La convocatoria anticipada de Elecciones Generales echa por tierra las esperanzas de bomberos y agentes forestales y medioambientales
La convocatoria de Elecciones Generales para el 23 de julio por parte de Pedro Sánchez supone la paralización del Estatuto del Bombero Forestal y la Ley Básica de Agentes Forestales y Medioambientales. La noticia ha supuesto una enorme y profunda decepción entre los dos colectivos puesto que llevan trabajando de manera continua estas dos leyes desde el año 2015 y es la segunda ocasión en que ambas leyes quedan a las puertas de su aprobación en el último instante.

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En 2019 estuvieron a punto de aprobarse ambas leyes en el Senado pero también la convocatoria de elecciones generales por Pedro Sánchez paralizó algo que ya parecía inminente. En esta ocasión la decepción es aún mayor puesto que se trataba de una propuesta de ley del Gobierno de España, que ha superado todos los trámites de redacción, aprobación en la conferencia sectorial con las Comunidades Autónomas, informes preceptivos de los distintos ministerios implicados, discusión en la Mesa del Congreso y proceso de alegaciones en el Congreso de los Diputados.
Los dos colectivos afectados son conscientes de que para aprobar estas dos normas deberá comenzarse todo el proceso desde el minuto cero. Es decir, deberá ser el nuevo ministro o ministra con competencias quien decida llevar o no al Consejo de Ministros una propuesta de proyecto de ley. Deberá aprobarse en Consejo de Ministros; discutirse en la conferencia sectorial con las Comunidades Autónomas; conseguir el visto bueno del resto de ministerios; llevarse al Congreso para discusión de todos los grupos parlamentarios; abrirse el pazo de alegaciones y reuniones con los grupos políticos antes de su votación final. El tiempo que puede transcurrir hasta que suceda todo esto es una incógnita porque dependerá de la voluntad política del futuro gobierno, tenga el signo que tenga.
“Esta vez el golpe ha sido más duro que la decepción de 2019 porque el trabajo ha sido mucho mayor y porque llevábamos meses avisando al Ministerio que ajustar tanto los plazos para aprobar esta ley en el final de la legislatura ponía en riesgo su aprobación por cualquier imprevisto”, asegura Ángel Rubio de la sección de Bomberos Forestales y Selvicultura de UGT, y miembro de la Unidad de Acción Sindical formada por CC.OO., CSIF y UGT.
Uno de los imprevistos fue la enmienda a la totalidad que puso Junts per Catalunya durante el trámite parlamentario. “Esto paralizó el proceso más de 15 días hasta que el PSOE llegó a un acuerdo con ellos y pudimos retomar el proceso de alegaciones del resto”, señala Ángel. En la UAS no pueden evitar preguntarse si esta ley no estaría ya aprobada si esa enmienda no se hubiese producido.
En los teléfonos móviles de algunos agentes y bomberos forestales había llegado un mensaje anunciando que el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se anunciaría que las dos leyes, el Estatuto de Bombero Forestal y la Ley Básica de Agentes Forestales y Medioambientales, contaban con los apoyos suficientes para ser aprobadas en el Congreso de los Diputados. “Esto ha sido algo más que un jarro de agua fría, ha sido una profunda y muy desagradable decepción. Ya tocábamos la esperadísima ley con la punta de los dedos”, asegura Juan Manuel Antón, agente forestal de UGT y miembro de la UAS.
“Nos pusieron la miel en los labios, casi nos anunciaron las fechas en las que podría estar publicado en el BOE”, afirma Alejandro Rodríguez, responsable de la sección de Agentes Forestales y Medioambientales de CC. OO.
Y no es solo la frustración que provoca no ver aprobada esta ley en el último suspiro, “los dos efectos más graves -en el caso de los bomberos forestales- es no disponer aún de una definición clara de bombero forestal para todo el territorio nacional y las cuotas reductoras de jubilación. Hay compañeros que están en el límite de edad y esperaban este estatuto con urgencia, es la diferencia entre mantener o perder su puesto de trabajo después de 25 años”, asegura Ángel Rubio.
Habrá que comenzar de cero

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“Todos los trabajos realizados hasta ahora no servirán prácticamente de nada, me servirán a mi para saber dónde estamos y qué presentar y cómo negociar, pero habrá que conseguir de nuevo el apoyo de todos los actores que habíamos conseguido ahora”, señala Carlos Martín, bombero forestal de las BRIF y participante también en la Unidad Acción Sindical.
Las dos normas más esperadas por los bomberos forestales y los agentes medioambientales tenían la promesa electoral y el compromiso político de Unidas Podemos y el Partido Socialista de aprobarlas en esta legislatura.
“Llevamos más de 20 años sobrevolando la propuesta de una norma común para todos los agentes forestales y medioambientales de España. A pesar de ello, hemos tenido que llegar al final de la legislatura para aprobarla y, en el último instante, otros intereses pesan más que la necesidad de esta ley”, señala Juan Manuel Antón.
Alejandro Rodríguez se expresa en términos parecidos: “frustrante, nos quedamos a veinte días escasos de terminar un proceso muy largo de veinte años. Este era un compromiso que tenía que haberse puesto en marcha antes y no dejarlo para el final de la legislatura. Lo veníamos anunciando desde el comienzo de la misma, sobre todo después de que en 2019 nos sucediese exactamente lo mismo. No podemos encontrar una explicación a esta decisión de dejarlo para última hora”.
Carlos Martín lo expresa de forma más clara, “parece que el estatuto de los Bomberos Forestales no es importante porque Pedro Sánchez ha dicho en su anuncio que ya se han aprobado las leyes importantes de esta legislatura, así que lo nuestro debía ser poca cosa. Mi sentimiento ahora es que no le han dado mucha importancia en el Gobierno y por eso lo han dejado caer”.

Congreso de Agentes Forestales y Medioambientales celebrado en Logroño
Para Ángel Rubio es inequívoca la intención del Gobierno de sacar estas leyes adelante, “en eso no hay duda pero parece que hay cosas más importantes”. Alberto Esteban, el presidente de la asociación de Agentes Forestales y Medio Ambientales AEAFMA, tiene una opinión parecida “no va a alargar la legislatura por nosotros, hay otras cuantas leyes que se han quedado paradas y las estaban esperando de forma inminente. Es evidente que no somos tan importantes como nos decían, así son las cosas, habrá que volver a montarlo todo para comenzar en cuanto se forme el nuevo gobierno”.
A medida que pasan las horas los representantes de los trabajadores van pasando de la frustración y un profundo enfado a aceptar lo inevitable y a plantearse los siguientes pasos. “No dejaremos de intentarlo -asegura Alejandro Rodríguez-, no vamos a tirar los papeles, debemos aprovechar lo que hemos hecho. Otra cuestión es qué gobierno o qué personas se encarguen de estos temas después de las elecciones. Nuestra intención es que comience de nuevo el proceso inmediatamente”.
Sin embargo, hay quien es partidario de comenzar ya las movilizaciones, pero en la UAS no creen que sea buena idea: “¿contra quién?, ¿a quién dirigimos unas demandas que no pueden ser atendidas?, ¿para qué vamos a gastar ahora otra vez más energías si no sirve absolutamente de nada en este momento?, ¿quién nos va a atender? No digo que no haya que señalar a quien ha parado la aprobación en el último momento, pero ¿de qué sirve ahora gastar fuerzas cuando todo dependerá del nuevo gobierno, sea cual sea? Me temo que tendremos oportunidad de manifestarnos en un futuro si sale elegida la derecha, solo hay que ver sus alegaciones en el Congreso, dirigidas a privatizar el servicio de bombero forestal en el caso del PP y negacionista del cambio climático en el caso de Vox”, asegura Carlos Martín.

La disponibilidad de los dispositivos de extinción para cualquier emergencia en el medio rural era una de las razones esgrimidas por los bomberos forestales para disponer de un estatuto que regule su profesión a nivel nacional. Imagen Infomur
Alberto Esteban mantiene un discurso algo más optimista, “no creo que haya ningún gobierno que quiera perjudicar a ningún colectivo profesional. Si la emergencia ambiental es tan grande, no se puede retrasar mucho más la aprobación de leyes básicas como la de los agentes forestales porque se puede limitar la eficiencia en el trabajo y porque, además, hay varias comunidades autónomas esperando a que se apruebe para ponerse con su ley autonómica. No es una cuestión del color político sino de comprender cuáles son las necesidades”.
En lo que sí están de acuerdo todos es que, tanto para los bomberos forestales como para los agentes, “es una gran oportunidad perdida” y surgen expresiones como “golpe muy duro” y “decepción” porque tenían “muchas esperanzas” en sus respectivas leyes.
La nueva Junta directiva de la Asociación de Trabajadores de las BRIF (ATBRIF) ha tenido precisamente esta mañana una reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien ha marcado los tiempos en las negociaciones en nombre del Ministerio en ambas leyes. “Su mensaje es que tiene confianza en que se pueda trabajar a partir de los textos que ya están consensuados, incluso que en un año podría tramitarse”, asegura Marcos Gómez Carpintero de la ATBRIF.
🔴Hoy parte de nuestra nueva Junta Directiva @AT_Brif se ha reunido con Hugo @Moran_Fernandez, Secretario de Estado de Medio Ambiente del @mitecogob para presentarse y hablar sobre el futuro de las #BRIF y de las condiciones laborales de l@s #BomberosForestales de su ministerio. pic.twitter.com/7qfj2SInw9
— ATBRIF (@AT_Brif) May 30, 2023
Esperar a una nueva oportunidad. “Hay que ser conscientes de que el signo político de las comunidades autónomas ha variado, así que solo con eso las necesidades e intereses seguro que son diferentes. Y ahora habrá que ver qué gobierno de España sale, qué prioridades tiene y volver a presentarle nuestras demandas”, afirma Ángel Rubio.
Alberto de AEAFMA lanza un anzuelo a los partidos políticos: “A bomberos y agentes forestales nos gustaría observar algún guiño de compromiso político en sus campañas electorales”.
Hay otras leyes que quedan paradas como: la reforma de la ley de secretos oficiales; la prohibición de la prostitución; la ley de trata; la ley de familias, la de atención al cliente; las normas de agilización de la Justicia; la ley de movilidad sostenible y las destinadas al refuerzo de la atención a la salud mental o el tratamiento del ELA, por poner algunos ejemplos.
“Si todas las leyes llevan tanto trabajo como estas dos no sé cómo se pueden aprobar tantas leyes en el Congreso. Han sido horas y horas de debate, reuniones, análisis y más reuniones para que se vaya todo por la borda en este momento, pero no dejaremos de intentarlo aunque quién sabe si será una ley tan acorde con lo que pretendíamos como lo era el último borrador de esta propuesta”, se pregunta Alejandro.