Un parche solidario para los damnificados por el volcán de La Palma
El volcán de La Palma ha provocado tantos daños materiales y emocionales como solidaridad en el resto de España. Los equipos de emergencias que trabajan sobre el terreno han visto de cerca los efectos y las necesidades de las personas que los sufren. Gilberto Cabezas, de la BRIF de Tabuyo, no está físicamente en La Palma, pero consciente de lo que sucede, a través de los medios y de los testimonios de sus compañeros de la BRIF de Puntagorda, se le ha ocurrido diseñar un parche para venderlo y donar todos los beneficios a los damnificados por el volcán.
“La idea de crear el parche la tuve a los pocos días que empezó la erupción, pero me cohibí pensando que sería una «frikada» más de las mías, hasta que llegó Víctor, técnico en la BRIF de Puntagorda en la isla de la Palma, y me comentó que tenía la misma idea pero que no sabía cómo diseñarlo”.
El empujón que necesitaba el pudor de Gilberto (premio Batefuegos de Imagen 2019) se lo dio Víctor, fue él quien le convenció de que toda ayuda es poca y que cualquier gesto de solidaridad era oportuno y sería siempre bien recibido. “Gracias al empujón de Víctor me puse a diseñar lo que tenía en la cabeza y es este parche. El dinero se ingresará en una cuenta bancaria oficial que ha proporcionado el gobierno de Canarias”.
Gilberto ha movido por las redes sociales su propuesta y ha recibido un aluvión de aplausos. Ahora solo queda que se conviertan en un aluvión de peticiones del parche. El plazo para solicitarlo está abierto hasta el próximo lunes 4 de octubre hasta las 12 del mediodía. Pueden hacerse los pedidos a través de las cuentas en Instagram (gilber_firepatch) y Twitter (@GilberCT ) de Gilberto. Su precio es de 6 €.
Sea mucho o poco lo recaudado, el parche es una oportunidad de colaborar en la reconstrucción de las vidas de los palmeros afectados y, cada vez que se mire, un recuerdo de las consecuencias de este tipo catástrofes.
A Gilberto, como a otros muchos profesionales de las emergencias que están en la península, le encantaría echar una mano en el lugar de la catástrofe. No les queda otra que promover la solidaridad y reconocer el esfuerzo de los compañeros que están en primera línea.
“Quiero mandar un fuerte abrazo a los compañeros de la BRIF de Puntagorda ya que ellos están sufriendo en su piel y se están dejando el alma ayudando a sus vecinos tanto en sus turnos de trabajo como en sus días de descanso, incluso habiendo compañeros que tienen sus casas afectadas y no pueden entrar a recoger sus pertenencias, ellos siguen al pie del cañón”.