La Ley Básica de Agentes Forestales a las puertas de entrar en Consejo de Ministros

Unidad de Acción de Asociación Estatal AEAFMA y los sindicatos CSIF, CCOO y UGT

En 2022 el colectivo de agentes forestales cumple 145 años. Lejano queda el centenario que en 1977 se celebró en tantos rincones forestales de España, y más lejano aún aquel 1877 donde se unificó a los guardas de montes, sembrados y cultivos que derivó en la Guardería Forestal del Estado. El análisis rápido de este periplo señala que somos un colectivo de larga tradición y que durante casi un siglo y medio hemos trabajado como un cuerpo estatal al servicio de la rica biodiversidad ibérica y macaronésica.

agentes-forestales-madrid-veneno-osboYa entrados en el siglo XXI y tras las trasferencias a las CC. AA. operan al menos 17 cuerpos forestales sin contar las administraciones locales, cabildos, diputaciones, confederaciones hidrográficas y parques nacionales. Un crisol que aglutina a más de 6.000 funcionarios y funcionarias cuya vocación es idéntica independientemente del territorio de trabajo: la defensa y protección de la naturaleza. Algo que en los últimos años ha tomado una relevancia cada vez mayor. Hoy nadie puede dudar de la interrelación e interdependencia que los humanos tenemos del entorno. Y parece urgente frenar, revertir o directamente detener algunas de las afecciones que exponencialmente estamos realizando al ecosistema desde la revolución industrial.

En el colectivo de agentes forestales lo tenemos claro y tenemos la firme convicción de que si ajustamos y homogeneizamos nuestro trabajo lograremos una labor más efectiva. Ejemplos de esto ya son exitosas experiencias como la unidad adscrita a la Fiscalía de Medio Ambiente o la coordinación entre comunidades autónomas en la persecución del delito. Desde hace más de 20 años la representación sindical y asociativa del colectivo ha venido trabajando en una norma básica que logre un mínimo común denominador que aporte seguridad física y jurídica a esta vocación de defensa de la naturaleza. Ya lo hacemos, pero estamos seguros que bajo el paraguas de esta Ley nuestro trabajo lograría mejores resultados.

En estos años se han manejado diferentes textos y propuestas que asegurasen este objetivo, siempre desde la óptica respetuosa y garantista del estado de derecho y el marco constitucional. El asesinato de los compañeros Xavi Ribes y David Iglesias en 2017 en acto de servicio mostró que era urgente dotarnos de una Ley Básica que permitiese ejercer nuestro trabajo con seguridad y eficacia. Desde entonces, el trabajo con las administraciones, políticos y agentes sociales se intensificó y en 2018 se presentó una Propuesta de Ley en el Senado que pasó el trámite con tan solo nueve votos en contra, pero desgraciadamente aquella legislatura ya no dio para más.

Desde hace más de 20 años la representación sindical y asociativa del colectivo ha venido trabajando en una norma básica que logre un mínimo común denominador que aporte seguridad física y jurídica a esta vocación de defensa de la naturaleza.

Hoy el Gobierno tiene en sus manos un texto aún más matizado y pulido que los anteriores, sin invasiones competenciales y que respeta la autonomía de las CC. AA. Ha sido un articulado sometido a información pública fruto del consenso, reuniones sectoriales entre las CC. AA., Ministerio, agentes sociales y que ahora está a un paso de entrar al Consejo de Ministros. Los tiempos de la legislatura son muy ajustados, pero si existe voluntad podría sacarse adelante. La Ley Básica de agentes forestales ha sido comprometida en muchas ocasiones. Durante este terrible verano todos los grupos políticos han mostrado su interés en este tema, incluso el presidente Pedro Sánchez así se comprometió con la compañera de la comarca de Aragón que el fuego arrasó. También lo afirmó durante el debate del Estado de la Nación que ratificó el compromiso que tantas veces su vicepresidenta Teresa Ribera ha manifestado desde su Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ahora es el momento, los episodios extremos de emergencias por incendios y cambio climático no pueden ser ignorados durante más tiempo.