«Apostar por el consumo de carne y leche de ganadería extensiva contribuye a evitar incendios»
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) quiere reivindicar la labor de los pastores y la ganadería ovina y caprina extensiva para la prevención de incendios forestales. Las cabras adultas se alimentan con 1,5 a 2,5 kg diarios de material vegetal seco, entre 350 y 1.500 g de hojas y brotes de matorrales, mientas que las ovejas en pastoreo pueden consumir de 2 a 3 kg de pasto, matorral y especies leñosas. “Es la prevención más barata”, señalan.
COAG se ha centrado en los rebaños en extensivo de ovino y caprino y no en los rebaños de vacuno cuyas circunstancias son diferentes en función del territorio y cuya presencia en extensivo no es sinónimo de beneficio ambiental automáticamente. Su mensaje se suma al que hace unos días lanzaba WWF en defensa de una ganadería extensiva y una nueva PAC como herramienta de gestión del territorio y de prevención de incendios. Un mensaje de Twitter de WWF, a raíz de nuestra publicación, desataba una enorme contestación en redes sociales de animalistas y partidarios del abandono de la gestión humana de la naturaleza (rewilding) al considerar que promovía la ganadería y el consumo de carne, una de las principales amenazas, a su juicio, para el futuro del planeta.
Para COAG el pastoreo de ovino y caprino “convierte a los ganaderos y ganaderas en vigilantes permanentes, al tiempo que contribuyen a limpiar el monte de material combustible, sobre todo en zonas de difícil acceso”. Facilita el dato del consumo de material vegetal de la ganadería en extensivo: una cabra adulta consume de 1,5 a 2,5 kg diarios de hierba, hojas y brotes de matorral, mientras que una oveja consume de 2 a 3 kg de pasto, matorral y especies leñosas.
Destacan que el control del pastor sobre el ganado permite mantener las áreas cortafuegos, “provocando discontinuidades en las masas forestales que impiden la propagación de los incendios. Gracias al ganado, no sólo se previenen incendios, sino que, cuando ocurren, son más pequeños y más fáciles de controlar. Si estas zonas están gestionadas, las maniobras de extinción se podrán hacer de forma más segura”, ha señalado Ángeles Santos, ganadera extensiva y responsable en la Comisión Ejecutiva de COAG.
Para COAG, la presencia del ganado en el monte tiene muchos beneficios ambientales: “favorece la biodiversidad, contribuye a la dispersión de semillas, mejora la estructura del suelo y reduce la erosión y la desertización”.
Destaca que la “capacidad desbrozadora” de las ovejas y cabras transforma material vegetal que en verano es un peligro en los montes en “carne de calidad, rica y sabrosa”, a la vez que ofrece oportunidades de empleo rural y contribuye al desarrollo rural sostenible.

Foto Angeleses
“El pastoreo de ovejas y cabras no es que sea la mejor forma de prevenir incendios, es que es la más sostenible. Gobierno y Comunidades Autónomas no pueden reducir la gestión de incendios a una estrategia reactiva, circunscrita a los meses de verano y a extinguir los incendios que se producen. Es vital que durante todo el año se adopten medidas preventivas implicando a todos los segmentos de la sociedad. Y, para ello, necesitamos un apoyo decisivo a la ganadería extensiva y al pastoreo, a las denominadas ovejas-bomberas, un cuerpo de élite rural con 15 millones de efectivos”, ha subrayado la responsable de COAG.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, MAPA, el sector ovino y caprino representa en España el 11% de la producción final ganadera, si se tiene en cuenta el conjunto del subsector cárnico y el lácteo. El censo, efectivamente, se encuentra estabilizado alrededor de los 15 millones de cabezas, aunque no todo realiza pastoreo en extensivo. Esto convierte a España en el principal país europeo en ganado ovino y en el segundo caprino, con unos 2,6 millones de animales, por detrás de Grecia.
“Debido al carácter extensivo de una parte importante del sector y a que es una actividad que se asocia a aquellas zonas donde no existen otras alternativas económicas, este sector tiene un papel primordial en la vertebración del territorio, en la conservación del entorno y en la generación de empleo en zonas rurales”, asegura el MAPA.