Los árboles derribados por la borrasca Filomena en los montes pueden convertirlos en un polvorín si no se retiran cuanto antes

El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales COITF cree que en los montes afectados por Filomena hay tantos o más árboles y ramas derribadas que en las ciudades y que serán combustible para los incendios en el verano si no se retiran. “Cuando se sequen van a convertir en un polvorín extensas zonas de monte”. En su opinión, urge, una vez se retire la nieve, actuar urgentemente, para lo cual solicita se declaren Zona de Actuación Urgente.

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Monte Valdelatas en la Comunidad de Madrid, muy afectado por la borrasca Filomena. Foto @JM_ImpassiveW

Los expertos en arbolado urbano tardarán semanas en evaluar completamente los efectos de la borrasca Filomena en el arbolado de las ciudades. Mientras esto sucede, el deshielo ha permitido recorrer algunos caminos y pistas forestales y la primera impresión es que hay zonas que han sufrido tanto o más que el propio arbolado urbano.

En un primer análisis visual, distintas fuentes avisan que las zonas de pinares piñoneros en el oeste de la Comunidad de Madrid han sido duramente castigadas por la nevada. Municipios como Cadalso de los Vidrios o San Martín de Valdeiglesias podrían perder una parte muy importante de los ingresos que proporcionan estos pinares.

El decano del COITF, José González Granados, considera que “es hora de adentrarse en algunas zonas forestales para evaluar los daños producidos en el arbolado. Está afectado todo el centro peninsular; la prioridad es limpiar las pistas para poder transitar y facilitar la prevención y defensa contra incendios forestales. En los bosques en los que se pueda entrar habrá que retirar cientos de árboles muertos y, si es posible, sacar la madera para evitar también la proliferación de plagas forestales”.

Asegura el COITF que “la caída de árboles en nuestros montes es relativamente habitual y puede ser incluso beneficiosa para su dinámica, ya que puede contribuir al aumento de la biodiversidad”. Sin embargo, observan a primera vista un elevado número de árboles derribados y concentrados en algunos lugares, lo cual “puede ser peligroso ya que se incrementa su combustibilidad y puede ser foco de plagas forestales por insectos perforadores”, lo cual no es un problema para el arbolado muerto pero sí puede serlo para los ejemplares dañados y que han quedado en pie.

“Los daños por temporales, no dejan de ser parte de la dinámica natural de los ecosistemas y en las zonas en la que existe una recurrencia importante tiene que ser un factor a tener en cuenta en su gestión y en los tratamientos que se deben aplicar», afirman desde el COITF.

Consideran los ingenieros forestales que puede ser positivo para la regeneración natural del bosque “la apertura de huecos en la masa forestal”, aunque para ello apunta que es necesario “iniciar las actuaciones en cuanto sea posible”. Consideran que, para acelerar este proceso, estas zonas afectadas por la borrasca Filomena deberían ser declaradas Zona de Actuación Urgente y que cuenten con un presupuesto especial para realizar las actuaciones necesarias.