El Congreso Forestal Español ha vuelto
Se celebra el 8º Congreso Forestal Español con las mismas características y espíritu de siempre. Entre los participantes se respira satisfacción, casi diría alegría por recuperar “la normalidad”.
Mensajes llamativos, reflexiones estimulantes, ponencias muy especializadas, mesas redondas con interesantes debates, pósters, estands de empresas y asociaciones del sector, carreras para no perderse la cita que más interesa, salas llenas de público interesado en ciencia y en avances, y los esperados encuentros personales, no falta de nada en una nueva edición que, intuyo, se esperaba con más ganas que nunca. Hoy miércoles se desarrollan los viajes técnicos para conocer distintas experiencias de gestión por toda Cataluña.
Difícil, por no decir imposible, reflejar la gran cantidad de información que se vierte en cada jornada del CFE. La simultaneidad e intensidad de las exposiciones orales, talleres y mesas redondas obliga a seleccionar entre una variada y siempre interesante oferta.
En la mesa redonda “Y después de repoblar ¿qué? Gestión forestal y captación de carbono”, impulsada por Juntos por los Bosques la pregunta a la que quería dar respuesta su moderadora, Inés González Doncel, es ¿cómo vender a la sociedad la idea de la gestión forestal sostenible?, más concretamente “¿se pude vender la gestión forestal por su aportación a la lucha contra el cambio climático?”.
Álvaro Picardo, en representación del Foro Bosques y Cambio Climático expuso la importancia de los bosques como únicos sumideros de carbono gestionables, “todos sabemos que, gracias a la fotosíntesis, los árboles fijan carbono y que, dependiendo del uso que hagamos de su madera, ese carbono puede estar almacenado cincuenta, doscientos o hasta mil años como en el caso de la mezquita de Córdoba”.
Ante la posibilidad de que los bosques se gestionen pensando principalmente en su relación con la fijación de carbono y su adaptación al cambio climático, Álvaro afirmó que estamos ante un cambio de paradigma; comentó la expectativa que provoca el nuevo plan forestal nacional que ha anunciado el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico que se hará público antes de fin de año; la necesidad de una calculadora de carbono que permita medir las emisiones, “en la que hemos estado trabajando y creo que le gustará al Ministerio”; de la necesidad de la ganadería extensiva y de la importancia de la biomasa con fines energéticos. Y apuntó la conveniencia y utilidad de realizar un cambio en la estructura de la propiedad “como ha sabido hacerlo el mundo agrícola a lo largo de estos años”.
Sobre las propuestas de empresas para generar un mercado de fijación de carbono a través de la gestión forestal, Juan Picos, director de la Escuela de Ingeniería Forestal de Vigo, ha dado la bienvenida a las empresas, ajenas al sector, que han fijado su atención en las repoblaciones como inversión financiera. “La cuestión es para qué, ¿qué quieren hacer cuando anuncian repoblaciones? Es como cuando tu hijo te pide una mascota, tienes que preguntarte ¿cuánto tiempo le va a durar? ¿La va a cuidar? ¿qué va a pasar con ella cuando deje de ser un cachorro?”

De izquierda a derecha Inés González Doncel, Guillermo Fernández Centeno, Juan Picos, Ana Elisa Rodríguez, Álvaro Picardo y Christopher R. Smith.
Ana Elisa Rodríguez Pérez, de la Fundación Gómez-Pintado ha expuesto la oportunidad que la legislación ofrece a la madera como material sostenible. Ha citado la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, e su artículo 8 habla de “los materiales de construcción… con menos huella de carbono”. La Ley 7/2022 de residuos y Suelos Contaminados para la economía circular o la futura revisión del Código Técnico de la Edificación que deberá reconocer la madera como un material natural y sostenible. “La legislación dirige al uso de la madera”. Y añadió una última información relacionada con legislación, el reglamento Europea de Divulgación de Información relativa a la Sostenibilidad en el sector Servicios Financieros SFDR 2019, “los inversores son aliados de la gestión forestal sostenible de los montes”, aseguró.
Guillermo Fernández Centeno, jefe de Área de la Subdirección General de Política Forestal del Miteco destacó el papel de garantía de la administración pública española en el cumplimiento de las leyes, o en el control de las actividades que forman parte de la gestión forestal sostenible.
Christopher R. Smith, experto en posicionamiento de marca comentó la dificultad para identificar al sector forestal, “la suma de unas partes, que no se sabe lo que es porque no está definido”. En su opinión esta indefinición provoca “falta de estrategia y de identidad del sector. No hay estrategia porque no hay objetivos claros ni compartida, por tanto, no hay claridad en los mensajes y falta una sola voz que se erija en portavoz. Es necesario una campaña nacional de comunicación que dure años”.
En la necesidad de un “mensaje fuerte” que llegue a la sociedad incidieron algunas intervenciones del público, como la de Patricia Gómez, gerente de COSE, o las que demandaban una mayor atención a las necesidades e intereses de las personas que viven en el territorio, “una mayor ruralidad”. Manifestación con la que estaba de acuerdo Fernández Centeno y comentó la necesidad de una encuesta de percepción social de lo que la sociedad demanda de los montes, “damos por supuestas muchas cosas, pero puede que estemos equivocados”.
Un dato interesante, que incide aún más en la bondad ambiental y en las ventajas de la madera frente a sus competidores más contaminantes, lo facilitó Eduardo Rojas Briales, decano del Colegio de ingenieros de Montes, “cuando hablamos de economía circular hay que tener en cuenta que frente a la madera que es natural otros productos necesitan la misma cantidad de energía en su reciclaje que la que necesitan para producirlos, la madera no”.