A Francisco Rodríguez y Silva
Coincidí con Curro en la Escuela de Montes de Madrid, donde él, mejor estudiante, había terminado un poco antes que yo. Sin embargo, no fue hasta un poco después cuando tuve la gran fortuna de conocerle en profundidad y de poder gozar de su amistad. Fue en 1986, en Sevilla, en el Servicio Forestal de la Agencia de Medio Ambiente, que dirigía brillantemente Gumersindo Borrero. Como funcionario de carrera del Cuerpo de Ingenieros de Montes del Estado, estaba cedido en servicios especiales, y yo caí por allí con un contrato laboral de un año.

Imagen de programa de Canal Sur
A su sombra, en aquel año aprendí más que en todos los años de la carrera y, junto a él, decidí que ese era el camino que yo quería seguir. Su ejemplo, su apoyo, sus ánimos…y sus apuntes, que todo hay que decirlo, lograron que ese año aprobase las oposiciones al Cuerpo de Ingenieros de Montes del Estado. Pero aprendí mucho más, aprendí de él su saber estar, sus maneras siempre educadas y amables con todos, su sentido del compañerismo y de la amistad y sobre todo su bonhomía.
Después tomamos rumbos diferentes, pero nuestra amistad se mantuvo y nuestro mutuo interés por la defensa contra los incendios forestales haría que coincidiéramos muchas veces, yo en el ICONA y él en la Junta de Andalucía. Siempre participaba en los cursos superiores de incendios, siendo un excelente profesor y así fue forjando su vocación docente. Era un orgullo saber de él, impartiendo cursos por el extranjero, ora en USA, ora en Méjico o en cualquier lugar de Hispanoamérica, ya convertido en una destacadísima figura en el mundo de los incendios forestales.
Trabajó con nosotros en el Ministerio en el cálculo de la huella de las descargas de los aviones anfibios y últimamente coincidimos en un grupo de trabajo con Airbus, donde había calculado también la huella de la descarga de un kit de 20t para el avión A400M de Airbus. Me dijo que estaba feliz por poder volver a retomar su espléndido taller de lecciones aprendidas en los incendios forestales, en la Universidad de Córdoba, tras los años de la pandemia en que no se pudo realizar. Lo vi, como siempre, trabajador, comprometido, alegre. La noticia de su fallecimiento que nos ha golpeado hoy ha sido un mazazo terrible.
Tus compañeros, tus amigos y tanta gente que te ha apreciado y querido no te olvidaremos nunca querido Curro. Descansa en paz.
Rafael Gómez del Álamo
Jefe del Área de Defensa Contra Incendios Forestales.
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico