La madera de Rusia y Bielorrusia es considerada «madera de conflicto»
La Junta Directiva de PEFC International ha decidido que toda la madera originaria de Rusia y Bielorrusia sea considerada «madera de conflicto» y, por lo tanto, no se puede utilizar en productos certificados PEFC.

Madera certificada por el sistema PEFC
La decisión se tomó en la junta directiva internacional de PEFC, celebrada el 4 de marzo. La junta, reunida para evaluar lo sucedido en Ucrania y sus implicaciones para PEFC, los propietarios y empresas forestales certificadas, considera que se trata de “una agresión militar de Vladímir Putin”.
En una nota de prensa hecha pública esta tarde, PEFC internacional asegura estar “extremadamente preocupado por el ataque del gobierno ruso a Ucrania”.
“La invasión militar está en oposición directa a nuestros valores fundamentales. Esta agresión causa dolor y muerte indescriptibles e inaceptables a personas inocentes, incluidas mujeres y niños. También tiene un impacto destructivo inmediato y a largo plazo en el medio ambiente, en los bosques y en las muchas personas que dependen de los bosques para su sustento”.
La categorización de la madera de Rusia y Bielorrusia como madera de conflicto se produce tras la adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Resolución A/ES-11/L.1 sobre la agresión contra Ucrania (2 de marzo de 2022) , que «condena en los términos más enérgicos la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania […] y la participación de Bielorrusia».
PEFC ha anunciado que evaluará la situación con el transcurso de los días “y considerará medidas adicionales según sea necesario”, por lo que “publicará nuevas directrices en los próximos días”.
La norma de cadena de custodia PEFC considera la «madera de conflicto» como una «fuente conflictiva» (PEFC ST 2002:2020, 3.7), que no puede utilizarse en grupos de productos certificados PEFC (PEFC ST 2002:2020 Apéndice 1, 6.1).
Se define la «madera de conflicto» como «la madera que ha sido comercializada en algún momento de la cadena de custodia por grupos armados, ya sean facciones rebeldes o soldados regulares, o por una administración civil que participa en conflictos armados o sus representantes, bien para perpetuar el conflicto o para aprovecharse del mismo con fines lucrativos. (PEFC ST 2002:2020, 3.6).
La calificación de la madera de Rusia y Bielorrusia como madera de conflicto «pretende salvaguardar la integridad de la certificación de la cadena de custodia PEFC». Señala el sistema de certificación que esta aclaración es inicialmente válida por seis meses.
Es el momento de apostar por la madera nacional

Bosque en Rusia
La Asociación Española del Comercio e Industria de la Madera AEIM tiene desde hace tiempo a Rusia entre las procedencias de madera menos recomendables, al incluirla en su compromiso de Diligencia Debida en la zona roja en donde se incluyen los países con menos garantías de sostenibilidad.
“La importación de madera de Rusia es testimonial, muy escasa. Sí se importaba más tablero contrachapado pero los aranceles que se tienen que pagar, y la actual situación, hace prácticamente imposible importar productos de Rusia, por las dificultades en la aduana y para hacer el pago a través de transferencia bancaria. Así que, en la práctica ya es muy difícil ni intentar importar madera de allí”, comenta Alberto Romero, secretario general de AEIM.
El 25 de febrero celebró su asamblea general esta asociación y la recomendación fue de “máxima precaución” ante la madera rusa por la situación de conflicto. “Es probable que lo hablemos ahora en la junta de gobierno por una cuestión de responsabilidad social y, de acuerdo con nuestro compromiso de diligencia debida, se recomiende no importar madera de Rusia, aunque la Unión Europea aún no ha dicho nada, como sí que dijo en su momento con la madera de Liberia”.
El país que más madera importa de Rusia “con diferencia” es Gran Bretaña, seguida de Alemania, según Romero. Países como Lituania o Estonia sí que se abastecían de tronco de Rusia. La dificultad o imposibilidad de seguir haciéndolo complicará el suministro de coníferas y frondosas en el norte de Europa, lo cual afectará al resto, puesto que previsiblemente será más difícil y costoso abastecerse en los mercados internacionales. “La madera de coníferas que procedía de Rusia no va a poder ser cubierta por la producción de Escandinavia y países bálticos” se comentó en la asamblea de AEIM.
“De Ucrania sí que importábamos algo de roble, así que, ante la dificultad para operar allí, aumentará la presión para Rumanía, Polonia, Serbia o Croacia”, comenta Romero. Por ello, la recomendación de AEIM a sus asociados es “ahora más que nunca es el momento de apostar por madera nacional. Debemos mirar más a nuestros recursos forestales y tratar de aprovecharlos al máximo, dentro de la cadena de valor”.