Avebiom considera insuficiente la apuesta del Gobierno de España por la biomasa en el segundo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima
El Gobierno de España ha presentado en Bruselas una actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030. Para la Asociación Española de la Biomasa la importancia de la biomasa para producción eléctrica en este plan está subestimada al fijar su aportación en 1,4 GW sobre 166,2 GW renovables en 2030, mientras que para el uso térmico, según Avebiom, “el plan no propone siquiera un objetivo concreto”.

Aprovechamiento de biomasa como prevención de incendios, fines energéticos y gestión sostenible de los montes
Para Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, este segundo plan “debería considerar de manera más profunda el papel fundamental de la bioenergía en nuestro país.
Aumentar significativamente la contribución de la biomasa forestal en el mix energético es una cuestión de supervivencia para nuestros bosques, amenazados por incendios cuyo poder de devastación es directamente proporcional a la acumulación de materia vegetal, que no deja de aumentar.
Por otra parte, acometer con decisión la valorización de los subproductos de la industria y del campo resolvería en buena parte los problemas que plantea su actual gestión”.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 define los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de utilización de energías renovables y de eficiencia energética. Determina las líneas de actuación y el camino que considera más adecuado y eficiente para maximizar las oportunidades y beneficios para la economía, el empleo, la salud y el medio ambiente.
Valora Avebiom como “positivo y necesario ampliar los objetivos dirigidos a combatir el cambio climático y a aumentar la independencia energética del país”, pero no está de acuerdo en el camino marcado, al menos para la biomasa. “El borrador del plan reconoce acertadamente la necesidad de reducir la carga de combustible forestal para mitigar incendios y facilitar la extinción, no presenta acciones para aprovechar la biomasa resultante, por ejemplo, como biocombustible en lugar de combustibles fósiles”.
Considera entonces que resultaría muy efectivo establecer una Hoja de Ruta con unos objetivos claros para su uso sostenible.
AVEBIOM propone la construcción de al menos 200 nuevas redes de calor con biomasa forestal, que, expresado en potencia, son 2.800 MW. Según sus cálculos, esto requeriría “la movilización de 1.200.000 toneladas de biomasa; la sustitución de, al menos, 500.000 equipos de calefacción obsoletos por equipos modernos de biomasa, que consumirían 530.000 toneladas de biomasa certificada; y la construcción de 500 MW eléctricos en centrales de mediana potencia (10-25 MW) estratégicamente ubicadas en áreas forestales que necesiten reducir densidad de biomasa”.
Avebiom ha remitido al MITECO sus propuestas y alegaciones a la actualización del PNIEC. Entre ellas, considera que proponer la utilización en el ámbito residencial de los restos de podas de cultivos agrícolas leñosos, principalmente del olivar y sarmientos, en forma de astilla y pellet “resulta poco acertado”. Según Avebiom “la actividad agrícola genera cada año en España casi 13 millones de toneladas de materia seca de restos herbáceos y leñosos, que podrían reemplazar millones de litros de combustibles fósiles en calderas industriales (a partir de 200-300 kW) y utilizarse como fuente de energía en nuevas redes de calor y centrales eléctricas de biomasa”.
Por otro lado, con respecto a las emisiones de partículas ligadas a la biomasa, Avebiom considera esencial distinguir entre tipos de biomasa y su uso. “Las calderas y estufas actuales (cumpliendo regulaciones de ecodiseño y certificación de combustibles) poseen eficiencia y emisiones de partículas muy bajas, a diferencia de los dispositivos obsoletos”. Consideran que los factores de emisión actuales no evalúan adecuadamente las calderas modernas, “algo que es necesario actualizar cuanto antes como se ha hecho en otros países de Europa”.
En definitiva, considera que “los objetivos y medidas propuestas en el borrador del PNIEC son insuficientes para fomentar la expansión de la biomasa en España”.