Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón unidas para frenar la despoblación

Los presidentes de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, de Aragón, Javier Lambán, y de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha reunido hoy en Albarracín (Teruel) para reclamar al Ejecutivo central medidas concretas que frenen la despoblación. Proponen la tramitación inmediata de ayudas a zonas despobladas después de su aprobación por la Comisión Europea, como por ejemplo la reducción de un 20 % en los costes laborales de las empresas instaladas en las provincias de Soria, Cuenca y Teruel.

presidentes-lambán-page-mañueco-albarracin-osboLos tres presidentes han solicitado al Ministerio de Transición Ecológica y Reto demográfico una cumbre para abordar el reto de la despoblación entre las comunidades más afectadas, que además de las tres citadas serían Galicia, Asturias, Cantabria, Extremadura y la Rioja.

Las nuevas directrices sobre ayudas regionales para el periodo 2022-2027, publicadas por la Comisión Europea el pasado 19 de abril, entren en vigor en cuanto el Ejecutivo comunitario apruebe el nuevo Mapa de Ayudas, sin esperar al año que viene. Así lo han hecho constar en una solicitud conjunta que se va a remitir al Gobierno de España.

Cuando llegó el momento de revisar las Directrices de Ayuda de Finalidad Regional (DAR) de la Unión Europea para el periodo 2022-2027, las tres autonomías adoptaron un planteamiento conjunto con objeto de que la UE reconociese a las tres provincias como zonas desfavorecidas.

De esta forma, suscribieron una solicitud conjunta en Soria, el pasado 3 de julio de 2020, por la que solicitaron que estas áreas recibiesen la consideración de zonas con muy baja densidad de población, por tener menos de 12,5 hab/km², y tuviesen derecho al régimen de compensación reconocido a determinados países nórdicos. Por otra parte, hicieron llegar a la Comisión Europea a través del Gobierno de España su planteamiento conjunto para que fuese tenido en cuenta en la elaboración de las nuevas directrices.

Consideran los tres presidentes autonómicos que “tal y como indican las nuevas directrices, las áreas poco pobladas adyacentes a Teruel, Cuenca y Soria también puedan acceder a las subvenciones para las empresas que son susceptibles de recibir estas tres provincias”.

presidentes-lambán-page-mañueco-osboHan señalado que los costes de la prestación de determinados servicios como la educación o la sanidad son mucho más caros en el medio rural que en la ciudad. Reclaman que la lucha contra la despoblación debe estar en la agenda de la próxima Conferencia de Presidentes. Allí debe abordarse que “el nuevo modelo de financiación contemple criterios demográficos para cuantificar el coste de la prestación de los servicios”.

Para Lambán “el tiempo de las grandes estrategias y planes ya ha pasado. Todos conocemos el diagnóstico y lo que hay que hacer, siendo necesario pasar de las musas al teatro y empezar a desarrollar políticas concretas”.

Casi todas las comunidades autónomas tienen sus estrategias de dinamización del medio rural aprobadas o en fase de redacción al margen de la Estrategia de Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España. Por ello, Lambán ha invitado al Gobierno central a “que siga la estela de las comunidades sin tener que recurrir a otros actores y ofrezca respuestas concretas como una buena financiación autonómica y una PAC que progresivamente elimine los derechos históricos”.

Ha criticado el término España vacía o vaciada y considera que “no es práctico hablar de reto demográfico vinculado al factor del envejecimiento, sino que queremos vincularlo a la dinamización del medio rural”.

Señalan los tres presidentes que las provincias de Cuenca, Soria y Teruel llevan décadas sufriendo un intenso y progresivo fenómeno de despoblamiento con muy baja densidad demográfica, lo que hace que su situación económica sea extremadamente desfavorable en relación con el conjunto de la Unión Europea.

La despoblación y el abandono rural de las actividades tradicionales, como la gestión del territorio, es uno de los problemas de base de los grandes incendios forestales. Más vegetación con condiciones meteorológicas más extremas de sequía prolongada y altas temperaturas se convierte en combustible fácil para fuego.