Ordenación del territorio, coordinación entre administraciones públicas, normativa en interfaz urbano-forestal, apoyo en las nuevas tecnologías y concienciación social son las recomendaciones de las III Jornadas de Tecnifuego

La III Jornada Lucha contra Incendios Forestales organizada por Tecnifuego en colaboración con el MITECO, ASELF, Asociación Española de Lucha Contra el Fuego, y APTB, Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos ha señalado, una vez más, la importancia de la interfaz urbano-forestal en la prevención y extinción de incendios, la necesidad de máxima colaboración y coordinación entre especialistas y administraciones públicas; la utilidad de una ordenación del territorio que permita aprovechamientos sostenibles de los recursos naturales y el apoyo en la tecnología para la prevención y extinción, como los nuevos Canadair que adquirirá el Gobierno de España.

tecnifuego-jornadas-miteco-osbo

María Torres-Quevedo, subdirectora adjunta de Política Forestal y Lucha contra la estratificación del MITECO, y Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego

Comenzó la jornada con el anuncio por parte de María Torres-Quevedo, subdirectora adjunta de Política Forestal y Lucha contra la Desertificación del MITECO, de la adquisición de siete nuevas unidades de hidroaviones Canadair a partir del comienzo de su fabricación en 2022, gracias a los fondos de Recuperación y Resiliencia. “Es necesario modernizarlos, comenzaremos por los más antiguos. Y también vamos a renovar las bases BRIF para mejorar las condiciones de trabajo y de vida en ellas”.

La intención del Ministerio es mejorar las helipistas de estas bases para “aumentar la capacidad de actuación con más aeronaves y poder ser más eficaces en los grandes incendios, además de mejorar la seguridad de pilotos y brigadistas”, aseguró María Torres-Quevedo.

Una campaña de alto riesgo con buenas estadísticas

Rafael Gómez del Álamo, jefe del Área de Defensa contra Incendios Forestales del MITECO, hizo un repaso de los datos de la campaña de alto riesgo, “una buena campaña si nos fijamos solamente en la superficie quemada, número de incendios y grandes incendios, comparada con la media del decenio. Pero que nunca podemos considerar como tal cuando fallece una persona en la extinción”.

Dos grandes incendios han cambiado las estadísticas del año: Navalacruz y Sierra Bermeja. Los datos principales son:
Conatos 5.365 (67 %)
Incendios 2.643 (33 %)
Superficie total quemada 85.144 ha

La media del decenio está por debajo de los 10.000 incendios al año, es una evolución positiva, hemos ido reduciendo el número de incendios anuales. La superficie quemada de este decenio está en una media de 80.000 ha al año. En el anterior decenio la media era de 100.00 ha”, comentó Gómez del Álamo.

Los grandes incendios han sido 18 en 2021, y han supuesto el 54 % de la superficie quemada. “Sin los dos grandes incendios ocurridos habríamos estado en un muy buen año en superficie quemada”.

Disminuyen también el número de intervenciones del MITECO, “lo cual es positivo. Y quiero recordar que nosotros solo intervenimos cuando nos lo piden las comunidades autónomas. No podemos decidir intervenir directamente, aunque estemos a diez quilómetros del conato o incendio”.

En misiones internacionales España ha participado en los incendios de Grecia y Turquía durante once días.

Para Rafael Gómez, “el problema son los grandes incendios forestales que se descontrolan, ahí hay que poner el esfuerzo para que no estén fuera del nivel de actuación. Estudiamos si disponer de medios más potentes para descargar más agua puede tener aplicación”

Destacó también el trabajo preventivo del Ministerio, a través de las BRIF y los EPRIF. “Estamos en un 40 % del presupuesto en prevención y el resto a extinción”. Y definió la gestión forestal como “fundamental” si se quiere tener éxito en la lucha contra los incendios. “Como decía mi antecesor en el Área de Defensa contra Incendios, Ricardo Vélez, hay que distinguir entre lo importante, que es la prevención; y lo urgente, que es la extinción”.

Estamos en una coyuntura mala con el cambio climático, crecimiento de la superficie forestal, el abandono rural y de la actividad en el monte. Aunque grandes incendios hemos tenido toda la vida, vemos dificultades de extinción y nos preocupa porque ni los medios más potentes pueden con algunos de ellos”.

Y señaló que se está alargando el periodo de máximo riesgo. “Cada vez la campaña se acerca más a todo el año completo, si tenemos en cuenta la época de incendios en la zona noroeste”.

Aumenta el número de grandes incendios en Europa

David Caballero presentó los objetivos y actuaciones que desarrollarán dos nuevos proyectos europeos: FirEUrisk, un proyecto Horizonte 2020 dotado con casi 10 millones de euros, e Intermed, proyecto Interreg.

TECNIFUEGO-jornadas-miteco-debate-osboQuiso hacer un diagnóstico del escenario donde se desarrollan las actuaciones de extinción. “Es evidente que hay un calentamiento de las temperaturas, que tenemos periodos de sequía más prolongados, con temperaturas máximas que aumentan cada año y una radicalización meteorológica”.

Según sus datos, en Europa disminuye la superficie quemada y el número de incendios pero aumentan los grandes incendios forestales. “Hay incendios en los que, desde el primer momento, estamos fuera de la capacidad de extinción, con el agravante de que afectan a la interfaz urbano-forestal, lo cual nos pone en jaque”.

De su experiencia en el incendio de Sierra Bermeja, en el que la intensidad del incendio “superó pistas y cortafuegos con absoluta facilidad”, se pregunta Caballero “si no estamos llegando a un punto de no retorno en el que la prevención no va a servir para nada. Hay que medir muy bien qué tipo de prevención tenemos que hacer”.

Frente a las olas de calor en toda Europa, como la que se vivió este verano, “lo que no puede haber son igniciones, esto nos salvó en España durante la última ola de calor, pero es un problema nivel europeo”.

FirEUrisk es un proyecto de cuatro años de duración en el que participan 38 socios de 19 países. Es un proyecto multidisciplinar en el que, entre otras cuestiones, trabajará en índices de riesgo estandarizados, modelos de predicción bajo condiciones de cambio climático, evolución de escenarios en nuevas áreas afectadas por el fuego, contenidos de formación técnica y protocolos de actuación para brigadas de extinción y reducción del riesgo de incendios para la población.

“Se trata de establecer políticas de resiliencia frente a los incendios desde la Unión Europea a los municipios, que es donde más hincapié hay que hacer”, señaló David. “Hay que revisar ya la cartografía de la interfaz urbano-forestal en España”.

El proyecto se estructura en tres líneas de trabajo:

Evaluación de la ubicación, intensidad, frecuencia y probabilidad de incendios. Evaluarán el peligro de incendio, la exposición y vulnerabilidad en diferentes áreas, así como sus efectos.

Reducción, en la que estudiarán las causas de los incendios provocados por el hombre y desarrollarán herramientas para predecir cómo se comportan y se propagan los incendios extremos.

Adaptación a los posibles escenarios diferentes por los cambios en el clima, la población y los usos del suelo.

La intención de FirEUrisk, es incluir las circunstancias socioeconómicas que afectan a los grandes incendios forestales extremos, además de las condiciones biofísicas de la vegetación y el clima, con el objetivo de comprender la vulnerabilidad de las sociedades a los incendios forestales y establecer las mejores prácticas para adaptarse.

Jubrique y Norma UNE 23530

retardante-descarga-avion

Descarga aérea de retardante

José Francisco Espinosa Barranco, oficial del Consorcio de Bomberos de la Diputación de Málaga y vicesecretario de APTB, detalló algunos hechos del incendio de Jubrique en Málaga. “El seguimiento que se hizo en el incendio por parte de los expertos en meteorología fue fundamental para la toma de decisiones, se optó por llegar al umbral del incendio y no actuar, sino observar la evolución para cuando se pudiera intervenir».

Sheila Espasa, presidente CTN23 SC5 GT Retardantes, y miembro de Tecnifuego, presentó la nueva Norma UNE 23530 Retardantes de largo plazo para incendios forestales.

La Norma recoge “las metodologías que se han desarrollado para la evaluación de las diferentes características de los retardantes de largo plazo, como son: viscosidad, PH, densidad, determinación de P2O5, separación de fases, concentración de sales de P2O5, miscibilidad, corrosión, eficacia ante el fuego, toxicidad e impacto ambiental, y color”.

Se trata de la primera norma para retardantes de largo plazo en España. Comenta para Osbodigital Sheila Espasa que “a pesar de que es una herramienta de extinción común en nuestro país, anteriormente cada administración determinaba qué características del producto solicitaba”.

Como ya hemos informado, la norma establece claramente qué características deben cumplir un retardante de largo plazo, “y resalta la importancia de un buen empleo del mismo. De esta forma se puede garantizar la eficacia, la manejabilidad y las necesidades logísticas y se minimiza el impacto sobre zonas aplicadas y medios de aplicación”, asegura Sheila Espasa.

José Ramón Peribáñez, inspector del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, presntó una nueva metodología estadística de cálculo del riesgo de las pólizas de seguro de los terrenos forestales. Su intención es “incentivar el sector del aseguramiento y potenciar el sector forestal”.

Conclusiones

Para finalizar la jornada, Ramon Maria Bosch, coordinador del Comité de Lucha contra Incendios Forestales de Tecnifuego, expuso las conclusiones principales como la necesidad de la ordenación territorial, “imprescindible para la gestión de incendios forestales, aportando soluciones de aprovechamiento forestal locales como ganadería, madera y otros productos forestales” y se insistió en que la ordenación incluya también el riesgo de incendio.

“Es imprescindible la colaboración y coordinación entre entidades y especialistas; es necesario continuar con programas de concienciación de la población sobre el riesgo y consecuencias de los incendios forestales y se debe promover la implementación de los planes autoprotección”.

Se recordó también la importancia de las nuevas tecnologías de prevención y extinción, y la aportación de la simulación “para ofrecer soluciones integradas”.

Y para finalizar se hizo hincapié en que “es el momento de avanzar en una normativa en la interfaz urbano-forestal que recoja protección en la edificación, jardinería preventiva, cortafuegos, material de extinción y resto de variables que intervienen en la propagación del incendio”.