En los últimos días, vuelven los incendios forestales en Galicia
Tras un verano relativamente tranquilo en cuanto al número de incendios, con el aumento de las temperaturas en agosto, la disminución de las precipitaciones y la llegada de vientos cálidos, Galicia parece que, en los últimos días, recupera su ritmo de incendios. El de Ribas de Sil ha quemado 1.450 hectáreas y fue intencionado, según la Conselleria de Medio Rural.

Incendio De Ribas de Sil, donde se aprecian varios focos simultáneos. Foto Delegación Gobierno en Galicia
Que ha sido intencionado lo dan por evidente los responsables políticos de la Conselleria y el equipo de investigación de incendios: “lo demuestran los distintos focos simultáneos que aparecieron a doscientos metros de distancia, el momento en el que aparecieron, la zona en la que se produjo y las difíciles condiciones meteorológicas. El que quemaba, sabía lo que hacía”, han comentado en distintas ocasiones varios responsables de la Conselleria.
Quedó estabilizado el martes a las 16,26 horas. El fuego se inició el lunes a las 12,47 h. en Ribas de Sil y ha afectado también a los municipios de Quiroga y de A Pobra do Brollón. Tuvo que activarse el nivel 2 de emergencia al estimar que podía haber peligro para algunas localidades por la proximidad de las llamas.
Ya fue desactivada el nivel 2 de emergencia al no haber peligro para núcleos de población. Entre los medios de la Xunta, las BRIF del Ministerio (MITECO) y la Unidad Militar de Emergencias, se movilizaron para controlarlo 13 técnicos, 30 agentes, 87 brigadas, 40 motobombas, 5 palas, 8 aviones y 14 helicópteros.
La lluvia, que apareció en las primeras horas del martes, ayudó a que las condiciones fuesen más favorables para los equipos de extinción.
Conscientes de que a partir de ahora pueden sucederse jornadas con condiciones meteorológicas especialmente favorables para la rápida expansión de cualquier fuego, la Xunta recuerda que está a disposición de la ciudadanía el número de teléfono gratuito 085, al que deben llamar en caso de incendio forestal, y que existe un teléfono anónimo y gratuito para denunciar cualquier actividad delictiva incendiaria de la que se tenga sospecha: 900 815 085.
Del Paraíso al Infierno. El antes y el después de la acción de un/os malnacido/os, más de 1000 ha calcinadas y vidas en peligro.#IFRibasDeSil #IFNogueiraRibasDeSil pic.twitter.com/E3DwfI50iu
— Sonia Reina Sánchez 🟠🇪🇦 #SOSMarMenor (@ReinaSonia) September 7, 2021
Cambian las condiciones meteorológicas durante el verano
Tras un mes de junio especialmente lluvioso, el mes de julio mantuvo la media de años anteriores, pero agosto trajo un 32 % menos de precipitaciones que la media de los últimos años.
En la media del verano las precipitaciones fueron un 20 % superiores al período de referencia, pero hay notables diferencias entre el mes de junio y finales de agosto. El mes más húmedo fue junio, con un promedio de 96 litros por metro cuadrado, un 102 % superior a la media.
En el mes de julio se alcanzaron niveles normales de precipitaciones en las provincias de Pontevedra y el sur de A Coruña, mientras que en muchas localidades de Galicia apenas se registraron. Tuvo una precipitación media de 19 l/m2.
En el mes de agosto, las lluvias de los primeros días no fueron suficientes para conseguir los valores climáticos habituales en el conjunto de la Comunidad, que estuvieron un 32 % por debajo de lo normal.
El precedente más frío y más húmedo es el verano del año 2018, con una temperatura media de 19.8 °C y un porcentaje de precipitación un 32 % superior al promedio.
La temperatura media registrada en los meses de junio, julio y agosto fue de 18,8 °C, por lo que el período estival gallego se considera ligeramente frío. Son datos de Meteogalicia que ha elaborado el informe climatológico del verano.
En los tres meses, la anomalía en la temperatura media fue de -0,29 °C, debido principalmente a los valores registrados en los meses junio y julio, que no pudo compensar el mes de agosto.
Según el informe, el verano comenzó con una primera quincena anticiclónica en junio, seguida por una segunda con el acercamiento de algunas borrascas y zonas de aire frío, que dejaron temperaturas más bajas de lo habitual para esta época del año.
En el mes de julio la presencia de aire frío en el Atlántico norte impidió que las altas presiones se localizaran al norte de la península Ibérica, dejando temperaturas medias por debajo de lo esperado, principalmente en Pontevedra y en el sur de A Coruña. Esta situación dejó una temperatura media de 19 °C, con una anomalía de -0.66 °C, resultando un mes frío.
El verano finalizó con un mes de agosto con predominancia de situaciones anticiclónicas, excepto la primera semana del mes, en la que predominaron las borrascas. En cualquiera caso, las jornadas posteriores fueron de sol y calor.