Castilla y León se pone a punto para entrar en su época de peligro alto

Desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre Castilla y León estará en su época de peligro alto de incendios forestales EPA. Los datos de incendios y hectáreas quemadas hasta ahora son sensiblemente mejores que los del último decenio, pero la previsión de oleadas muy calurosas y secas durante el verano obliga al dispositivo de extinción a mantener la alerta máxima.

Medios humanos

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José Ángel Arranz, director general del Medio Natural y el consejero de Fomento y Medio Ambiente Juan Carlos Suárez-Quiñones en la presentación del dispositivo de 2021

En Castilla y León podrán movilizarse hasta 4.504 profesionales forestales para hacer frente a los incendios forestales. En el momento de máxima disposición, el dispositivo lo forman:

  • 316 ingenieros;
  • 775 agentes medioambientales, celadores y otros;
  • 1.434 trabajadores fijos discontinuos;
  • 516 trabajadores de cuadrillas helitransportadas;
  • 1.236 trabajadores de cuadrillas de tratamientos selvícolas;
  • 227 profesionales de tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria.

Destaca la Consejería “la incorporación de 18 nuevos agentes medioambientales y 7 ingenieros interinos con el fin de reforzar las comarcas y provincias más necesitadas”. La plantilla técnica se completa, en la época de peligro alto, con la contratación de 30 ingenieros forestales para los Centros Provinciales de Mando (CPM) y en el Centro Autonómico de Mando (CAM) para la época de peligro alto (EPA).

En 2021 se producirá un incremento del tiempo medio de las cuadrillas de tierra, hasta los 7,5 meses de media y las autobombas de León y Zamora alcanzarán los 9 meses.

El helicóptero de coordinación de la Junta aumenta su período de trabajo hasta los 6 meses y cuenta con un piloto de refuerzo para minimizar las paradas técnicas.

Medios materiales

autobomba-castilla-león-osboLos medios materiales del dispositivo para 2021 son: 546 unidades terrestres, 31 medios aéreos ubicados en bases de Castilla y León y 224 puntos de vigilancia.

– 187 autobombas y 125 vehículos Pick-up. Tres nuevos camiones autobomba se han incorporado y la previsión es la compra de 7 más.
– 32 retenes de maquinaria y buldócer cortafuegos.
– Medios materiales de las 202 cuadrillas forestales.
– 224 puestos y cámaras de vigilancia, con la renovación de 3 puestos en Burgos y mejoras en Segovia.
– 31 medios aéreos ubicados en bases de la Comunidad: 21 helicópteros de la Junta de Castilla y León, más 5 helicópteros y 5 aviones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
– Un ACO, avión de coordinación y observación, que estaciona en el aeropuerto de La Virgen del Camino (León) desde 2019 y que cuenta con medios de grabación de imágenes.
– Para esta campaña se mantiene el Convenio de Campos de Tiro de Defensa, lo que permite incorporar al operativo 4 cuadrillas de tierra (1 en Burgos, 2 en León y 1 en Valladolid) más 1 buldócer en León.

Según el consejero de Fomento y Medio Ambiente Juan Carlos Suárez-Quiñones, el dispositivo de extinción de incendios de Castilla y León presta un servicio “básico, esencial, durante todo el año, y organizado y dimensionado semanalmente en función de las circunstancias de riesgo y de las actividades a realizar, y reforzado hasta su máximo despliegue durante la época de mayor riesgo en la que entramos, la época de peligro alto de incendios”.

Organización del dispositivo

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Asistentes a uno de los cursos impartidos en el CDF en un ejercicio de simulación de extinción de un incendio

“La Junta de Castilla y León cuenta con un operativo permanente, con despliegues estratégicos en todas las provincias, pero autonómico y flexible”, asegura el consejero.

La coordinación interna del dispositivo se realiza en el Centro Autonómico de Mando (CAM), ubicado en Valladolid. Desde allí se establece la comunicación con la Sala de Emergencias del 112, con los nueve Centros Provinciales de Mando (CPM), y con el resto de administraciones que puedan participar en la emergencia: General del Estado, autonómicas y locales.

Castilla y León tiene un acuerdo de colaboración con la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha en labores de extinción, además de Portugal, con quien se trabaja en un nuevo protocolo de colaboración. En 2020, el dispositivo castellano leonés participó en 40 intervenciones en otras CCAA y Portugal.

Tiene 93 autobombas conveniadas con Ayuntamientos, Mancomunidades y Diputaciones Provinciales para que sus vehículos colaboren en la extinción de incendios forestales a cambio de participación de los medios de la Junta “en el 49% del territorio Castilla y León que no es forestal”. En 2020, el dispositivo de extinción de incendios forestales realizó 813 intervenciones en incendios urbanos y agrícolas.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente ha agradecido la “fácil y fluida coordinación y colaboración con las distintas administraciones implicadas”.

Evolución de 2021

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Incendio del 11 de junio en Hinojosa de Duero. Imagen de @INFOCYL

Los datos estadísticos de 2021 son muy favorables en cuanto a número de incendios y hectáreas quemadas, no así en el número de conatos que aumentan un 14 % con respecto a la media de los últimos diez años. De enero a mayo se han producido 419 incendios, un 38% menos respecto a la media del último decenio. Se han quemado 1.421 hectáreas forestales, lo que supone un 70 % menos que la media del último decenio, que está en 4.737 ha. La superficie arbolada quemada ha sido de 136 hectáreas, un 78 % menos que la media de los diez últimos años, que estaba en 622 ha.

Según los datos de la propia Consejería, las condiciones meteorológicas desde finales del 2020 han sido cambiantes. Noviembre fue un mes cálido y seco, mientras que “diciembre y enero fueron unos meses dentro de la normalidad”. El mes de febrero tuvo abundancia de precipitaciones y temperaturas superiores a las habituales para ese mes. Marzo fue cálido y muy seco, con un 37 % menos de precipitaciones que la media para ese mes. Abril volvió a estar en la media de anteriores años “y mayo fue un mes con temperaturas normales pero seco”, con un 57 % menos de precipitaciones.

Junio comenzó con altas temperaturas y escasas precipitaciones, pero a mediados de mes cambió el escenario y ahora la precipitación acumulada está por encima de la media, mientras que las temperaturas son más bajas de lo habitual para esta época.

Desde el 11 de junio, está declarado peligro medio de incendios en toda la Comunidad, “ante el incremento significativo de riesgo meteorológico y la inestabilidad atmosférica prevista”.

La previsión es que, si a finales de junio la vegetación mantiene la humedad, y se mantiene el reducido número de incendios, el riesgo de incendios sea moderado. “Esa humedad hace que los incendios sean menos agresivos, rápidos y convectivos. Pero en cualquier caso es aventurado pronosticar que va a ocurrir este verano pues el tiempo atmosférico puede trastocar las previsiones, si existe una intensa ola de calor y bajas precipitaciones. Por ello hay que insistir en la prevención y en las recomendaciones a los ciudadanos”, aseguran desde la Consejería.

Al igual que en otras comunidades autónomas, la previsión es que sea una campaña más corta que otros años, pero puede que muy intensa.

Concienciación ciudadana

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Barbacoas en montes de Soria. Foto I. Muñoz

Más del 90% de los incendios que se producen derivan de la intervención del hombre, es decir, más del 90% de los incendios se podrían evitar”, ha recordado Juan Carlos Suárez-Quiñones.

Y ha añadido que en Castilla y León “más del 50 % de los incendios se producen porque alguien de forma deliberada y criminal prende el monte. Por lo general, son los incendios más peligrosos y concentrados en las mismas zonas, aun conociendo sus enormes riesgos y sus terribles consecuencias: peligro para las localidades, la población y los medios que participan en la extinción e importantes pérdidas tanto desde el punto de vista ecológico como socioeconómico”.

Por ello ha pedido la colaboración de la población para “denunciar al que prende el monte, para identificar, detener y sancionar a los culpables”.

El uso del fuego como herramienta de trabajo, o como recurso para la solución de conflictos, ha sido uno de los aspectos de los incendios forestales intencionados en los que más ha trabajado el Centro de Defensa contra el Fuego de León desde su creación, en abril de 2007.

El 80 % de las visitas que ha recibido desde entonces han sido de escolares. Desde el inicio de este curso, a pesar de la pandemia, han participado casi 5.000 alumnos de 158 centros de Educación Primaria y 91 de Secundaria de todas las provincias.

Su trabajo de sensibilización social para estudiantes se completa con el programa Plantémonos de la Universidad de León (Campus de Ponferrada), a partir del cual después los estudiantes universitarios realizan talleres prácticos a la población sobre la problemática de los incendios forestales.

Para evitar situaciones de riesgo que todos los años provocan un número importante de incendios, y ante la previsión de mayores visitas al medio natural de la región, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente recuerda las medidas preventivas básicas:

– prohibición de hacer hogueras fuera de los lugares autorizados,
– atención en labores de apicultura en días de viento,
– precaución en la utilización de herramientas que generan chispas en el medio natural o agrícola
– máxima atención durante la cosecha del cereal, sobre todo los días con altas temperaturas y fuertes vientos, “es importante este año disponer de tractor con gradas para sofocar los conatos que la cosecha pueda producir”.