Características de las aeronaves en la lucha contra los incendios

Desde que comenzasen a utilizarse las aeronaves en la extinción de incendios se han convertido en una fuerza de combate imprescindible, fundamentales en un ataque rápido, en la reducción del tamaño de las llamas o en el retardo de su avance, aunque también pueden aportar prevención mediante patrullas activas de vigilancia. Pero, ¿con echar agua sobre el incendio es suficiente?, ¿cómo se consigue una mayor eficacia en la extinción, con pocas descargas pero con gran cantidad de agua, o con muchas descargas con menor cantidad?, ¿cuáles son las mejores características que debe reunir una aeronave de extinción de incendios forestales?
Airtractor Europe ha editado una guía en la que recoge algunos aspectos fundamentales de la lucha contra los incendios desde el aire que queremos compartir.

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Beriev B-12

Conviene dejar claro desde el primer momento que Airtractor 802 es uno de los modelos de aviones que trabajan en extinción de incendios forestales. Reúne una serie de características técnicas que le convierten en una de las herramientas más eficaces en la lucha contra los incendios desde el aire. Si se responde a las preguntas anteriores a partir de una posición interesada es lógico pensar que las cualidades que reúne su producto se considerarán como las más apropiadas.

Sin embargo, conviene recordar que no hay medios aéreos únicos ni definitivos en la extinción. Cada aeronave aporta unas cualidades que la convierten en ideal para un tipo de actuación, de incendio o incluso de orografía. De hecho, una adecuada combinación de distintas aeronaves permite una mayor eficacia en la extinción.

Dicho lo cual ¿cuáles son las cualidades que debe reunir un medio aéreo de extinción en opinión de Airtractor Europe?: ataque rápido, maniobrabilidad, precisión, fácil despliegue, ataque constante, no parar, velocidad y autonomía.

Ataque rápido

menorca-ibanat-at802-dispositivo-osboTodo gran incendio comienza por una pequeña llama. Llegar lo antes posible y llegar bien al conato es una de las claves del éxito de la extinción y una de las razones para utilizar medios aéreos, la otra es la posibilidad que tienen de llegar a zonas donde los medios terrestres tendrán muy difícil acceder.

Pero aquí se plantea la primera duda, ¿qué es más importante llegar rápido, pero con poca carga de agua, o llevar bastante carga de agua y llegar algo más tarde?

Dependerá de numerosas variables como el escenario en el que transcurra el incidente, de la disponibilidad de medios o de la posible simultaneidad con otros incendios con más o menos urgencia. Lo habitual es hacer “un ataque inicial, con aviones entre 2.000 y 4.000 litros de agua, con la intención de llegar lo antes posible “pero con la suficiente contundencia para conseguir apagarlo”.

Si el incendio toma mayores dimensiones será el momento de organizar un “ataque ampliado” con más medios aéreos y terrestres con diferentes características.

Al hablar de rapidez en la respuesta tenemos que tener en cuenta dos fases:

– la comunicación del incidente, el tiempo que transcurre desde que se observa el conato hasta que se da aviso y orden al piloto de que salga hacia el incendio.
– Fase de aproximación, el tiempo que tarda el piloto en llegar al incidente desde que recibe el aviso. La velocidad de la aeronave y destreza del piloto son fundamentales.

Para ganar rapidez en la respuesta en algunas administraciones se ha tomado la decisión de crear patrullas aéreas activas. En los días y horas de máximo riesgo se hace volar en tareas de vigilancia una aeronave con una carga de agua. La intención es ganar tiempo y descargar inmediatamente sobre el incendio una vez se ha dado el aviso a la central de emergencias de la situación y envergadura del mismo.

Para realizar esta misión es necesario que la aeronave reúna unas características: “que tenga suficiente autonomía de vuelo para permanecer en vigilancia durante horas a la espera de que se produzca el incendio; la suficiente capacidad de carga de agua para cuando llegue al incendio poderlo apagar; y las prestaciones necesarias (potencia, maniobrabilidad y posibilidad de seleccionar el tipo de descarga) para hacer las descargas de forma efectiva”, enumera Airtractor Europe.

Una diferencia importante a tener en cuenta a la hora de elegir entre avión anfibio o de carga en tierra: un modelo AT802 con carga en tierra puede hacer dos descargas de 3.000 litros en una hora en un incendio a 25 km, es decir, 6.000 litros. Ese mismo avión anfibio con, un punto de carga a 10 km, puede llegar a hacer 7 descargas en una hora, es decir 17.500 litros. Si el punto de carga lo tiene a 5 km puede llegar a hacer 10 descargas.

Si la rapidez en llegar al incidente es fundamental, no menos importante es la maniobrabilidad que permite adaptarse a la orografía del terreno, casi siempre difícil al tratarse de zonas montañosas. Aquí interviene otro factor técnico importante, la potencia del motor, que permitirá levantar el vuelo rápidamente en caso de necesidad, llevar la carga completa de agua o maniobrar con seguridad antes y después de la descarga.

La precisión en la descarga es otro de los factores fundamentales para lograr una buena eficacia y eficiencia en el empleo de medio aéreos. De nada sirve disponer de un Boeing 747 con 15.000 litros si se descarga fuera de la línea de ataque. Para un próximo artículo dejaremos los tipos de descargas en función del tipo de llama, del tipo de ataque que se decida realizar y de otras variables como medios terrestres sobre el terreno, orografía y medio aéreo que se utilice.

Relacionado con la maniobrabilidad está la facilidad de la aeronave para desplegarse en zonas montañosas, en bases que no disponen de grandes pistas de despegue o incluso sin pavimentar. A mayor tamaño del avión es necesario una pista con mayor longitud y mejores condiciones.

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Descarga aérea de retardante

La capacidad de mantener ataques de forma constante es otra de las cualidades positivas que señala Airtractor, “es lo que delimita rápidamente un incendio, no una gran descarga”. Y señala que la necesidad de atacar distintos frentes en un incendio hace que sea “más efectivo y económico disponer de diferentes aviones pequeños que ataquen en carrusel continuamente”.

Entre las características que permiten una mayor eficiencia en la utilización de aeronaves es la posibilidad de recargar agua constantemente y en el menor tiempo posible, que es lo mismo que decir en la menor distancia posible, lo que facilita la carga o scooping en lagos, embalses o láminas de agua más pequeñas.

Y, por último, una mayor autonomía de vuelo, sin necesidad de repostar combustible, permite actuar durante más tiempo en el incendio.

Como vemos, numerosas variables pueden reducir la eficacia y eficiencia de los medios aéreos en la extinción de un incendio. Conocerlas y conocer perfectamente las prestaciones de cada aeronave permitirá lograr la mayor eficiencia en su uso y los mejores resultados en la extinción.