España es el país de la Unión Europea que más superficie tiene en espacios naturales protegidos
Los espacios naturales protegidos ocupan el 36,2 % de la superficie terrestre española y el 12,3 % de la superficie marina. España es el país que más porcentaje de superficie nacional tiene dentro de la Red Natura 2000 (27, 4% de su superficie) y el que más reservas de biosfera tiene del mundo, con 53; el segundo que más geoparques tiene a nivel mundial, con 15 y el tercer país que más superficie tiene en Humedales de Importancia Internacional, a través del Convenio Ramsar.

Participantes en la presentación del anuario de espacios protegidos 2020 y la campaña de comunicación «Nuestros espacios protegidos»
Europarc-España ha presentado el Anuario de los espacios naturales protegidos 2020, una publicación que recoge los últimos datos en superficie protegida, figuras de protección, análisis de oportunidades y amenazas sobre los enp, recomendaciones internacionales y, en esta ocasión, una recopilación de buenas prácticas en enp en toda España. Los datos reflejan una situación variada y de su análisis podría concluirse que contradictoria.
Si se trata de dar cumplimiento en cifras a los objetivos de la Estrategia Europea de Biodiversidad, señala Europarc-España que “España está en buena posición”. Esta estrategia marca el compromiso de alcanzar al menos el 30 % de la superficie terrestre y marina protegidas; proteger al menos el 10 % de los bosques primarios o maduros de la UE. Pero también marca el objetivo de gestionar de manera eficaz todos los espacios naturales protegidos (enp), definir medidas y objetivos claros de conservación y hacer un seguimiento adecuado. Y en estas tareas, según el análisis de Europarc-España “queda mucho trabajo por hacer”.
Si se analizan los datos en función de la planificación podría concluirse que hay avances positivos. El 93 % de los parques nacionales tiene un Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), el 88 % en el caso de los parques naturales. En el caso de los espacios de la Red Natura 2000 el 80 % de ya tienen aprobados sus planes de gestión.
Si atendemos a la valoración que hace la UE cada seis años del estado de conservación de los hábitats y especies dentro de la Red Natura 2000, para el periodo 2013-2018, diríamos que la protección del territorio no garantiza su correcta conservación. Tan solo el 9 % de los hábitats tiene un estado favorable, mientras que un 54 % lo tiene inadecuado, un 17 % desfavorable y el 18 % se desconoce. En cuanto a las especies de interés comunitario el 19 % tiene un estado favorable de conservación, un 40 % inadecuado, un 26 % desfavorable y se desconoce el estado del 10 %.

Río Jarana en el parque regional del Sureste (Madrid). Foto I. Muñoz
Estos datos ilustran, concluye Europarc en su análisis, “el alto grado de presión y amenazas al que están sometidos. La designación de enp no es suficiente. Urge aplicar medidas de conservación activa para mejorar tendencias y frenar amenazas, entre otras la fragmentación del territorio”.
Si nos fijamos en las tendencias de los últimos diez años en los enp en España, se observa un aumento en la superficie protegida; en la planificación de la gestión, en una apuesta por la implementación de la Carta Europea de Turismo Sostenible y en el número de visitantes a los enp. Sin embargo, hay un estancamiento en el avance del estado favorable de ellos y un aumento de enp con estado inadecuado o desfavorable. “Diez años son pocos para analizar el progreso”, señala Marta Mújica, directora de Europarc-España.
Preguntada por las razones concretas por las que se produce este retroceso, la directora de Europarc-España señala “a nuestro modelo de vida, totalmente depredador de consumos naturales. Es incompatible la conservación de la naturaleza con un consumo brutal, la naturaleza paga un precio. La dinámica económica hace incompatible la conservación de la naturaleza con la agricultura intensiva, el consumo de energía y el desarrollo urbanístico”.
Para Pablo Campos, economista investigador del CSIC, es imprescindible poner números a las afirmaciones. “Los enp son un componente esencial de nuestra renta, es decir de nuestra economía, de los más importantes en nuestra vida diaria porque nos dan bienes y servicios. Esto debe traducirse en una estadística que refleje su valor económico. Nuestro gobierno falla en reflejar los números económicos de la naturaleza. Nosotros somos naturaleza y necesitamos mantener al resto de las especies, aunque solo sea por interés egoísta. Por eso, no vale solo con darle un valor intuitivo”.
Más concretamente, las conclusiones del Anuario de Europarc señalan al cambio climático y al cambio global como los aceleradores de procesos que afectan a los enp, como son los cambios de uso del suelo y a la proliferación de especies invasoras. El anuario recoge que el cambio climático empieza a incorporarse en la agenda de las áreas protegidas desde diferentes perspectivas y enfoques en tareas de planificación y gestión.

Acequia de agua en el parque nacional de Sierra Nevada que lleva agua hasta las fuentes, abrevaderos y huertas de los pueblos que se encuentran en su cara sur. Foto I. Muñoz
“Los compromisos internacionales hablan de la necesidad de gestionar de manera eficaz los enp, definir medidas y objetivos claros de conservación y efectuar un seguimiento adecuado de ellos”, señala Marta Mújica. Y para eso, continúa, “es preciso tener instrumentos de planificación adecuados, contar con recursos económicos, materiales y humanos y evaluar los resultados”.
Precisamente Europarc-España denuncia un descenso “tanto en la inversión como en los recursos humanos disponibles en los parques nacionales, habitualmente mejor dotados que el resto de figuras de protección”, lo que, en su opinión es “preocupante” ya que “puede poner en riesgo la eficacia del sistema de áreas protegidas”.
Desde 2019 se han declarado 31 nuevos espacios naturales protegidos: 1 parque nacional, 1 parque natural, 4 paisajes protegidos, 17 monumentos naturales y 8 microrreservas de flora. “Los nuevos enp no representan mucha superficie pero es signo del interés por proteger el territorio”, señala Marta Múgica.
Un plan para 2030
Europarc-España ha organizado un grupo de trabajo con el fin de saber ¿cuál debe ser el papel de los enp para 2030, qué retos deben abordar?
Joana Barber, directora del parque natural del Montseny, y coordinadora de este grupo de trabajo, responde a los retos que deben enfrentarse los enp:
– Garantizar los procesos ecológicos
– Planificar y gestionar teniendo en cuenta la variedad del medio natural de nuestro país. Hay que tener en cuenta la realidad de la España vaciada y la pérdida de prácticas tradicionales y de biodiversidad que eso provoca
– Atender a los enp próximos a las grandes ciudades.
Este grupo de trabajo se organiza en torno a cuatro ejes de actuación: restauración de ecosistemas, atención al cambio climático, políticas sectoriales y beneficios que los enp prestan a la sociedad. “Los objetivos deben ser frenar la pérdida de biodiversidad, garantizar servicios ambientales, conseguir procesos productivos ecológicos más responsables y mitigar los efectos del cambio climático”, señala Barber.
Las recientemente aprobadas Estrategia de Biodiversidad Europea, la Estrategia Forestal y la Estrategia de la Granja a la Mesa “suponen una oportunidad que debemos aprovechar porque el futuro de nuestra especie pasa por la conservación de la biodiversidad”, asegura Joana.
Una campaña de comunicación sobre los enp españoles

Parque natural del Gorbea, entre Álava y Vizcaya. Foto I. Muñoz
Antonio López Lillo, presidente de honor de Europarc-España coincide con Pablo Campos en que “lo que se conoce su valor se conserva, de ahí la necesidad de comunicar lo que son los enp, unos grandes desconocidos para la población urbana mientras la población rural desconoce los beneficios que suponen para su desarrollo”.
El anuario afirma que los enp aportan numerosos beneficios para la sociedad, “como ha quedado reflejado durante la pandemia de COVID-19, “tenemos necesidad vital de naturaleza, tanto social como individualmente”. Y señala que los beneficios para la salud y el bienestar de las personas empiezan a considerarse en la gestión de las áreas protegidas.
Para mostrar ese valor económico pero también emocional de los enp, Europarc-España junto con la Fundación Global Nature y el Club Ecoturismo en España han puesto en marcha la campaña de comunicación “Nuestros espacios protegidos”, que hablará de los enp a través de las personas que viven en ellos.
“Los enp están llenos de héroes anónimos que viven allí y los gestionan con su actividad, que son lo que son en parte gracias a esa presencia humana. Queremos convencer a los ciudadanos de que el patrimonio natural forma parte de nuestra historia, cultura y forma de vida. Somos una potencia como país en enp y queremos que la gente lo sepa”, señala Ignacio Jiménez, coordinador de la campaña.
Han conseguido la colaboración de distintos organizaciones, asociaciones y administraciones para conseguir imágenes. “Queremos que la sociedad vea los enp como lugares de encuentro, un espacio de tregua en una sociedad tan polarizada y con un enfrentamiento tan fuerte entre el mundo urbano y el rural”, afirma Ignacio.
Su madrina y la que pone voz a los videos es la actriz Adriana Ozores para quien “arte y cultura son puente entre lo más íntimo y sutil del ser humano y la naturaleza. El arte da voz al sentido de la naturaleza, sin esa voz la naturaleza son solo datos o políticas. Mediante el arte se liga la naturaleza al alma humana”.