Expobiomasa ofrece cierto optimismo para sus organizadores y participantes
Se celebró la decimocuarta edición de Expobiomasa en un ambiente de optimismo entre los organizadores por los 9.596 visitantes recibidos, un 20 % más que en la anterior edición, por su perfil profesional y especializado y por las 460 firmas expositoras procedentes de 34 países. La recuperación del sector de la calefacción doméstica y los primeros acuerdos entre productores de biomasa forestal y promotores de proyectos para generar energía térmica a escala industrial muestran el interés social y económico en una energía natural, renovable y nacional.
“Ha reinado la confianza en la recuperación, ya iniciada con las ventas de estufas y calderas, gracias a la paulatina vuelta a unos precios asequibles para el consumidor de los biocombustibles sólidos”, aseguran desde Avebiom, la Asociación Española de la Biomasa organizadora de la feria.
Para Javier Díaz, presidente de Avebiom, “los expositores agradecen que el perfil del visitante de Expobiomasa sea cada vez más especializado, más profesional; pues facilita que los contactos en feria se materialicen en forma de operaciones provechosas”.
La bioenergía, no solo la procedente de gestión forestal, fue la más competitiva en España y en Europa a pesar de la inflación y su efecto sobre el incremento de precios para el consumidor final. “Hemos aprendido de nuestros errores y para la próxima temporada de calefacción no esperamos un alza tan pronunciada de los precios como la de 2022, puesto que las cadenas de suministro se están organizando con más antelación y mejor”, comentó Manolis Karampinis, responsable de desarrollo de negocio en Bioenergy Europe, la asociación europea de la bioenergía.
Sus previsiones fueron refrendadas por las asociaciones relacionadas con la biomasa (AVEBIOM, APROPELLETS, AEFECC, Clúster de la Bioenergía de Cataluña y Clúster de la Biomasa de Galicia) que prevén “una campaña más equilibrada entre oferta y demanda para la temporada que viene”, debido a mayor facilidad para acceder a la materia prima que el año anterior y “por las existencias en manos de usuarios y distribuidores”.
Otra cuestión es que se mantenga el IVA reducido para el pellet, algo en lo que mantienen su esperanza por considerarlo necesario y aprovechan para lanzar el mensaje de “que se amplíe su aplicación a todos los biocombustibles sólidos como el hueso de aceituna o la cáscara de almendra”, así como a los equipos de combustión y a las redes de calor a ciudadanos e industria.
Pero el desarrollo de estas redes de calor, consideradas por la industria y productores de biocombustibles como “la solución perfecta para descarbonizar de manera rentable y eficiente las ciudades”, requiere de “un marco normativo específico, más información a los ciudadanos sobre las ventajas económicas y ambientales y un número mayor de empresas capacitadas técnicamente para abordar los proyectos de principio a fin”, en opinión de Avebiom y la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío (Adhac). Según esta asociación ocho de cada 10 redes de calor funcionan con energías renovables y el 76 % de ellas utilizan biomasa.
La bioenergía será clave en la descarbonización de la industria
El gasto energético es una de las partidas más importantes en numerosos sectores industriales. El incremento de los precios en energía eléctrica y gas ha propiciado un interés real por fuentes energéticas más limpias y renovables como la biomasa, además del hidrógeno, aunque esta tecnología, en fase de desarrollo para determinadas soluciones, no tiene garantizado el suministro en estos momentos como sí lo hace la biomasa.
Para Paloma Sánchez, directora de Competitividad y Sostenibilidad de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), “la biomasa será clave para que el sector se descarbonice y mejore su reputación”.
Sectores como la industria alimentaria, que consume el 14 % del total de energía que se usa en la industria nacional, dispone de “la estratégica baza de la valorización de los subproductos que genera para garantizarse el suministro de energía y la estabilidad de precios”.
En 2019, el 9 % de la energía que consumían estas industrias procedía de fuentes renovables, el 98 % de ella procedente de biomasa. Según Avebiom, “la crisis energética está acelerando el cambio y empresas como Estrella Galicia, García-Carrión o Nestlé están sustituyendo los combustibles fósiles por biomasa para mejorar su balance económico y su sostenibilidad”. Es un primer paso que puede “mostrar el camino a otras”.
La exigencia de demostrar la sostenibilidad del suministro de la biomasa, a través de la directiva europea de Energías Renovables (UE 2018/2001 RED II), se observa por representantes de la industria como una oportunidad de demostrar su compromiso real con la sostenibilidad. Ya existe un sistema voluntario de certificación de la sostenibilidad de la biomasa (SURE), desarrollado por la empresa alemana REDcert, experta en la certificación de sostenibilidad de biocarburantes, y Bioenergy Europe.
Para Javier Díaz, “la bioenergía ofrece tecnologías plenamente desarrolladas capaces de proveer de soluciones rentables para que la industria comience a descarbonizarse desde hoy, y cuenta con herramientas eficaces, como SURE, para que las empresas puedan demostrar la sostenibilidad de la biomasa que emplean”.