Parar los trabajos preventivos durante la campaña de máximo riesgo es un “error estratégico”

El Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural de Aragón (COITF) considera un grave error estratégico en la lucha contra los incendios forestales la paralización generalizada durante la campaña estival de los trabajos preventivos. Critica la decisión de Aragón, resultado de un acuerdo con los sindicatos, de parar las actuaciones preventivas en esta comunidad autónoma y considera que hay medios tecnológicos y conocimientos para seleccionar días y cuadrillas que puedan hacer este trabajo sin reducir la eficacia del operativo.

poda-tratamiento-selvicola-prevención-eural

Reconoce el COITF que durante las jornadas de riesgo “es necesario prestar una atención especial a la faceta de extinción y mantener al personal en alerta y preparado para una rápida respuesta”, y también considera necesario “evitar esfuerzos que pongan en riesgo la salud de las personas” en los días que haya temperaturas elevadas.

Sin embargo, asegura que durante el verano se producen “un número importante de jornadas en las que se combina un riesgo bajo y temperaturas moderadas”. Más concretamente, en el caso de Aragón, aseguran los ingenieros técnicos forestales una media superior al 50 % de los días e incluso hay zonas donde esta circunstancia se da en el 90 % de las jornadas. “En ellas se pueden y deben ejecutar trabajos preventivos que contribuyan a reducir las probabilidades de que un incendio derive en gran incendio forestal”.

Estas zonas de menor riesgo se suelen corresponder con las de mayor altitud, como Valle de Echo, Gúdar-Javalambre y zonas del Pirineo y contrastan con las de mayor riesgo como pueda ser el valle del Ebro. “Esta política de café para todos crea desigualdad y disfuncionalidad, las condiciones no son las mismas y las necesidades tampoco”, asegura Jaime Sendra, decano del COITF en Aragón.

Una decisión que compromete la eficiencia del operativo

Critica el COITF que se haya tomado la decisión de no realizar ningún trabajo preventivo porque considera que “se ha tomado al margen del criterio técnico afectando directamente a un modelo organizativo público, cuya estabilidad financiera consta que queda seriamente comprometida. Un operativo profesional debe ser un operativo eficiente”.

Cita el COITF el análisis efectuado por el Gobierno de Aragón en el que se comprueba que hay cuadrillas que acuden a un solo incendio al año, “habitualmente de pequeñas dimensiones o para remate, otras, en cambio, lo hacen a un número mayor pero habitualmente concentradas en jornadas de riesgo”, según el COITF. Consideran los ingenieros que hay numerosas jornadas en las que estas cuadrillas podrían realizar trabajos preventivos porque “es la mejor acción para reducir el riesgo de incendio forestal y éste debe llevarse a cabo el máximo número de días al año, siempre que las condiciones lo permitan”.

gudar-javalambre-osbo

La zona de Gúdar-Javalambre es una de las comarcas señaladas por el COITF Aragón donde es necesario mantener trabajos preventivos en el monte por la continuidad de la masa forestal. Foto Turismo Gúdar-Javalambre

Dada la diversidad climática de Aragón y gracias al análisis diario de las condiciones meteorológicas y de riesgo para cada una de las zonas del territorio, que elabora al diario la propia Administración, “se puede determinar fácilmente en qué zonas se pueden ejecutar trabajos preventivos y de qué tipos deben ser estos, incluso en qué intervalo horario y bajo qué condiciones deben paralizarse los mismos, optimizando la gestión y la inversión pública de este servicio”, asegura Jaime Sendra.

Para el Colegio de Ingenieros Forestales en Aragón “la lucha contra los incendios forestales debe centrar los esfuerzos en la concienciación ciudadana, la regulación de ciertas actividades en ciertos momentos de riesgo y la planificación y ejecución preventiva combinada con una correcta gestión forestal sostenible”.

Considera el decano del COITF en Aragón que “los operativos de extinción son imprescindibles pero no resuelven ni resolverán el problema”. Y critica que las administraciones públicas centren el esfuerzo económico en la extinción porque “contribuye a favorecer grandes incendios forestales y secuestra inversión pública cuya dedicación a la prevención incrementaría de forma significativa su eficiencia. Por ello es necesario combinar prevención con extinción”.

E incluso considera que “la ejecución de trabajos preventivos forma y trabaja simultáneamente en entrenamiento físico, técnicas de manejo de herramienta, aclimatación a condiciones de esfuerzo similares a las que se producen en los incendios y trabajo coordinado y jerarquizado al personal que debe combatir los incendios”.

Afrontar el problema de los incendios y reducir su impacto social, económico y ambiental requiere un esfuerzo de toda la sociedad y, en su opinión, es un gran error “simplificarlo en operativos de extinción parados en espera de lo que acontezca. Proactividad frente a reactividad”.

Considera que es responsabilidad de la administración pública “la construcción de operativos fundamentalmente proactivos”, pero que, sin embargo, ha focalizado la mayor parte de los esfuerzos “en la construcción de operativos fundamentalmente reactivos”.

Apunta a dos zonas concretas que necesitan especialmente trabajos preventivos y de gestión forestal: el prepirineo oscense y zaragozano. La continuidad de combustible en este territorio considera que es un riesgo que tarde o temprano derivará en un gran incendio forestal. “No podemos permitirnos esperar a que ocurra un desastre medioambiental de esta magnitud para lamentarnos posteriormente, sin haber procurado trabajar, con toda su capacidad, la faceta preventiva que tiene el operativo”.