Soluciones extraordinarias para situaciones extraordinarias

Xevi Bolumar

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Ha estado toda la noche nevando. Las condiciones meteorológicas tampoco quieren ayudar.

A las 06:30 suenan los despertadores y el equipo empieza a movilizarse. Al asomarnos por la ventana del hotel confirmamos que se ha cumplido la previsión meteorológica. Ha estado nevando durante toda la noche y hay unos 8 cm de nieve acumulada. Se prevé que siga nevando durante todo el día de hoy y parte de mañana.

Después de desayunar limpiamos de nieve los vehículos e iniciamos ruta hacia Varsovia. El destino es la estación de autobuses de la ciudad. Allí nos espera Víctor, otro de nuestros contactos. Él tiene otro grupo de refugiados organizado para su traslado a España.

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Oficina improvisada donde organizan la llegada y salida de los refugiados tras comprobar su documentación.

Este tipo de situaciones hacen que las personas creen vínculos especiales sin darse cuenta. Ya llevamos un tiempo que, de forma espontánea, nos referimos a nuestras compañeras de viaje como «nuestras invitadas».

No sentimos que estemos «dando refugio» sino que son nuestras invitadas a viajar juntos hasta su nuevo hogar, donde muchas familias las han invitado a vivir con ellas.

Las palabras tienen mucha energía y nosotros queremos que esa energía sea positiva.

Después de unas horas de carrera, llegamos a Varsovia y, al entrar en la estación, descubrimos que hay unas mesas donde, a modo de despacho, las ONG están registrando la llegada y partida de los que huyen de la guerra.

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Organizando los pasajeros en los vehículos

Por fin conocemos a Víctor en persona. Él y su equipo están haciendo una labor colosal. Ya han sacado de Ucrania a cientos de personas. Víctor nos presenta al otro grupo de invitadas que se une al convoy y vamos a comer. Nos espera un largo viaje y no sabemos cuándo tendremos ocasión de volver a haceerlo.

Una lección que he aprendido de estas situaciones es que debes comer cuando haya ocasión y descansar en cuanto haya un momento. Nunca sabes lo que te depara el día.

Ya tenemos recogidas a 27 personas «invitadas». Cupo completo. Al final los días de trabajo logístico han dado sus frutos.

Con el convoy cerrado, comenzamos la organización de los bultos y los pasajeros, de modo que las familias puedan viajar juntas en el mismo vehículo en la medida de las posibilidades.

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Parte del convoy reorganizándose en una de las paradas

Y entonces, aparece una mujer con dos bebés muy pequeños, uno de ellos apenas tiene meses. Nos pide que la saquemos de allí. Que ya lleva varios días durmiendo en la estación y es imposible conseguir un billete de autobús antes de dentro de dos días. Necesita viajar a una ciudad que está a tres horas de Varsovia y se encuentra en nuestro camino de vuelta.

Pero, no cabe en nuestros vehículos. Nos quedamos helados. No sabemos qué hacer pero no podemos dejarla en la estación dos días más con los bebés.

Al final resolvemos que uno de nosotros viajará esas tres horas en la parte de carga con las maletas en uno de los vehículos y la invitada podrá subir en un vehículo con los dos bebés.

Y entonces, aparece una mujer con dos bebés muy pequeños, uno de ellos apenas tiene meses. Nos pide que la saquemos de allí. Que ya lleva varios días durmiendo en la estación. Pero no cabe en nuestros vehículos.

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Llegamos a una de las casas de acogida en el viaje

Esto es lo que se llama «economía de guerra«. Hacer lo máximo posible de la forma más eficiente con los medios de que dispones.

Quién me conoce sabe que soy un amante de los procedimientos y las normas, pero hay que saber aportar «soluciones extraordinarias para situaciones extraordinarias».

Con todo ello, somos 43 personas en el convoy. 13 del equipo y 30 invitadas.

Sigue nevando mientras cargamos equipajes y asignamos pasajeros. Cuando todo está organizando salimos de nuevo en convoy hacia nuestro destino. El siguiente reto es poder alojar y dar de cenar a un grupo de gente tan grande.

De nuevo los conductores pendientes de mantener la organización del convoy ahora con nieve intensa y el vehículo completamente cargado. Los copilotos volcados en la asistencia de las pasajeras y el equipo de logística trabajando a marchas forzadas para encontrar alojamiento.

La segunda parte de la misión ha sido completada. Cada vez estamos un poco más cerca de casa.