WWF se suma a la gestión del territorio como fórmula para luchar contra los incendios forestales
WWF ha convocado esta semana a los medios de comunicación a su tradicional rueda de prensa anual dedicada a los incendios forestales. El mensaje se suma a las voces que piden desde hace tiempo mayor gestión del territorio. En su caso, centra su mirada en la ganadería extensiva como herramienta de gestión sostenible del territorio, especialmente en las zonas identificadas como de alto riesgo de incendio. Para ello pide una Estrategia Estatal de Ganadería Extensiva que incluya, entre otras cosas, una nueva PAC que apoye los bienes públicos generados por los ganaderos y revitalice el medio rural.

Foto WWF
Para WWF el problema de los incendios responde a cuestiones socioeconómicas, “solo se puede mitigar su impacto frenando la despoblación rural, favoreciendo el desarrollo sostenible en el medio rural y los aprovechamientos tradicionales en extensivo de alto valor socioambiental”. Sus propuestas para luchar contra los incendios forestales se recogen en el informe Pastoreo contra incendios. Propuesta de WWF para adaptar el territorio al cambio climático.
La ganadería extensiva debe jugar un papel importante en la prevención de incendios forestales por su capacidad para crear un territorio mosaico, intervenido por el ser humano, además de crear puestos de trabajo en el medio rural y su capacidad para luchar contra el cambio climático y de actuar sobre zonas de matorral.
Considera WWF que la Política Agrícola Comunitaria PAC debe apoyar la ganadería extensiva vinculada a la prevención de incendios pero en vez de ello prima la ganadería intensiva.
Los montes españoles han sido ganaderos y lo deberían seguir siendo
En el diagnóstico de la situación Lourdes Hernández señaló que hay un 37 % menos de incendios que en los últimos veinte años, “pero seguimos teniendo 10.500 incendios es una cifra insoportable para el territorio y las arcas públicas”.
Según el informe de WWF la tasa de intencionalidad de incendios es del 55 % “debido a la gran cantidad de conflictos en el medio rural que se solucionan prendiendo fuego”, señaló Lourdes. Aunque la superficie quemada se ha reducido un 19 % en los últimos 20 años, “los incendios cada vez son más grandes y existe un mayor riesgo de oleadas de incendios con comportamiento explosivo”. España es el país que más invierte en extinción por habitante, según los datos de WWF.
Para Lourdes Hernández “un problema rural y forestal se está convirtiendo en una emergencia social. España corre un riesgo muy similar para que suceda lo que pasó en Portugal en Pedrograo o en Mati en Grecia donde murieron más de cien personas”
La causa principal del aumento de riesgo de grandes incendios es el abandono generalizado del territorio, con un 85 % de carácter rural donde habita solo el 16 % de la población. “Sale más rentable traer madera del este de Europa que explotar nuestros bosques”
Y la segunda causa para WWF es el cambio climático, “el territorio no está adaptado a estas condiciones climáticas por falta de gestión. Seguimos afrontando el problema como en el siglo pasado cuando el territorio estaba intervenido. Necesitamos prevención activa y esta la da el uso del territorio, que debemos entender que no es un museo. Los paisajes mosaicos son la mejor solución y la ganadería extensiva, por su capacidad para consumir matorral, es una gran herramienta. Los montes españoles han sido ganaderos y lo deberían seguir siendo”, concluyó Loures Hernández.
Aprovechó WWF para exponer el trabajo de la Fundación Pau Costa con su proyecto Ramats de foc, como ejemplo de buena práctica en la que se relaciona pastoreo, prevención de incendios, generación de productos alimentarios de calidad y segunda actividad económica a partir de la carne de cordero. David Martín, de la Pau Costa, explicó los objetivos y el enfoque del proyecto.
Seguimos afrontando el problema como en el siglo pasado cuando el territorio estaba intervenido. Necesitamos prevención activa y esta la da el uso del territorio, que debemos entender que no es un museo. Los paisajes mosaicos son la mejor solución y la ganadería extensiva, por su capacidad para consumir matorral, es una gran herramienta. Los montes españoles han sido ganaderos y lo deberían seguir siendo”
Cambiar la PAC

Eugeni Ca , uno de los pastores participantes en el proyecto Ramats de foc, con su rebaño por el monte. Foto Fundación Pau Costa
En opinión de Celsa Peiteado, responsable de la Política Agrícola Comunitaria en WWF, la PAC “no ha atendido correctamente las necesidades ni las particularidades de la ganadería extensiva, ha penalizado la presencia del ganado en terrenos forestales”.
WWF señala en su informe varias circunstancias que demostrarían esta afirmación, como el hecho de que de los 28 millones de hectáreas forestales y de pastos que reconoce el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC) en España, “apenas una cuarta parte, unos 7 millones de hectáreas, reciben ayudas directas de la PAC”. Y añade que las ayudas son además mucho menores si se comparan con la que perciben producciones agrícolas y ganaderas intensivas. “Por ejemplo, una hectárea de pasto en La Vera, Cáceres, recibe unos 60 €/año frente a los 1.400 € que recibe la región en su día dedicada al cultivo del tabaco”.
La otra razón es el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos CAP, “se excluyen de los pagos las superficies menos productivas y desfavorables, como amplias zonas de matorral. Esto provoca el abandono de estas superficies “en un contexto de ausencia generalizada de gestión, convirtiendo los montes en territorios intransitables y altamente inflamables, comprometiendo la biodiversidad que albergan”.
Consideran en WWF que “ha llegado el momento de que la PAC apoye a la ganadería extensiva y al pastoreo vinculado a la prevención de incendios forestales” y proponen una serie de medidas como: “redefinición de superficies elegibles, rediseño del pago básico, ecoesquemas con montantes apropiados, diferenciar los productos procedentes de ganadería extensiva de los de intensiva, una norma a nivel estatal que apueste por la ganadería extensiva, primas por pastoreo en zonas de alto riesgo de incendio acoplados a sistemas de alto valor natural, visibilizar los bienes y servicios que presta la ganadería extensiva a la sociedad como el secuestro de carbono y la generación de empleo en la España vaciada”.
Señala a las comunidades autónomas como las responsables de elaborar “medidas de desarrollo rural que apoyen el pastoreo como elemento clave en la provisión de bienes públicos, incluida la lucha contra incendios”.
Una cuestión de Estado que hay que tomarse en serio

El paisaje tras el incendio en la Sierra de la Culebra. Foto WWF
Para terminar la presentación Enrique Segovia, director de conservación de WWF, reclamó que los incendios forestales deben ser “una cuestión de Estado, es una cuestión de riesgo para las personas, para la economía y la naturaleza de este país. Nos lo tenemos que tomar en serio. Necesitamos una estrategia coordinada entre los distintos agentes que ponga el foco en cuáles son las zonas de alto riesgo, debemos saber cuáles son las causas para cada una de esas zonas, para aplicar las medidas adecuadas”.
Esta estrategia nacional “debe tener sus objetivos, medidas y presupuesto. Dentro de las medidas una de ellas será todo el apoyo a la ganadería extensiva, en otras deberá hacerse un plan de quemas prescritas y en otras zonas deberá apostarse por la gestión forestal. Se necesitan recursos públicos y privados y ahora, con los fondos de recuperación deben ayudar a cambiar la economía rural”.
En su opinión, el documento aprobado en el Comité de Lucha contra los Incendios Forestales CLIF por el Ministerio y las comunidades autónomas, Orientaciones estratégicas para la Gestión de Incendios Forestales, “debe ser la base para crear una estrategia nacional de lucha contra los incendios forestales, a pesar de que no se ha hecho público y no se está aplicando”. (Publicamos la información el 10 de febrero de 20220)
Considera necesario fomentar la gestión forestal, “hay que favorecer que muchos propietarios puedan juntarse para elaborar una gestión del territorio y que tengan medidas fiscales que les ayuden a realizarla”.
Le preguntamos por el número de cabezas de ganado en extensivo que consideraba deberían ser necesarias para que la ganadería se convirtiese en una herramienta de prevención de incendios pero prefirió no responder. No parecen haber calculado este dato, ni el número de pastores necesarios para gestionar ese ganado. Pero en el mensaje no hay dudas «la ganadería extensiva debe ser una solución importante para la prevención de incendios forestales»