sector y bajas inversiones empresariales en I+D+i, lo que provoca “baja capacidad de innovación, adaptación y desarrollo de nuevos productos y líneas comerciales”, además de un bajo nivel de digitalización del sector.

Por ello, considera fundamental establecer medias transversales que refuercen el papel del sector forestal en el marco de la bioeconomía, la economía circular, y la economía verde; fomentar la I+D+i “para incrementar el valor añadido de la producción”; “el apoyo institucional a las marcas de garantías existentes de productos forestales y la puesta en marcha de líneas de ayuda específicas para el sector “.

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Pinos silvestres. Foto I. Muñoz

Descubre el informe “fallos en el sistema de gobernanza y de las relaciones entre el sector público y privado”. Y señala que es necesario reforzar la coordinación entre las consejerías “en cuestiones que afectan al sector forestal, particularmente en los ámbitos de agricultura, ganadería e industria y especialmente necesaria resulta esta coordinación entre las Consejerías de Fomento y Medioambiente -donde recaen las competencias forestales y a quien pide que lidere esa responsabilidad-, y la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

Pide el informe se refuerce la colaboración con las confederaciones hidrográficas en actividades concretas, tales como la restauración de la vegetación de ribera y el apoyo a la populicultura.

Identifica el informe en la región un mal endémico del sector a nivel nacional, de forma general: la falta de comunicación hacia la sociedad. Y refiriéndose al conocimiento estadístico forestal regional, reconoce que hay “poca información, desactualizada, bajo nivel de detalle y con escasa posibilidad de verificación”. En este sentido, considera necesario disponer de “estadística sistemática, actualizada y completa sobre la recolección de productos no maderables y su transformación industrial, número de empresas, producción y valor de las fabricaciones”, así como el empleo asociado.

Termina la enumeración de debilidades con la fragmentación de la propiedad. Hay más de 700.000 propietarios privados, con una superficie media de 3,1 ha por monte. En León y Burgos, es incluso menor, con poco más de una hectárea de media. Salamanca con una media de 9 ha por monte, es la que tiene la superficie privada media más alta.

En Castilla y León, el 51% de la superficie forestal es pública y el 49% privada. Por provincias, Palencia (87%) y León (79%) se destacan como las provincias con mayor proporción de superficie pública mientras que Salamanca con un 88% y Ávila con un 71%, son las provincias con mayor proporción de superficie privada.

En España, el 66% de los terrenos forestales es de titularidad privada. En la Unión Europea (UE-28) los porcentajes son parecidos, el 60 % es privada.

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Recoge el informe que “la cadena de valor de la madera, incluyendo las actividades de selvicultura y aprovechamientos maderables, aporta algo menos del 1% del Valor Agregado Bruto a la economía regional”.
Está en la media nacional, pero por debajo de Galicia, primera comunidad forestal de España, donde representa un 1,2 % y lejos de lo que supone en los países más forestales de la Unión Europea (Letonia, Finlandia y Estonia) donde aporta el 4%.

En esta valoración de lo que aporta el sector forestal hay que tener en cuenta que no se contabilizan, por no estar valorados, las cadenas de valor de productos forestales no maderables como la resina, piña, setas, corcho y otros. Tampoco se contabilizan los servicios ecosistémicos de los espacios forestales, como la fijación de carbono, la conservación de la biodiversidad, la aportación hidrológica o la fijación de suelo, por ejemplo, porque carecen de valores del mercado. Es evidente que si se contabilizasen estos servicios la aportación de los terrenos forestales a la economía aumentaría notablemente.

La tercera parte del informe es una recopilación de las principales magnitudes forestales en Castilla y León.

Existencias de madera

madera-cortada-paque-osboCastilla y León dispone de más de 150 millones de metros³ de madera, con más de 7 millones de metros³ de crecimiento anual. Es la segunda Comunidad Autónoma con más volumen maderable, después de Galicia.

Según las estimaciones del tercer inventario forestal nacional (IFN3), la biomasa total de los árboles de Castilla y León es de 190 millones de toneladas y el carbono que almacenan es de 95 millones de toneladas.
Castilla y León tiene una superficie total de 9,4 millones de ha, de las cuales 5 millones de ha son terreno forestal (52 %). 2,9 millones de ha son superficie forestal arbolada (32 %). León, con más de un millón de hectáreas, es la provincia con mayor superficie forestal total, mientras que Valladolid es la que menos con algo más de 150.000 ha.

Las coníferas ocupan casi el doble de superficie que las frondosas: casi 1,7 millones de ha (57 % de la superficie arbolada) por algo menos de un millón (30%), respectivamente. Las masas mixtas ocupan casi 400 mil ha (13 %).

Pinus sylvestris con 40 y Pinus pinaster con 34 millones de m³ son las especies con mayores existencias, seguidas del Quercus pyrenaica con 20 millones de m³ y el Quercus ilex (encina) con 10 millones de m³.
Se debe destacar las distintas variedades de chopo, Castilla y León es la comunidad donde más existencias hay, 8 millones de m³, lo que supone el 45 % de las existencias en España.

En 2018, la superficie forestal por habitante castellano leonés es de 2,04 ha/habitante. Cabe destacar Soria, que, debido a su baja población y a su elevada superficie forestal, alcanza las 6,75 ha/habitante mientras que Valladolid, que es la provincia más pequeña y poblada, solamente tiene 0,3 ha/habitante.

Según el informe, Castilla y León es la comunidad autónoma que cuenta con la mayor superficie de monte certificado en Gestión Forestal Sostenible con casi 750.000 ha, a través de PEFC y FSC. Y más de 900.000 ha cuentan con planes de ordenación.

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Actividad de la madera

informe-castilla-leon-empresas-forestales-poblaciones-osboEl 46 % de la industria de la madera se distribuye en localidades rurales de menos de 2.000 habitantes, un 28 % en localidades de menos de 10.000 habitantes y el 26% restante en poblaciones con más de 10.000. Esto refleja “el carácter marcadamente rural de esta actividad, su importancia en el desarrollo económico, en la generación de empleo y en la fijación de población de las áreas rurales, especialmente las más pequeñas”, señala el informe.

Burgos, Soria y León son las provincias que más volumen maderable tienen, con cerca de 30 millones de m3 cada una. Y también son las que presentan mayor crecimiento anual En cuanto al crecimiento anual, León, Burgos y Soria incrementan su volumen maderable con unos 1,3 millones de m³ al año.

Entre 2008 y 2018 en Castilla y León se cortaron 2,7 millones de m³ anuales, de los cuales se destinaron 1,9 millones de m³ para fabricación de productos y lo restante para leña y biomasa.

Según los datos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en Castilla y León se concentra “el mayor volumen de producción de pellet a nivel español, con unas 223.000 toneladas/año, de las que el 92% están certificadas con el sello de garantía ENplus. Operan actualmente 13 fábricas de pellet, siete de ellas certificadas. La producción nacional es de 714.000 toneladas anuales en 82 fábricas, 39 certificadas”.

Considera necesario el informe del CES promocionar el uso de madera de la región en la construcción en general y en la rehabilitación y construcción de edificios públicos. Y para ello propone una serie de medidas como la implantación de una formación técnica de construcción con madera en aquellos grados y títulos universitarios relacionados con la construcción para “tratar de convertir a Castilla y León en un referente en la sustitución de otros materiales por madera”.

Empleo

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Foto Eural

En 2018 había registrados en Castilla y León 10.107 empleados en sectores económicos vinculados al sector forestal. La mayor proporción de empleados estaban en Valladolid, Burgos, Soria, León, y Segovia, entre todas suman el 79 % de los empleos forestales. total. Las provincias con menos empleo son Salamanca, Palencia, Ávila y Zamora, cada una con menos del 10% del total de la Comunidad.

Se distribuyen en las actividades de silvicultura (22 %), industrias de madera (41 %), papel (22 %) y mueble (15 %). En el período 2009-2018 el sector tuvo una pérdida de 3.660 empleos, un 26% del total. Esa pérdida de empleo se distribuyó en las actividades de silvicultura, 25 %, industria de madera, 19 %, papel, 5 %, y mueble, 53 %. “Al presentar los datos por trimestres, se observa el carácter estacional del empleo asociado al bosque, y la estabilidad laboral que ofrecen las industrias de la madera y el papel”.

Valladolid, Burgos y Soria son las provincias donde se ubican establecimientos industriales que contratan mano de obra, mientras que Zamora y Ávila son las provincias en las que menor desarrollo se observa en estas actividades. León destaca por el empleo en la actividad relacionada a la silvicultura. Soria y Segovia son las provincias dónde el empleo ligado al sector forestal es más importante, estando el 5% y 3% del total de los trabajadores vinculados al sector, respectivamente.

Otros bienes y servicios ambientales

Destaca el informe el enorme potencial castellano leonés en productos como la resina, con cuatro de las cinco fábricas de transformación de miera que hay en España. Es líder nacional en producción de piñón, setas silvestres y superficie regulada para su aprovechamiento, así como de producción de castaña.

Sin embargo, reconoce que “no existen registros sistemáticos de la recolección de todos estos productos ni de su transformación industrial”. Tampoco existen registros sistemáticos de la caza y la pesca, que “generan importantes ingresos no cuantificados”. Esto impide conocer su aportación económica y su capacidad de creación de empleo.

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La fijación de CO2 no está cuantificada económicamente “al no haberse realizado inventario de gases de efecto invernadero (GEI) a escala regional”. Por otro lado, la última valoración económica de los servicios ambientales como la conservación de la biodiversidad, o los servicios culturales y paisajísticos tampoco se han tenido en cuenta en este informe al ser de más de diez años la última valoración que se hizo.

En la elaboración del informe han participado CESEFOR y la Universidad de Valladolid por encargo del CES.