Fallece un piloto español en extinción de incendios en Chile

Luis Sevillano Moreno, de nacionalidad española, de 34 años de edad, que prestaba servicios para CONAF a través de la Empresa SAAMA Aviciación Spa, falleció en la tarde del 31 de diciembre en la extinción de un incendio en la comuna Galvarino. Pilotaba un avión Air Tractor AT-802. Según las primeras informaciones su avión se precipitó contra el suelo después de hacer una descarga.

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Luis Sevillano, piloto fallecido en accidente aéreo en labores de extinción en Chile el 31 de 2022

Informó ayer por la tarde el Ministerio de Agricultura y la Corporación Nacional Forestal de Chile CONAF, que el accidente ocurrió alrededor de las 19:00 hrs durante labores de extinción. No hay mucha más información oficial, de momento. La CONAF mostró su pesar por “este terrible accidente, que enluta a todos quienes trabajan en el combate de incendios forestales”. Y anunció que “entregará todos los antecedentes para que las autoridades correspondientes realicen la investigación pertinente”.

El avión era un Air Tractor AT-802 con matrícula EC-LHJ trabajaba en la extinción del incendio nº 267 “de nombre Quetre en la comuna de Galvarino”, explicaba en un primer comunicado la CONAF. Comenta que el piloto español tenía licencia y experiencia en extinción de incendios tanto en España como en Chile en anteriores campañas.

“Como Ministerio de Agricultura extendemos las condolencias a la familia del piloto, quien pasa a formar parte del legado de los mártires CONAF, que han dado su vida por resguardar el patrimonio medio ambiental y las vidas de todos los chilenos y chilenas”.

Terminó su comunicado el CONAF con una llamada a la prudencia de “la ciudadanía para evitar cualquier tipo de conducta que gatille situaciones que puedan iniciar un incendio forestal y pongan en riesgo más vidas”.

Testigos directos del accidente han contado algo más sobre el suceso, pero son testimonios sin confirmar por más fuentes. Estos testimonios aseguran que “el avión se convirtió en una gran bola de fuego” después de chocar contra el suelo.

Señalan que hay personas que lanzan piedras contra las máquinas que trabajan en la extinción y que disparan con armas de fuego contra las aeronaves “que luchan por salvar sus casas”. Esta es una denuncia que se repite desde hace años en la campaña de máximo riesgo de incendios en Chile. Alguna fuente, sin confirmar y sin aportar ninguna prueba, señalaban ayer en redes sociales, en un momento de gran emotividad tras estar cerca del accidente, que “algún criminal disparó al avión, el cual se precipitó a tierra”.

La empresa Saama Aviación

Cuenta Saama Aviación Spa en su página web que se trata de “una empresa aérea dedicada a bridar los servicios profesionales en el combate de incendios forestales con la precision y calidad que nos caracteriza. Para esto poseemos aeronaves turbohélice Air Tractor AT-802 de última tecnología, lo que nos brinda una alta eficiencia para esta misión. También contamos con un Centro de Mantenimiento Aeronáutico en el aeródromo de Panguilemo – Talca, el que nos entrega una alta confiabilidad en el mantenimiento de todas nuestras aeronaves.

Cuenta la empresa que disponen de dos tipos de aeronaves AT-802 y AT-802 anfibio, “diseñados especialmente para combatir incendios forestales, con un sistema de lanzamiento de producto parcializado, lo que permite mayor eficacia para atacar los incendios. Tenemos la flota más moderna del mercado, entre ella contamos con aviones del año y el 100% de ellos operativos”.

SAAMA Aviación Spa comenta que “posee su propio centro de mantenimiento autorizado por la Dirección Aeronáutica Civil de Chile y por la Dirección Aeronáutica Civil del Reino de España (EASA). El personal de mantenimiento está altamente capacitado para sus labores. Contamos con el material de apoyo adecuado para la ejecución del servicio de mantenimiento de nuestras aeronaves tales como manuales, repuestos, herramientas especiales e infraestructura. Todo esto nos lleva a tener el 100% de nuestra flota en óptimas condiciones para cumplir sus misiones”.

La empresa presta sus servicios al CONAF para extinción de incendios forestales y comenzó sus actividades el 31 de diciembre de 2014, justo ocho años antes de este accidente.