Humberto Delgado Rosa, director de Biodiversidad de la CE
«Por cada euro invertido en restauración de naturaleza tenemos de media ocho euros de retorno»
La Unión Europea aprobó en 2020 su Estrategia de Biodiversidad 2030 que marcará las acciones en el medio natural hasta esa fecha. Entre otros hitos, se marca el objetivo de proteger el 30 % de la superficie terrestre y de las aguas marinas continentales, además de establecer la protección estricta de un 10 % de su territorio. Señala a la Red Natura 2000 como la gran apuesta de conservación y establece un Plan de Recuperación de la Naturaleza con el que espera plantar, al menos, 3.000 millones de árboles. Es un ambicioso plan que pone a la conservación de la biodiversidad en el centro de todas las actuaciones en el medio natural.
Recupero una entrevista realizada recientemente a Humberto Delgado, director de Biodiversidad de la CE, por su relación directa con el acuerdo del Consejo Europeo sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza y lo que supone de visión de gestión del territorio.

Humberto Delgado, director de Biodiversidad de la Comisión Europea
¿Qué papel juega la Red Natura 2000 en la conservación de la naturaleza europea?
La Red Natura 2000 es la base principal, queremos que sea una red transeuropea de naturaleza, tal y como se plantea en la Estrategia de Biodiversidad. En Montreal, en la COP 15 de la Convención de Diversidad Biológica, los países participantes, entre ellos la Unión Europea con sus Estados miembros, aprobaron un objetivo global de conservar el 30 % de toda la superficie terrestre y marítima para 2030 y por eso estamos con la Red Natura. Con lo que falta por designar y con los aportes que hagan los Estados miembros, caminamos en esa dirección. Pero ya dice la Estrategia que no se trata solamente de designar en el papel, se trata de tener una gestión efectiva más eficaz.
¿En qué estado se encuentra la RN2000 en España?
Hace unos pocos años, hemos hecho la evaluación de salud de las directivas y concluimos que siguen siendo adecuadas pero que hay muchos fallos de implementación en todos los países, no solo en España. Hay fallos al definir objetivos de conservación y las medidas de gestión adecuadas; hay fallos al designar como zonas de especiales de conservación las que ya están identificadas como tal y eso también ocurre en España. Es verdad que España hace un tributo muy grande a la RN2000 al tener aproximadamente el 27 % de su territorio. designado.
¿Tiene la RN2000 una mayor aceptación social que cuando se aprobó?
Cuando Red Natura empieza se produce un gran rechazo por parte de propietarios y otros sectores sociales. Se planteó que la RN2000 y la conservación de la naturaleza traían muchas restricciones a la actividad humana y a la economía. Sin embargo, el texto y el espíritu de las directivas está muy lejos de eso, lo que buscan es mantener la actividad económica rural que ha garantizado que esos hábitats y especies lleguen hasta nosotros. Por eso, estamos muy interesados en acciones que puedan demostrar a la gente el valor de tener espacios protegidos porque no lo hacemos por la naturaleza en sí misma, sino por el interés humano en tener áreas protegidas y una naturaleza en buen estado.
Sin embargo, asistimos a un nuevo impulso ideológico o conceptual que entiende la conservación de la naturaleza como una invitación al ser humano a salir del territorio, a eliminar o dificultar sus actividades tradicionales ¿cuál es el modelo que ofrece la Red Natura 2000
La esencia de la protección no es la prohibición, el objetivo es estimular las buenas actividades que son compatibles y, en algunos casos, indispensables para conservar la naturaleza que tenemos. La Red Natura 2000 no es una red de reservas naturales integrales, pero incluye algunas reservas integrales. Esto depende de los valores naturales que necesitan en algunos casos una protección estricta. Pero, ni siquiera esta protección estricta significa sacar fuera al ser humano, o no respetar derechos de propiedad, etcétera.
La esencia de la protección no es la prohibición, el objetivo es estimular las buenas actividades que son compatibles y, en algunos casos, indispensables para conservar la naturaleza que tenemos
Una de sus propuestas es la protección del 30 % del territorio y un 10 % de forma estricta, son cifras muy redondas que llaman la atención ¿Es una decisión política o técnica?
Es un mixto. El 30 % lo indican los trabajos científicos como la cantidad mínima para lograr los objetivos globales de biodiversidad. Fue por lo que lo propusimos en la EB con la satisfacción de comprobar después que todo el mundo estaba de acuerdo con esa decisión de la COP 15. No tiene por qué ser solo el 30 %, puede ser más, este es un mínimo. A nivel europeo estamos en el 26 % de territorio terrestre protegido, en el mar tenemos más tarea porque estamos más lejos.

Imagen de MónicaP
¿Por qué es necesario proteger el 30 y no el 33 o el 17 %, y de forma estricta el 10 %?
Creemos que los bosques maduros y primarios que tenemos todavía en Europa deben ser estrictamente protegidos. Si queremos que Malasia o Indonesia protejan sus bosques primarios debemos dar ejemplo de nuestra parte. Esto no significa eliminar cualquier actividad humana, hemos producido algunas directrices que indican que no es así y que incluso algunas actividades son necesarias para el objetivo último que es dejar los procesos naturales no perturbados. Por ejemplo, imaginemos controlar el exceso de ungulados porque hay exceso de pastoreo salvaje, o cortar la hierba para mantener en buen estado los pastos, o controlar especies exóticas invasoras. Por eso, bien sea una protección estricta o no, no hay exclusión del ser humano.
La protección es para beneficio del ser humano incluso donde la queremos más estricta, para beneficiarnos de esas condiciones especiales. Es más, en muchos otros casos, hay que estimular algunas actividades y desestimular otras menos compatibles con la conservación.
Ha hablado antes de los servicios ecosistémicos y me gustaría preguntarle si estos servicios deben tener precio de mercado, si se deben valorar y se deben pagar, es una de las reclamaciones de todos los propietarios de terrenos naturales
La respuesta directa es sí, se deben valorar y pagar dónde y adecuadamente corresponda. Los valores de los servicios de los ecosistemas son muy grandes. Hay un estudio sobre bosques donde el factor del valor de la madera frente al valor de todos esos servicios es apenas de uno frente a 18. Pero entiendo que ahora es más fácil encontrar valor en la madera y su gestión porque no estamos pagando muchos de estos servicios, pero pueden ser valorados por el mercado. Por ejemplo, si soy una compañía de tratamiento de agua, me conviene más tener un bosque en el entorno de mi reserva de agua que tener agricultura intensiva. Puedo estar interesado en pagar un poco en concepto del servicio del ecosistema.
Hay otros valores como adaptación al cambio climático, disponibilidad de agua limpia en cantidad, captura de carbono, etcétera, que nos proporcionan un bien público. Para eso tenemos fondos públicos procedentes de los impuestos que pagamos los ciudadanos y que podemos destinarlos a lo que decidamos todos. Nosotros estimulamos para que los fondos europeos puedan ser usados también para el pago de los servicios del ecosistema.
¿Qué método emplearemos para poner precio de mercado a esos servicios ecosistémicos?
Existen diversas metodologías, pero el método en general es el de contabilidad del capital natural, incluyendo biodiversidad. Es más sencillo estimar el valor económico de una tonelada de CO2 que un servicio ecosistémico, pero ya tenemos mucha ciencia y metodología que nos ayuda a diversos niveles, para que una empresa pueda incorporarla a su planificación financiera o para que un país lo incorpore a sus cuentas nacionales. Las Naciones Unidas ofrecen unos estándares para valoración de servicios de ecosistemas y están siendo aplicados para la contabilidad de las cuentas nacionales en distintos países. Puede que no estén plenamente desarrolladas, ni sean perfectas, pero no por ello no vamos a empezar, o a continuar lo que ya se ha hecho en pagos por servicios de ecosistemas.
¿Para cuándo cree que será realmente posible que los propietarios forestales o los agrícolas reciban un ingreso por los servicios ecosistémicos que presta su gestión?
Es un trabajo complejo que se está desarrollando y que tiene camino por delante.
Pero aquí hay una cuestión conceptual y es que la financiación de la política de naturaleza y biodiversidad, y los pagos de servicios de ecosistemas, lo hacemos a través de lo que podemos llamar integración en otros fondos, como los agrícolas, los fondos regionales, o el pesquero, por ejemplo. Es un proceso que tarda y que puede ser difícil porque no son fondos directos aplicados a biodiversidad.
Para esta integración es muy importante no poner dinero para biodiversidad en un fondo y, a la vez, pagar un subsidio perverso en otro. Cuesta encontrar la forma acertada, hay que persistir, ser pacientes, pero también reconocer avances donde los hay. Un ejemplo en España es la iniciativa de Castilla-La Mancha donde con el acuerdo entre la región y los municipios de mayor tamaño, estos ponen un euro por habitante como pago por servicios ambientales de la Red Natura 2000 y sus bosques.
Es decir, que la Red Natura 2000 se financiará de forma transversal a través del resto de fondos destinados de forma directa a otras políticas.
Es así, también con el fondo del Life Nature. Pero también están los fondos nacionales y privados, algo que veo con mucha ilusión. Cada vez hay más empresas que, por iniciativa propia, incorporan la conservación de la naturaleza a su política y encuentran beneficio en la restauración, la protección o actividades propias en la naturaleza.
Hay una crítica constante en el mundo rural que entiende que existe una evidente desconexión entre las políticas de la propia Unión Europea, por ejemplo, entre el desarrollo rural, la ganadería extensiva y la protección de la naturaleza. ¿Cómo se percibe esta crítica en la Comisión Europea?
Comprendo que no es fácil de entender por qué hay ocasiones en las que la ganadería no debería estar ahí y otros en los que es necesario promover una actividad ganadera extensiva, con sus beneficios de fijación de carbono y protección frente a incendios por consumo de biomasa, por ejemplo. Creo que todos los sectores coincidimos en los objetivos, pero la transición para llegar allí tiene visiones diferentes.
En la Comisión no hay un servicio que decida solo, cada propuesta necesita el acuerdo de todos para que pueda avanzar. Si no hay acuerdo tendrá que arreglarse a nivel político. Hacemos evaluaciones de impacto de nuestras propuestas donde la primera pregunta que nos pone nuestro órgano que nos avala es cómo estamos de coherencia con otras políticas.
Sin embargo, es cierto que, desde la Comisión hasta abajo, hay muchas etapas donde suele ser difícil esa integración coherente de políticas. Muchas veces la práctica de conservación a escala nacional ha sido planteada como prohibición. Comprendo esa sensación también porque cuando Red Natura nació se aplicó en muchos sitios con el mensaje “tú propietario ya no puedes hacer a partir de ahora lo que hacías”. Esto es un error y una forma equivocada de comunicar.
Hoy estamos comunicando de forma muy diferente: protección ya no es restricción, ahora se proponen soluciones para que tu actividad forestal sea más resiliente, para que vuelvan los polinizadores que se han perdido, o recuperar los bancos de pescado cuando ha habido sobrexplotación.
Claro que hay limitaciones cuando se habla de protección, pero la buena aproximación es esta y siempre contando con los pobladores del territorio, los ganaderos, agricultores y propietarios forestales.
Protección ya no es restricción, ahora se proponen soluciones para que tu actividad forestal sea más resiliente, para que vuelvan los polinizadores que se han perdido, o recuperar los bancos de pescado cuando ha habido sobrexplotación.
Claro que hay limitaciones cuando se habla de protección, pero la buena aproximación es esta y siempre contando con los pobladores del territorio, los ganaderos, agricultores y propietarios forestales.
¿Esa participación social también se ha dado en los procesos de elaboración de la creación de la RN2000 o la Estrategia de Biodiversidad?
La Estrategia de Biodiversidad ha tenido una consulta pública. Cuando planteamos contar con más enp, o nuestra propuesta de ley de restauración para que los Estados miembros realicen sus planes de restauración, obligatoriamente deben ser consultados los actores locales. Cuando decimos buenas prácticas de conservación de la naturaleza yo diría que la principal es un buen consenso y de participación con los implicados. No se puede hacer conservación con la hostilidad de la comunidad local, eso no funciona y lo vimos hacer muchas veces.
Hay que vencer los temores de los otros, da mucho más trabajo, pero vale la pena porque cuando está consensuado tenemos un resultado final mucho mejor.
Cuando decimos buenas prácticas de conservación de la naturaleza yo diría que la principal es un buen consenso y de participación con los implicados. No se puede hacer conservación con la hostilidad de la comunidad local, eso no funciona y lo vimos hacer muchas veces
Ustedes han adelantado la cifra de 20.000 millones de euros para conservación de biodiversidad ¿se trata de un cálculo de todas las políticas relacionadas con la naturaleza que ya se realizan?
Así es, es un cálculo que no se refiere solo a fondos europeos sino también a la financiación nacional y privada. En los fondos europeos actuales las posibilidades son muy grandes, desde la política agrícola común, que es una gran financiadora, hasta los planes de resiliencia y recuperación poscovid.
No vemos una incoherencia entre la evaluación y las posibilidades de financiación. Somos conscientes que las necesidades globales pueden ser mayores. El acuerdo global de la COP15, que tiene un acuerdo de apoyo de financiación internacional a países menos desarrollados, tiene una lógica económica asociada.
Nuestra propuesta de restauración de naturaleza calcula que por cada euro invertido en restauración de naturaleza tenemos de media ocho euros de retorno. En algunos ecosistemas, por cada euro tenemos 32 euros de retorno. Por eso, tiene lógica poner ese dinero público para los bienes públicos que vienen después y que podrán financiar la naturaleza.
¿Cómo se desarrollará el plan de restauración de la naturaleza que contempla la EB?
Una de las propuestas vendría con un plan legislativo con metas vinculantes para varios tipos de ecosistemas, incluso para aquellos que son más importantes para mitigación y adaptación al cambio climático. Está planteada y se discute ahora entre los negociadores del parlamento europeo y la Comisión.
Los tres mil millones de árboles es otro objetivo desarrollado después con la Estrategia Forestal. Plantar un árbol no tiene por qué ser necesariamente bueno, puede ser malo si se eligen especies equivocadas. Debe ser el árbol adecuado, en el lugar y el fin adecuado. Esta acción puede ayudar en determinados lugares a restaurar la naturaleza, pero se dedica a plantar donde pueda dar más beneficios, como, por ejemplo, árboles en el medio urbano, o la agrosilvocultura, que puede tener beneficios económicos y de restauración.
¿Serán los estados miembros quienes deberán preparar ahora sus planes y ejecutarlos?
Eso es, estamos ante un reglamento, que tiene una aplicación más rápida que una directiva, donde están tipificados las metas y los tipos de hábitats que deben ser restaurados. El Estado miembro es quien mejor sabrá cómo y dónde lo hace y cómo se financia. Una parte de lo que proponemos son objetivos cuantificados para ecosistemas ya protegidos en la Directiva Hábitats, sin fecha para llegar a un estado favorable de conservación.
Pero la otra parte, los hábitats no protegidos, que va desde ecosistemas urbanos, ecosistemas para polinizadores, agroecosistemas o ecosistemas forestales, proponemos una tendencia de subida de algunos indicadores que son positivos para la biodiversidad pero también son muy positivos para resiliencia contra incendios o plagas, además de estar relacionados con el mantenimiento de la productividad agrícola.
Sin dejar de considerar positiva la restauración de hábitats degradados, son muchos los expertos que reclaman una atención prioritaria en la gestión de lo que ya hay, de los millones de hectáreas de bosques que han evolucionado en los últimos cuarenta o cincuenta años sin gestión alguna
No estoy de acuerdo con esa dicotomía entre restaurar y gestionar. Para restaurar necesitaremos de más gestión, precisamente. Un buen ejemplo es la resiliencia forestal, en Portugal y España tenemos un gran problema con los incendios forestales. ¿Vamos a solucionarlo con bomberos y aviones? Buena suerte con el territorio donde no hay herbívoros, ni uso de la biomasa y tenemos, en muchos casos, una foresta que poder arder con más facilidad: un pino arde mejor que un alcornoque, por ejemplo. Tenemos que restaurar nuestros ecosistemas forestales, con gestión seguramente, pero con una naturaleza que preste servicios de prevención.
Hay mucha gente que dice “o protegemos o gestionamos” pero la protección es un tipo de gestión, la protección necesita forestales. Ahora, ¿dónde ponemos la línea?
No estoy de acuerdo con esa dicotomía entre restaurar y gestionar. Para restaurar necesitaremos de más gestión. En Portugal y España tenemos un gran problema con los incendios forestales. ¿Vamos a solucionarlo con bomberos y aviones? Buena suerte con el territorio donde no hay herbívoros, ni uso de la biomasa y tenemos, en muchos casos, una foresta que poder arder con más facilidad
La financiación de la gestión forestal no entra de forma directa entre las competencias de la UE porque, en teoría, no existe una política forestal europea, aunque su reciente Estrategia Forestal vendría a demostrar lo contrario. ¿Será posible conseguir en algún momento algo más que unas líneas directrices y habrá financiación europea para la gestión forestal?
Muchas veces hemos oído que no hay competencia de la UE en materia forestal. En la Comisión estamos en desacuerdo, lo hace también el Tribunal Europeo, lo hace nuestro servicio legal y el del Consejo Europeo porque es más que obvio que el Tratado no dice que haya una política forestal común, pero sí que dice que el medio ambiente está entre sus competencias y los bosques son una parte importantísima de ese medioambiente. Hay una competencia compartida entre Estados miembros y la Unión. La directiva Hábitat, el reglamento FLEGT o la Timber Regulation son un ejemplo de la cantidad de políticas que tienen un impacto y una competencia.
Lo que no hay es un fondo forestal comunitario. Ese fondo está en Desarrollo Rural en la PAC. Sin embargo, como los bosques no son agricultura parecen una parte menor en ese fondo y no deberían serlo. Desde Medio Ambiente lo decimos, hay que poner atención a las necesidades de financiación a través de los fondos de Desarrollo Rural. Me parece que la agrosilvicultura, utilizar los árboles en los sistemas agroganaderos, puede ser una ventaja.
Ya se puede hacer mucho con el contexto actual, pero dependemos de las opciones legítimas de cada estado miembro.
Entrevista publicada originalmente en Foresta, nº 85