Ley Básica de Agentes Forestales entrará al Consejo de Ministros en las próximas semanas
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, envió un mensaje grabado a los asistentes al 6º Congreso de Agentes Forestales y Medioambientales para reconocer su trabajo y anunciar que “en las próximas semanas entrará en el Consejo de Ministros una primera lectura de la Ley Básica de Agentes Forestales”. La intención de la ministra es que quede aprobada por el Parlamento “en el próximo periodo de sesiones”, es decir, en los primeros seis meses de 2023.

Mujeres agentes forestales y medioambientales asistentes al 6º congreso.
En la inauguración del congreso, la directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, María Jesús Rodríguez de Sancho, precisó que “a finales de este mes o inicios del próximo mes de noviembre la Ley Básica de Agentes Forestales entrará al Consejo de Ministros”. El anuncio fue recibido por una cerrada ovación de los presentes en la sala.
Sin embargo, quiso la ministra reforzar ese mensaje al día siguiente, consciente de que el congreso de Logroño había logrado reunir de nuevo a 420 agentes de toda España y de que las expectativas de los asistentes eran muy elevadas ante un anuncio de estas características.
“Estamos convencidos de la necesidad de contar cuanto antes con una normativa básica que nos permita reconocer cuáles son las atribuciones de los agentes forestales y medioambientales que garantice y posicione bien esa capacidad de ser policía administrativa especial y judicial genérica en la custodia de los bienes jurídicos ambientales, así como la posibilidad de prestar apoyo en tareas de protección civil”, aseguró Teresa Ribera.
La discusión sobre la nueva ley ha sido larga porque afecta también al Ministerio del Interior y, por supuesto, a las comunidades autónomas, que son las competentes en la organización de la estructura administrativa y las competencias que desempeñarán los agentes en su administración, además de los ayuntamientos y diputaciones que disponen de agentes. De ahí que una ley básica, como es esta, exigiese enorme delicadeza en el texto que se propone para su aprobación, con el fin de no rozar competencias que están, principalmente, en las comunidades autónomas, lo que podría alargar su tramitación una vez que pase a la fase de alegaciones.
Dicho de otro modo, el texto de proyecto de ley básica que se presentará al Consejo de Ministros tendrá un carácter general y que no entrará en cuestiones concretas que deberán determinar cada administración en su organización y estructura.
La sensación general del colectivo estos días es que la aprobación de esta Ley es “una necesidad imperiosa e inaplazable” que aportará “una mayor garantía jurídica y seguridad en el ejercicio de sus funciones”.
“Han sido muchas reuniones y jornadas de trabajo para sortear los continuos obstáculos que han ido saliendo al texto que se llevará al Consejo de Ministros. Una vez que se lleve al Congreso serán los distintos grupos políticos los que harán sus enmiendas y aportaciones. Tal y como ha transcurrido el verano hubiese sido muy importante haber contado con ella antes. El objetivo ahora es que se discuta en el próximo periodo de sesiones y se pueda aprobar en el primer semestre de 2023, así podremos afrontar la campaña de máximo riesgo de incendios del verano siguiente”, nos comenta Juan Manuel Antón, representante de UGT.
Un completo programa de conferencias, debates y demostraciones
Entre el 17 y 19 de octubre, los asistentes al 6º Congreso de Agentes Forestales y Medioambientales han podido escuchar 20 ponencias, cinco mesas redondas, 10 comunicaciones y diferentes debates donde se han analizado la situación actual de la profesión.
El programa se ha completado con jornadas de puertas abiertas para mostrar a la sociedad algunas de las actuaciones que desarrollan los agentes en el medio natural: demostraciones caninas para localización de cebos envenenados, pesca eléctrica e incendios forestales, utilización de drones en la prevención de delitos o la demostración de agentes forestales del Grupo de Intervención en Altura de La Rioja que recrearon la creación de una plataforma para nido de cigüeña en un árbol.
Son #AgentesForestales los perros que han realizado una exhibición en el #6cafma22. Perros auxiliares. Seguridad, eco detección en el trabajo de campo.
Patrocina @lariojaorg @Forestales_CCOO @UGTForestales @CSIF_forestales @AEAFMA @SindicatoSTAR#AgentesConectados pic.twitter.com/t8GEQpKc6V— 6cafmalarioja2022 (@6cafmalarioja22) October 19, 2022
Las conclusiones finales del congreso, leídas en la sesión de cierre, señalan la necesidad de crear protocolos específicos para garantizar la completa seguridad de los agentes; de disponer de profesionales de la comunicación para conseguir una mayor visibilidad social, así como de homogeneizar uniformes, acreditaciones y equipamiento para facilitar su identificación por parte de la ciudadanía. La educación ambiental ha vuelto a señalarse como una actividad fundamental en el trabajo diario de los agentes.

Carmen Orellana, primera agente forestal en España
Que las plantillas estén suficientemente dotadas es una de las reclamaciones del colectivo en todas las administraciones públicas. Los agentes llegaron a ser 10.000 profesionales en la época del extinto ICONA. Ahora son alrededor de 6.000 “pero con el agravante de que nuestras funciones han aumentado considerablemente en este tiempo. Ahora hacemos muchas más cosas, algunas de ellas de gran especialización frente al trabajo más general que tradicionalmente hemos realizado. Además, nuestro cometido exige de mayor esfuerzo burocrático, lo cual dificulta la labor que podemos hacer a diario en el medio natural. Es imprescindible que las plantillas de agentes dispongan del personal necesario para realizar adecuadamente las funciones que tenemos encomendadas”, asegura Juan Manuel.
Una visión internacional de la profesión de agente forestal o medioambiental aportó una estimación un millón de “rangers” en el mundo, “aunque es relativo porque no todos están uniformados, ni pertenecen una estructura administrativa. Pero fue especialmente curioso ver cómo se reproducen algunos de los problemas en distintos países”. Una reflexión compartida fue cómo la especialización “funciona muy bien la primera generación de agentes que se especializan pero no tanto en la segunda, si esto supone una pérdida de la perspectiva de la actividad general que desarrolla la profesión”, comenta Juan Manuel.
Otras conclusiones han sido la recomendación de llevar a cabo una mayor trazabilidad y transparencia jurídica de las denuncias realizadas; la necesidad de estructurarse en torno a Cuerpos especiales regulados que permita la carrera profesional vertical desde el grupo de acceso hasta el A1; la realización del trabajo por parejas, para una mayor seguridad y eficiencia; o la creación de unidades especializadas. Ha servido también para reivindicar la figura de los agentes en la lucha contra los efectos del cambio climático y la crisis de biodiversidad.
El congreso tuvo la oportunidad de homenajear a Carmen Orellana, la primera mujer que ejerció de agente forestal, “tras una larga batalla legal para poder ser admitida”. El último día, la participación de los directores generales permitió ver hacia dónde se dirige la evolución de los distintos cuerpos de agentes. “Creo que fue una oportunidad para el intercambio político de ideas y experiencias que puede ayudar a todos ellos a mejorar su estructura y el servicio que los agentes pueden de su administración prestar a la sociedad”, comenta Juan Manuel.
La presidenta de La Rioja, Concha Andreu, ensalza la figura de los agentes forestales

Concha Andreu, presidenta del gobierno de La Rioja
En el acto de clausura, la presidenta del gobierno de La Rioja reconoció “la enorme labor de servicio” y el “impecable trabajo” de los 80 agentes forestales que prestan su servicio en La Rioja. “Son nuestros ojos en el territorio, aportan una visión realista y pragmática, que es clave en la gestión medioambiental».
La presidenta ha recordado que este último verano ha sido “muy duro” por los incendios que han asolado nuestro país “y no fue peor, en gran parte, por el inmenso trabajo que desarrolláis los agentes forestales”. A su juicio, esta situación ha servido para ser “verdaderamente conscientes de la necesidad de invertir de manera decidida en la lucha contra los incendios forestales y también de adoptar un papel más activo en la lucha contra el cambio climático y contra la crisis de biodiversidad porque nos estamos jugando el futuro”.
Los agentes forestales de La Rioja son funcionarios repartidos por la región y, en especial, por las 200.000 hectáreas de bosques en montes de utilidad pública y las 180.000 hectáreas de zonas protegidas con las que cuenta el territorio riojano.
Estos agentes desarrollan una labor de control y policía ambiental tanto en los terrenos forestales en general como en los espacios naturales protegidos y ríos, fiscalizando y vigilando los trabajos de conservación, repoblación forestal, cinegética y piscícola. Cuentan con profesionales especializados en investigación de incendios y esclarecimiento de delitos medioambientales; escalada y desarrollo de trabajos en alta montaña; manejo de drones y cámaras para protección y control de especies, así como en adiestramiento de perros para localización de rastros.