Consternación en el mundo de los incendios por el fallecimiento repentino de Francisco “Curro” Rodríguez y Silva
Esta mañana ha fallecido Curro Rodríguez y Silva mientras impartía clase en la Universidad de Córdoba. Las primeras noticias comentan que los propios alumnos han intentado reanimarle sin éxito. Varias horas después del suceso, la consternación era el sentimiento más fuerte entre sus más directos colaboradores y alumnos.
La noticia ha corrido por los chats y los teléfonos con la velocidad de un incendio incontrolable. Sorpresa, incredulidad y la necesidad de confirmación por otras fuentes han sido los primeros pensamientos de todos los que la recibían.
“Es increíble porque Curro era un hombre que se cuidaba mucho, en su alimentación, en mantener siempre unos hábitos saludables. Siempre que me veía encender un cigarro me preguntaba cariñoso “pero Carmen, ¿todavía fumas, cuándo lo vas a dejar?”. Lo comenta Carmen Hernando directora del CIFOR-INIA, investigadora de incendios forestales y colaboradora estrecha de Curro en distintos proyectos científicos.
Juan Sánchez, director del Centro Operativo Regional COR del Infoca, recuerda una anécdota en este sentido. “En un curso sobre liderazgo que impartía Curro, incidía mucho en el aspecto del buen estado físico del líder. Él consideraba que un buen líder, en cualquier ámbito, debe tener como mínimo un buen aspecto y debe estar bien físicamente”.
Nadie sale del asombro por lo inesperado de la noticia. Su amigo, José Antonio Vega, investigador de Lourizán, con quien ha compartido numerosos proyectos de investigación, se mostraba abatido e incapaz de asumir la noticia al hablar con Osbodigital. “Él se cuidaba y hacía deporte, he perdido a un auténtico amigo. Y en lo profesional qué voy a contar que cualquiera que trabaje en incendios no sepa de la trayectoria de Curro. Era un hombre con una gran iniciativa y una enorme capacidad de trabajo”.
Este aspecto ha sido uno de los más destacados por las personas con las que hemos podido hablar: “incansable cuando se trataba de trabajar en cualquier cuestión relacionada con los incendios forestales, le recuerdo renunciando a vacaciones por estar presente en algún gran incendio”, asegura Carmen Hernando.
Ricardo Vélez, exjefe del Área de Lucha contra Incendios en el Ministerio y máximo responsable de la organización de los cursos con los expertos americanos que tanto influyeron profesionalmente en Rodríguez y Silva, “amigo y compañero de Curro”, ha recibido la noticia por nosotros, al llamarle para conocer su estado de ánimo. Se ha quedado profundamente impactado. “Es un golpe muy, muy duro, tengo el teléfono móvil apagado y no he visto aún el correo, qué noticia más triste. Impresiona enormemente que una persona dedicada en cuerpo y alma a la defensa de los montes, de repente, ya no vaya a estar más con nosotros. Como no podía ser de otra manera ha muerto en un acto de defensa de los montes, enseñando en la universidad, compartiendo conocimiento”.

Junto a Dick Rothermeel en la puerta de su vivienda en Estados Unidos
“Sabía ponerse en el lugar de todos cuando hablaba de incendios, comprendía las labores y el papel que todos los que trabajan en una extinción, además de explicar adecuadamente a cada uno los aspectos más complejos”, recuerda Juan Sánchez. Cualidad que destaca también José Antonio Vega “tenía una enorme capacidad para transmitir conocimiento, para traducir al idioma común conceptos y trabajos científicos que no son fáciles de explicar. Su capacidad didáctica era enorme, de ahí que fuese un magnífico profesor muy valorado por todos sus alumnos. La Universidad de Córdoba tiene una gran pérdida”.
Francisco Senra, técnico del Infoca, reconoce el papel inspirador del profesor Rodríguez y Silva para que ahora él sea un profesional de los incendios forestales. “En los años 94 y 95 me dio clases de incendios en la escuela donde yo estudiaba para ingeniero de montes. Era profesor asociado porque trabajaba en el COR. Fue ese entusiasmo en la transmisión y su vínculo con el mundo real de los incendios lo que me hizo verlo claro y decidirme por esta profesión. Al salir de la universidad trabajé en la empresa privada, en Eimfor, donde pude desarrollar un plan de quemas prescritas en Andalucía que él promovía. Fue incluso mi director de tesis”.
Y destaca lo que, a su juicio, fue la mayor virtud profesional de Rodríguez y Silva: “fue un visionario para adaptar lo que se hacía en otras partes del mundo a Andalucía. Dio luz académica a las necesidades de los dispositivos y fue un puente de conocimiento con lo que sucedía internacionalmente”.
Esa necesidad de conocer y transmitir es otra de las cualidades en las que coinciden José Antonio Vega y Carmen Hernando. “Tenía un afán desmesurado por aprender, acababa de terminar un máster en economía con la intención de aplicar esos conocimientos a la gestión de los medios y a la propia extinción. Aprender y transmitir, porque esa era su otra pasión, enseñar”, asegura Carmen.
“Cuando el Parlamento gallego creó un grupo de expertos para aportar soluciones al grave problema de los incendios forestales Curro fue uno de los que participó. A pesar de las tensiones políticas que siempre hay alrededor de estas cosas, fue capaz de encontrar puntos de confluencia para que ese grupo llegase a buen puerto, gracias a su positividad, a su educación, a su capacidad para ponerse siempre al nivel de todos, a su iniciativa, gran trabajo y a su enorme capacidad comunicativa”, recuerda José Antonio Vega.
Su última aportación a Galicia fue colaborar con José Antonio, a petición de este, en la elaboración de las líneas maestras de la futura ley de incendios forestales de Galicia. “Siempre que le pedí ayuda me la prestó. Estoy muy abatido personalmente, hemos perdido un referente profesional, pero yo he perdido un verdadero amigo”.
Ricardo Vélez, sin tiempo para asumir la noticia y reflexionar sobre la trayectoria de Curro, coincide en su “capacidad y generosidad para compartir conocimiento, en su pasión por conocer sobre los incendios”. Y sereno, pero impactado, comenta “puedes decir, de verdad, que amigos y compañeros lamentamos enormemente su pérdida irreparable. No nos queda más que rezar por él”.
“El conocimiento da seguridad”, me decía en una entrevista que pudimos hacerle en Osbodigital, entre clase y clase que impartía en la escuela Nacional de Protección Civil, en Rivas Vaciamadrid. Seguridad para transmitir y para tomar decisiones en las emergencias, pero también responsabilidad para compartir el concomiendo.

Momento de la presentación de las conclusiones del proyecto GEPRIF. De izquierda a derecha Jorge de las Heras, Ana María Daría, José Antonio Vega, Carmen Hernando, Francisco Rodríguez y Silva y Eva Marino
Comentaba en esta entrevista la razón que le hizo dedicarse a la docencia: “Después de recibir los cursos de los expertos americanos e incluso del Área de Defesa contra incendios del Ministerio, tuve que asumir la responsabilidad de dar clases. Descubrí una faceta que me ha colmado de satisfacciones, al comprobar que disfrutaba y me enriquecía personalmente, en la tarea de hacer fácil los conocimientos que pueden ser complejos y transmitirlos de forma motivante”.
Esa es la gran cualidad que acompaña a cualquier buen profesional: la motivación y la pasión por su trabajo.
“Curro no estaba a diario trabajando con nosotros, pero era como si lo estuviese”, comenta Juan Sánchez. Su colaboración con el Infoca ha sido muy estrecha desde que pasó a la universidad y a la investigación. Aún ahora era asesor del dispositivo en los grandes incendios forestales.
“Curro fue uno de los padres del Infoca, junto con Paco Salas, a quien comenzó ayudando. Cuando Paco Salas pasa a la dirección general Curro es el director del COR. Curro es el ideólogo y quien impulsó la tecnificación del dispositivo: la gestión de los medios aéreos, las unidades móviles de transmisiones, el sistema bosque de detección de incendios, cosas que fueron en aquel momento totalmente innovadoras en España”.
Ahora dirigía una parte muy importante de investigación e innovación del proyecto CILIFO. “Curro era el impulsor de todos los proyectos de innovación, era un trabajador incansable, recuerdo muchas tardes enteras discutiendo con él sobre incendios y estudiando la posibilidad de poner en marcha nuevos proyectos para conocer, para saber, o incluso buscando la manera de que los alumnos hicieran prácticas”.
Hoy son muchos los amigos y compañeros que se han quedado atónitos al conocer la noticia.
“No sé si haremos algún acto de reconocimiento en algún momento porque estas cosas parece que se hacen siempre cuando ya no está la persona, pero es que hacerlas antes no se te ocurre, ¿quién puede imaginar que una persona vital, intensa y trabajadora incansable puede faltar de repente? Su reconocimiento era el trabajo diario”, asegura Juan Sánchez.
Consternados por el fallecimiento de Francisco Rodríguez Silva. Profesor e investigador en el Dpto Ingeniería Forestal de @Univcordoba, y creador de @LabIF_UCO, fue director y subdirector del #CORInfoca entre 1994-2001. Nuestras condolencias a familiares, amigos y compañeros. DEP pic.twitter.com/rYD3knxn6C
— INFOCA (@Plan_INFOCA) February 24, 2022
Técnico, investigador y docente

Hotel Alcora (Sevilla) 1994. De izquierda a derecha: Fernando Chico, Miguel Porrero, Curro Rodríguez y Silva, Dick Rothermel
Francisco Rodríguez y Silva tenía 62 años y era profesor titular de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Córdoba. Era coordinador y director del Laboratorio de Incendios Forestales “LABIF-UCO”.
Nació en Sevilla en 1959. Era Dr. Ingeniero de Montes, Máster en Economía Aplicada y Máster en Investigación en Economía y amplió sus estudios de especialización en incendios forestales en la Forest Technology School (Albert Forest Service, Canadá, 1993).
Inició sus actividades profesionales en 1985, ingresando por oposición en el Cuerpo de Ingenieros de Montes del Estado. Bajo la modalidad de “servicios en comunidad autónoma”, se incorporó en 1986 como funcionario de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Desde entonces ha venido trabajando en la gestión efectiva de programas de protección y defensa contra incendios en el paisaje forestal.
En abril de 1994 se incorporó como profesor asociado a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba, impartiendo docencia en defensa contra incendios forestales en la titulación de ingenieros de Montes.
Hasta el año 2001, ocupó en la administración distintos puestos de responsabilidad, entre la que se encuentran: jefe del Departamento de Incendios Forestales de la Agencia de Medio Ambiente, jefe del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Consejería de Agricultura, subdirector y director del Centro Operativo Regional del Plan INFOCA (Junta de Andalucía). En ese año ocupa plaza de profesor titular de la Universidad de Córdoba.
En 2003 recibió la Mención Especial del premio Batefuegos de Oro por su trayectoria y trabajo constante para promover el conocimiento científico sobre los incendios forestales

Presentación de los resultados del proyecto GEPRIF en el INIA. Foto Pilar Valbuena
Sus líneas principales de investigación se han centrado en la modelización preventiva contra incendios forestales, desarrollo de modelos de evaluación del peligro de incendios forestales, modelización de combustibles y comportamiento del fuego, análisis económico de los programas de defensa contra incendios forestales, modelización estratégica de los procedimientos de extinción y selvicultura preventiva.
Desde el año 2009, era coordinador del Grupo de Trabajo de Fuegos Forestales de la Sociedad Española de Ciencias Forestales SECF, organizando las ediciones cuatrienales del Taller de Lecciones Aprendidas de los Grandes Incendios Forestales. «Su investigación y su docencia, estrechamente ligadas a su experiencia en gestión, dejan una cuantiosa herencia de conocimiento nacional e internacional para ayudar a la mejor gestión y protección integral del paisaje forestal contra los incendios», ha comentado esta mañana la SECF en un comunicado.»Lamentamos esta gran pérdida profesional y sobre todo personal por la gran calidad humana de Francisco, Curro para todos los que le conocieron».
Ha dirigido más de cincuenta proyectos fin de carrera, cinco tesis doctorales y realizado más de treinta aportaciones a congresos y revistas científicos, trece de ellas en revistas indexadas (Science Citation Index). Igualmente, ha realizado proyectos de cooperación internacional (Marruecos, Chile e Israel) y consultorías para la FAO (Chipre y Nicaragua).
El rector José Carlos Gómez Villamandos ha expresado en nombre de la comunidad universitaria sus condolencias a familiares y amigos del profesor Rodríguez y Silva y su más profunda consternación por esta irreparable y dolorosa pérdida para la Universidad de Córdoba.