El gobierno de la Región de Murcia y sector forestal piden al Gobierno de España que considere la selvicultura como actividad compensatoria de emisiones de CO2
Han firmado un manifiesto solicitando que los trabajos de selvicultura en las masas forestales arboladas sean actividades que contabilicen para el cálculo de las absorciones de CO2, en el marco de la compensación y el registro de la huella de carbono. Lo firman los colegios profesionales de ingenieros forestales y de montes, los propietarios forestales y la asociación de empresas forestales junto con el gobierno regional.

Los representantes de las entidades firmantes del manifiesto a favor d ella silvicultura como actividad compensatoria de carbono
En este manifiesto señalan la necesidad de que todas las administraciones públicas impulsen la gestión forestal y, concretamente, la selvicultura del carbono, ya sea en terrenos públicos o privados, como herramienta para aumentar la capacidad como sumideros de carbono. “Cada día está más claro que necesitamos una gestión integral del territorio: forestal, del carbono, de la caza, agricultura, apicultura y todo lo que sucede en el territorio. Tener éxito frente a los grandes incendios y los efectos negativos del cambio climático exigen gestionar el territorio”, asegura Esteban Jordán, decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales en Murcia.
Precisamente en la Región de Murcia se ha desarrollado el LIFE FOREST CO2: “Cuantificación de sumideros de carbono forestal y fomento de los sistemas de compensación como herramientas de mitigación del cambio climático”. El proyecto se inició en 2016 con el objetivo de fomentar la gestión forestal sostenible como una herramienta para la mitigación del cambio climático, y se ha desarrollado en España y Francia, sobre las masas de pinos.
El life ha conseguido cuantificar y modelizar la captación de carbono en función de las actuaciones selvícolas. Según sus cálculos, la selvicultura y la gestión forestal generan créditos de carbono con cifras medias de 137 créditos/ha, variable que depende de la precipitación y calidad de estación de la zona seleccionada. Mientras tanto, los proyectos de reforestación, que actualmente contabilizan en exclusiva para la generación de créditos, generan una media de 110 créditos/ha, variable que depende de la especie y densidad de reforestación.
“Si algo ha dejado claro el Life CO2 es que la gestión forestal mejora los sumideros de carbono pero, además, aumenta la garantía de la permanencia del carbono en la masa forestal, menos incendios y menos graves”, asegura Esteban Jordán.
Para el gobierno murciano “los trabajos de gestión forestal tienen una gran importancia para la compensación de créditos de carbono, ya que la posibilidad de su aplicación al territorio es mucho mayor que las posibilidades de reforestación”. Pone el ejemplo de la gestión en los montes públicos, donde el potencial de reforestación varía entre un 1 y 2 % de la superficie forestal mientras que el potencial de la selvicultura es del 60 % de la superficie forestal.

Aprovechamiento de biomasa como prevención de incendios, fines energéticos y gestión sostenible de los montes
La intención es que la oficina de Cambio Climático del Ministerio de Transición Ecológica reconozca a la selvicultura como actividad compensatoria capaz de generar créditos de carbono. Para poder calcular la cantidad de carbono que fija la actividad selvícola es necesario conocer la capacidad de fijación de, al menos, la selvicultura en cada una de las especies principales de los montes españoles, con el objeto de disponer de una calculadora de carbono.
Señalan los firmantes del manifiesto que los trabajos selvícolas además reducen el riesgo de incendio, fijan la población, crean riqueza en territorios despoblados, extraen productos naturales renovables, generan economías y empleo en casi el 50 % del territorio murciano, además de aportar servicios ecosistémicos para mitigar el cambio climático, conservar la biodiversidad, retener los suelos o purificar el aire y el agua.
Frente a la Estrategia Forestal Europea que, entre sus propuestas principales para la conservación de los bosques, ha decidido plantar 3.000 millones de árboles, el sector forestal se ha manifestado en numerosas ocasiones la necesidad urgente de gestionar las masas ya existentes. “En el sur tenemos los bosques con una vulnerabilidad terrible. Se nos pueden morir millones de árboles solo por falta de agua y la solución que se propone es plantar 3.000 millones de árboles más. Hay que tratar a los 3.000 millones que ya tenemos. Desde el sur se ven las cosas de otra manera, las necesidades son otras a las del centro de Europa”, asegura Esteban Jordán.
Los cinco puntos del manifiesto
Los firmantes manifiestan que:
1) La gestión forestal a través de la selvicultura preventiva es una herramienta básica para mejorar la capacidad como sumidero de carbono de los terrenos forestales y reconocen su papel fundamental en la contribución a la compensación y reducción de los gases de efecto invernadero.
2) Recomiendan facilitar la actividad de las asociaciones de propietarios y de empresas forestales como elementos catalizadores en el territorio, e impulsar la generación de biomasa procedente de los trabajos forestales como contribución y apoyo a la actual coyuntura energética.
3) Deciden, en línea con las directrices de la Unión Europea y en alineación con el marco European Green Deal, promover el apoyo técnico y financiero a las empresas y propietarios forestales para la realización de trabajos selvícolas que incrementen los beneficios de una gestión forestal sostenible.
4) Instan a las Administraciones Públicas el impulso político de la gestión forestal y concretamente de la selvicultura del carbono, ya sea en terrenos públicos o privados, como herramienta para dotar a los territorios más desfavorecidos de una mayor capacidad como sumideros de carbono, al tiempo que mejoran la percepción y distribución de las rentas.
5) Piden al Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico la consideración de los trabajos de selvicultura en las masas forestales arboladas como actividades que contabilizan para el cálculo de las absorciones de CO2 en el marco de la compensación y el registro de la huella de carbono.