Galicia avanza hacia un dispositivo público de extinción
A partir de 2023, dos terceras partes del Servicio de prevención y extinción de incendios forestales de la Xunta trabajarán todo el año. Los puestos que actualmente son de nueve meses pasarán a ser de doce. El anuncio lo ha hecho el conselleiro del Medio Rural, José González, en el Parlamento. Indicó también que está en marcha un proceso de funcionarización para que muchos de ellos puedan adquirir la condición de funcionario. En lo que va de año se han quemado 51.643 hectáreas.
Además, también se duplicarán las brigadas helitransportadas públicas de la Xunta, creando tres nuevas brigadas públicas que se sumarán a las ya existentes en las bases de Marroxo, Campiño y Vilarmaior. Según el conselleiro “se trata de una apuesta decidida por un dispositivo público que cada año evidencia su profesionalidad y riguroso trabajo a favor de los montes gallegos”.
Ha anunciado la creación de una unidad de análisis con especial aplicación en los incendios más virulentos. “Esto permitirá la acumulación de conocimiento y mejorará las acciones a llevar a cabo ante este tipo de incendios”. La apuesta de la Xunta, según su conselleiro, es “un dispositivo contra incendios público, profesional, versátil y, sobre todo, eficaz”. Para González, “la profesionalidad viene por la línea de la estabilidad en el trabajo de sus integrantes, por una idónea formación y preparación, en la que la Xunta invertirá en 2023 un total de 700.000 euros”.
Balance de incendios
Según el conselleiro la situación de este verano en Galicia se vio agravada “no solo por el cambio climático, sino también por la carga de biomasa en el territorio y la intencionalidad detrás de muchos incendios”.
De enero a octubre de 2022 se registraron 1.609 incendios en Galicia, que afectaron una superficie total de 51.643,3 hectáreas, de las cuales 16.852 ha fueron de superficie arbolada. El 82 % de esos 1.609 incendios se quedaron en conatos y 76 incendios superaron las 20 hectáreas de superficie.
Para González, este verano se produjo “una situación extraordinaria de sequía en toda la comunidad, con temperaturas extraordinarias, tanto diurnas como nocturnas, y un episodio completamente inédito del norte peninsular acaecido en el mes de julio que ha denominado sistema convectivo de mesoescala”. Entre la tarde y la noche noche del 14 de julio, se registraron en Galicia más de 6.000 rayos que ocasionaron 52 incendios de manera casi simultánea en un período de sólo cuatro horas.
Entre el 14 y 18 de julio se registraron hasta cinco grandes incendios forestales en Galicia de un total de 140 registros. Esos cinco incendios quemaron más de 35.000 hectáreas. El primero fue en Folgoso do Courel y en A Pobra do Brollón, en el que se llegaron a juntar hasta cinco incendios. En el caso del incendio de Carballeda de Valdeorras, también afectó a los municipios de O Barco y Rubiá. Seguidamente hubo otro fuego en la parroquia de Pradoalbar, en el ayuntamiento de Vilariño de Conso, y los incendios de Rabal y Videferre, en el ayuntamiento de Oímbra.
“Ante el comportamiento errático que estaban teniendo los incendios, se procedió a evitar el riesgo vital para la población, priorizando el desalojo de núcleos y dándole prioridad a la integridad del propio personal de extinción y de los servicios de emergencia”, asegura el conselleiro. Según los datos de Medio Rural, más de 900 personas fueron desalojadas en 60 aldeas del Courel y otras 500 personas de 20 aldeas en la zona de Valdeorras.
Medidas urgentes tras los incendios

Paja lazada desde un helicóptero tras incendio en Galicia. Foto CIF Lourizán
En cuanto a las medidas tomadas tras los incendios, “la Xunta puso a disposición de las personas afectadas por los fuegos ayudas directas por un importe total de nueve millones de euros, de los cuales cuatro millones provenían de la Consellería de Medio Rural, para la reposición de explotaciones forestales, agrícolas o ganaderas”, según González.
Ha destacado que se realizaron los trabajos necesarios para acolchar el suelo y evitar arrastres de cenizas o una erosión mayor del terreno, “mediante la técnica del mulching”, y que se agilizaron los trámites de corta de madera con el fin de evitar la pérdida de su valor y la aparición de plagas.
Ha querido el conselleiro destacar el trabajo de la Unidad de Investigación de Incendios Forestales (UIFO) “gracias a sus investigaciones, la Guardia Civil pudo detener a tres presuntos autores de hasta 10 incendios registrados en Ourense y Lugo, a la presunta autora de hasta cinco fuegos registrados en agosto en Verín y al presunto autor de más de una docena de incendios forestales en los ayuntamientos de Salvaterra de Miño y Ponteareas”.
Medidas estructurales a corto plazo
La Consellería destinará el próximo año cerca de 20 millones de euros en mejoras de infraestructuras. Creará tres bases de unidades operativas que sustituirán a los actuales puntos de encuentro de brigadas forestales en los ayuntamientos de Muíños, Rianxo y Mondoñedo y se reformará integralmente una decena de bases.
Está prevista la próxima finalización de las obras de la nueva sede del distrito forestal XIV Verín-Viana y las de la nave de logística en Lalín, junto con un taller de reparación para los vehículos del dispositivo.
Ha anunciado también la creación de una nueva base aérea en Lalín, se reformará la de San Xoán de Río (Ourense) y está previsto la mejora de diversas bases aéreas. Ya se ha sometido a trámite de información pública el proyecto de construcción de una base de medios aéreos transfronteriza -en el marco del proyecto Interlumes- que se situará entre los municipios de Verín y Oímbra.

Punto de agua reformado para aumentar su capacidad hasta los 492 metros cúbicos
Continúan en paralelo las obras de la primera fase del Centro integral de lucha contra el fuego de Toén, con la renovación del primero de los edificios del complejo para convertirlo en un aula de formación y centro administrativo.
Y se destinarán 10 millones de euros para renovar el parque móvil del Servicio de prevención y extinción de incendios, con la adquisición de 18 vehículos motobombas ligeros y pesados, la renovación de casi 140 vehículos para las brigadas de seis meses y la compra de 20 equipos Batracio, que consiste en un tractor con rozadora para tareas de prevención y una cisterna de gran capacidad para los trabajos de extinción.
Planificación preventiva
En cuanto a las medidas que considera preventivas, el titular de Desarrollo Rural de la Xunta destacó los 33 millones de euros que permiten tratar una superficie de 58.600 hectáreas y construir 111 nuevos puntos de agua, además de mantener los 4.750 existentes.
Su apuesta es incrementar el número de aldeas modelo, polígonos agroforestales y agrupaciones de gestión conjunta en todo el territorio gallego, “como claves en la puesta en valor de la tierra y en la generación de actividad económica, además de frenar el avance de los incendios forestales”.
Destacó el convenio de protección de las aldeas, al que están adheridos un total de 276 ayuntamientos. Y reprochó que solo la Diputación de Ourense se haya comprometido con el 50 % de la financiación de 26 tractores dedicados a tareas de prevención en los ayuntamientos de su provincia.